Tenía ganas de leer Batman y Robin: Año Uno, la nueva miniserie escrita por Mark Waid y dibujada por Chris Samnee que Panini ha empezado a publicar aprovechando su estreno con la línea de DC Comics. Y sinceramente lo he disfrutado un montón, pese a lo corto que se me ha hecho. A continuación, comparto mis impresiones sobre este cómic.
Puntuación: 7/10
Pues es cierto: Batman y Robin: Año Uno se me ha hecho un cómic corto. Muy corto, de hecho. Puede que tenga que ver con el hecho de que tenga 24 páginas (pese a ser el número 1 de una colección; el estándar en estos casos suele ser de 48 páginas) pero NO creo que ese sea el motivo principal por el cual se me ha hecho un cómic corto. No se trata de longitud ni de cantidad de páginas: se trata de que es un tebeo sumamente divertido y ligero de leer. Un cómic con el que me lo he pasado de maravilla.
Básicamente, nos encontramos ante un cómic cuya propuesta es muy, pero muy parecida a lo que Mark Waid lleva haciendo estos últimos años dentro de los cómics de DC: cómics modernos con sabor a clásico. Está el conocido caso de World's Finest (quizás el máximo ejemplo de esta tendencia), y también la actual etapa de Action Comics, que realiza junto al dibujante Clayton Sherman. Pues este Batman y Robin es exactamente lo mismo, pero aplicado al microuniverso de Batman. Un cómic que explora la relación entre Dick Grayson y Bruce Wayne utilizando como base el primer día en que salieron de vigilancia por Gotham (reduciendo al mínimo, por cierto, la narración del origen de Grayson en el circo) en una historia que no desentona para nada con los tebeos clásicos del murciélago. Y en ese sentido, es un cómic que me ha sentado de maravilla leerlo al mismo tiempo que leo el nuevo DC Finest de Batman, que abarca los primeros años post-Crisis del personaje: realmente la vibra en ambos cómics es muy similar.
Y dentro de que a nivel de guion es un cómic muy chulo y entretenido, hay que reconocer que lo más llamativo del mismo es su dibujo. Un dibujo en el que Chris Samnee se luce como pocas veces se ha visto en un cómic enmarcado dentro de la actualidad mainstream, en el que aparte de resultar precioso a simple vista, consigue dar esa vibra de cómic clásico del siglo pasado. Y en ese sentido, creo que estamos ante un tebeo de superhéroes ideal: en especial para todos aquellos que nos gusta más este tipo de vibra que un tono quizás más moderno y oscuro.
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