Reseña de Blue Lock, de Muneyuki Kaneshiro y Yosuke Nomura

El fútbol más egoísta

Blue Lock (ブルーロック) es un manga de deportes que empezó a serializarse a mediados de 2018 en la revista Weekly Shonen Magazine, de la editorial Kodansha. La serie está escrita por Muneyuki Kaneshiro y dibujada por Yosuke Nomura, uno de los antiguos asistentes de Hajime Isayama, creador de Ataque a los Titanes. Planeta Cómic es la encargada de licenciar y publicar esta obra en España.

La historia nos situa después del fracaso de la selección japonesa en la copa mundial 2018, cuando Anri Teieri, la nueva miembro del comité de fútbol japonés, contrata al misterioso entrenador Jinpachi Ego con el fin de que encuentre al jugador definitivo que lleve a Japón a hacerse con la Copa del Mundo de una vez por todas. Para ello crean el proyecto Blue Lock, unas instalaciones en la que se reúnen a los 300 mejores delanteros del fútbol juvenil de todo el país; de todos ellos solo puede quedar 1, a quién se le considerará el mejor delantero de Japón. Los otros 299 serán eliminados del proyecto, y por lo tanto estarán permanentemente excluidos del fútbol profesional.


Para sobrevivir en Blue Lock, los jugadores deben superar una sucesión de pruebas focalizadas en potenciar el egoísmo y el potencial individual de cada uno de ellos. Esto es algo que rompe totalmente con el planteamiento habitual de este tipo de historias, que normalmente están centradas en mostrar a los personajes colaborando y ganando gracias al trabajo en equipo. Si en otro manga de fútbol el protagonista confía en sus compañeros para marcar el gol de la victoria, en Blue Lock debe marcar él mismo ese gol, sin ayuda de nadie y explotando su potencial al máximo como delantero. 

Este foco en el egoísmo, sumado a la potente premisa de estilo 'Battle Royal' que maneja, hacen de esta historia un manga muy atractivo tanto a fanáticos del deporte como a los que no somos tan forofos del fútbol. 

Un torneo de once delanteros contra once delanteros, marcar 100 goles seguidos durante una hora o incluso jugar a pillapilla con un balón en los pies; esas son algunas de las pruebas que conforman el entrenamiento creado y diseñado por el entrenador Ego, pensados hasta el mílimetro para que sus "diamantes en bruto" (como llama a sus jugadores) puedan pulir sus habilidades al máximo. Dentro de la obra se utiliza el término "arma" para referirse a las habilidades que destacan en cada uno de ellos, como por ejemplo; la potencia de tiro, la precisión de los pases, la calidad de los regates...



Los jugadores deben adaptar constantemente esas armas dependiendo de las necesidades que tengan en cada una de las pruebas. Sí, por ejemplo, la especialidad de un jugador es recibir pases imposibles, puede complementar ese talento a la perfección con el de un jugador experto en hacer pases precisos. Para ello afecta también las relaciones que puedan tener entre sí los personajes. Es lógico que si dos jugadores se llevan muy mal sea complicado hacer que se complementen. En ese aspecto, la obra es muy adictiva, ya que la variedad de personajes y talentos de los que hacen gala, sumados a la compenetración que puede haber entre ellos, hacen que cada prueba y cada jugada se sienta completamente distinta a las demás. 

Gracias a eso puedes ver cómo los personajes desarrollan sus talentos y crecen a medida que van jugando cada uno de los partidos. Esto es algo que se ve claramente en Yoichi Isagi, el protagonista de la historia, que es considerado uno de los peores jugadores de todo Blue Lock, y por ello se esfuerza en encontrar y desarrollar todos sus puntos débiles, para así poder medirse cara a cara con los más fuertes.

Resulta muy interesante ver el actuar del protagonista cuando por fin encuentra la pieza que falta para conseguir la victoria. Ese tipo de momentos son una clara prueba de la calidad que hay detrás de esta obra. 


Algo que está muy a destacar de la obra es el potentísimo lápiz de Yosuke Nomura, dibujante que en cada capítulo de la serie presenta, por lo menos, una o dos páginas que están prácticamente para enmarcar. La imagen que está justo encima de este parráfo es clara muestra de ello. Es un verdadero deileite el disfrutar de las jugadas y de los goles con un dibujante de la talla de este Nomura, tan satisfactorio que es ver los poderosos chuts a puerta en los momentos críticos del partido. Es una verdadera gozada.


Blue Lock es una historia de fútbol que destaca por su llamativa premisa, por su espectacularidad visual y por su gran variedad de personajes con personalidades marcadas, así como una variedad enorme de situaciones gracias a las dinámicas y la compenetración entre ellos.

Es una obra sumamente disfrutable, independientemente de que seas un aficionado a este deporte o no. Yo no lo soy, y considero que esta serie es una de las más adictivas que hay dentro de este subgénero deportivo que hay en los mangas. De verdad, vale la pena darle la oportunidad a esta serie, y más cuando está licenciada ya en España y su adaptación al anime está rompiéndola en redes sociales.

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