Tenía ganas de continuar con los Titanes de Tom Taylor, una de las series que estoy siguiendo actualmente por parte de DC Comics. Una cabecera que, si bien no me está pareciendo una locura en comparación a otras series que sigo de la misma editorial, tiene el interés suficiente como para convencerme de seguir leyéndola mes a mes. A continuación, comparto mis impresiones sobre este cómic.
Puntuación: 7/10
Después de un trato literal con el diablo, ¡Waller cambia las cosas un poco más! Con la ayuda del retorcido Doctor Morrow, ha creado un arma definitiva capaz de acabar con todos los Titanes. ¿Podrá el equipo sobrevivir por sí solo? Viene Trigón. La amenaza del infierno amenaza con destruir el mundo entero. ¿Podrán nuestros héroes y Swamp Thing salvar el planeta? ¿Raven está perdida para siempre? ¿Serán Titanes juntos o Titanes destrozados?
En primer lugar, decir que he disfrutado bastante con estos cuatro números de Titanes. Y lo recalco porque antes de leerlos tenía la sensación de que no me iban a gustar demasiado, al continuar esta saga de The Dark Winged Queen que se lleva desarrollando desde los números que comenté en la pasada reseña (enlace aquí). Una saga que no me dio muy buena espina cuando vi de lo que iba a tratar, con eso de que la parte mala de Raven estaba tomando el control y estaba engañando a los Titanes. No sé, es un tipo de historias que ya se me hacen repetitivas dentro del género superheroico; ¿o acaso os tengo que recordar que este año he leído (y releído) la saga de Fénix Oscura de la Patrulla-X y la saga de Wundagore de Los Vengadores?
Simplemente, no tenía ganas de leer otra vez el mismo tipo de historia en que un miembro del equipo (normalmente uno femenino) se vuelve malvado por algún tipo de entidad superior. Llámale Trigón, llámale Fuerza Fénix o llámale cómo sea. Es muy repetitivo a estas alturas. Sin embargo, dentro de que habría preferido otro tipo de argumentos para los Titanes post-Beast World, creo que Tom Taylor consigue mantener un buen tipo y ofrecer un cómic que, si bien no es espectacular, consigue ser bastante divertido y entretenido de leer. Puede que el argumento en sí no me esté pareciendo demasiado interesante, pero la manera de contar la historia consigue que la experiencia sea ligera y amena. Y dentro de que esto es un cómic de superhéroes puro, yo no puedo pedir más de él. En ese sentido, es un cómic bastante disfrutable.
No obstante, debo reconocer que lo que más me ha gustado en estos cuatro números es el apartado artístico. Principalmente, por la participación de Lucas Meyer junto al colorista Adriano Lucas, que me parece un equipo creativo brutal e infravalorado. Literalmente nunca he visto a nadie comentar en redes algo de estos dos artistas, y me parece una pena porque en verdad creo que están a un muy buen nivel en estos Titanes. Para muestra, las capturas que os he dejado en esta reseña. Entiendo que están sustituyendo a Nicola Scott de forma temporal como principales dibujantes de la serie, pero la verdad es que no me molestaría que se quedasen como artistas fijos. Eso sí: no me termina de convencer Daniele Di Nicuolo (el dibujante del nº 13 de la serie) para esta colección; desentona demasiado su estilo ameri-manga con el resto de números de la colección.
En general, me lo he pasado bien leyendo estos cuatro últimos números publicados de los Titanes de Tom Taylor, Lucas Meyer y Adriano Lucas. Puede que la propuesta que se hace para esta trama me esté resultando algo repetitiva, pero los tebeos en sí me están pareciendo bastante entretenidos de leer. Aunque claro, preferiría una mayor ambición por parte del guionista; eso no lo voy a negar.
Puntuación: 7/10
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