Reseña de Superman #9-12 de Joshua Williamson, Bruno Redondo y David Baldeón

Finaliza la primera gran saga de Joshua Williamson a los guiones de Superman, con los números 9-12 de la actual etapa. Unos números que, aparte de ofrecer un cierre satisfactorio para todo lo que se ha venido construyendo desde meses atrás, ofrecen un nivel de dibujo superior a la media. A continuación, comparto mis impresiones sobre este cómic.

Puntuación: 8/10

¡SUPER-ARMADURA! La batalla de Superman con El Encadenado lo dejó herido de maneras inesperadas, ¡pero el Escuadrón de Venganza de Lex Luthor aún se está formando! ¡Para salvar Metrópolis, Superman no tiene más remedio que ponerse una armadura especial construida por Lex! ¡Con obras de arte del artista de Nightwing ganador del premio Eisner, Bruno Redondo!

Ayer os comentaba en mi reseña de los últimos números de Philip Kennedy Johnson en Action Comics lo poco que me gustó su último arco argumental destinado a finalizar con su etapa en dicha cabecera, puesto que me parecieron cómics insípidos y extremadamente aburridos. Y no voy a mentir: tenía miedo de que este mismo problema se repitiera con la propia serie de Superman, que actualmente está siendo guionizada por el escritor Joshua Williamson. Afortunadamente, estos fallos no se han vuelto a repetir; en su lugar, me he encontrado con unos cómics sumamente entretenidos a la par que divertidos que me han devuelto las ganas de leer más historias del Hombre de Acero, algo que NO me esperaba de una etapa que, hasta el momento, y si bien me gustaba, no me parecía de ninguna manera una locura. 

Mirad que desde el principio no me llamaba en lo absoluto la atención el tema de Pharm y Graft, los nuevos villanos que buscan vengarse de Lex Luthor por una reyerta del pasado, pero lo cierto es que, con el pasar de los números, Williamson ha conseguido que me interesen hasta el punto de querer volver a verles en siguientes sagas de esta etapa. Y esto se debe al tratamiento que han recibido en estos últimos números, que me ha recordado mucho a la esencia clásica de los supervillanos clásicos algo más simplones, pero mucho más carismáticos que lo que suelen ser hoy en día. Y en realidad, esto que menciono de la esencia clásica resume muy bien lo que han sido estos últimos capítulos que he leído. Se nota que el guionista ha tomado muchísima inspiración de tebeos del siglo pasado, algo que va muy en concordancia con la actual línea de DC gracias a series como la reciente World's Finest (reseña aquí). Y seamos francos: ese es un muy buen espejo en dónde mirarse por parte de Joshua Williamson. 

Pero lo de la esencia clásica no termina ahí, puesto que todavía me queda por hablaros del capítulo en que Superman es transportado contra su voluntad al siglo XIX, a la Metrópolis del Viejo Oeste. ¿Puede haber algo más anticuado y caduco que una historia de superhéroes cuya principal premisa sea la de un viaje del tiempo con gimmick histórico? Porque yo diría que no. Y aun así, es un cómic que funciona a las mil maravillas. Es que, que este haya sido el episodio que más me ha gustado de la etapa dice mucho del espíritu y esencia que esta rezuma. 

Por si todo lo mencionado fuera poco, a nivel de guion me ha parecido espectacular el cierre de saga que le ha dado Joshua Williamson a este primer tramo de la serie. Se nota que lo tenía todo pensado desde que empezó a escribir las historias del Hombre de Acero y que se ha tomado su tiempo en construir una trama sólida, con un final concluyente que no se siente sacado de la chistera. Esto es algo que contrasta mucho con la etapa que PKJ ha realizado en paralelo en Action Comics, cuyo final me pareció anticlimático y poco concluyente con lo que se desarrolló en números previos. Aquí en cambio, en la serie de Superman, se nota que todas las piezas estaban dispuestas para llegar a determinado punto; por eso se siente un cierre tan satisfactorio. 

Y la guinda en el pastel de un final tan épico y satisfactorio para mí ha sido tener la participación de dos grandes dibujantes españoles como son Bruno Redondo (Nightwing) y David Baldeón (X-Factor), que han terminado por perfeccionar estos tebeos. Cada uno se encarga de su propia mitad en esta saga de cuatro episodios, y considero que ambos están a un muy buen nivel y no desentonan en lo absoluto entre sí. En el caso de Redondo era evidente que iba a lucirse, pues ahora mismo lo está petando en la serie de Nightwing junto a Tom Taylor y ahí estamos viendo de qué es capaz como dibujante. Lo que no me ha parecido tan evidente y me ha sorprendido es ver cómo David Baldeón consigue destacar de tal manera que puede sentarse en la misma mesa que Redondo sin desentonar en lo absoluto. Y eso que en realidad este dibujante no me gustó nada cuando leí los cómics de Factor-X, pero eso no quita que en Superman me haya parecido un muy buen dibujante a la altura de la colección.

Con unos dibujantes como estos y con un guion como el de Joshua Williamson, da gusto leer cómics de Superman. Lo he disfrutado bastante más de lo que me esperaba, y eso que tampoco iba con expectativas bajas. Supongo que esta es la tónica de la actual DC: cómics con sabor a clásico y con los mejores dibujantes disponibles en el mercado. Realmente, pocas cosas malas puedo decir de estos cómics, pues lo cierto es que me han parecido sobresalientes; o al menos, al nivel de series como la actual Green Lantern, que ya sabéis que me flipó cuando la leí. 

El final de la primera gran saga del Superman de Joshua Williamson ha resultado ser una gozada que no me esperaba para nada que fuera de tan buena calidad. Ojalá que esta colección se mantenga con este nivel de calidad por mucho tiempo, porque de verdad me parece que ha pegado un subidón importante, gracias a tener a buenos creativos al cargo.  Recomendado al 100%.

Puntuación: 8/10

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