Reseña de Los Nuevos Titanes 1 de 6: El Albor de los Titanes (1980-1981)

 
Con un rápido vistazo al blog, os daréis cuenta de que no suelo leer demasiados cómics de DC. De hecho, si prestamos atención a la etiqueta dedicada a la editorial en el blog, tan solo hay poco más de una decena de entradas del tema; casi todo reseñas sobre historias de Superman. Y esto no se debe tanto a una falta de interés por esta editorial per se, pues en sus publicaciones se encuentran algunos de mis personajes favoritos del mundo superheroico. En realidad, esto se debe a que en España, más que en ningún otro país, hay una importante falta de reediciones de etapas clásicas de DC, lo que se traduce directamente en que la mayoría de lectores probablemente interesados en ellas tengamos que recurrir a medios quizás no tan cómodos como la lectura digital para acceder a ellas. 

Una "solución" que ECC Ediciones (los encargados de traer el material de DC a España) ha encontrado a corto plazo para solucionar tal carencia en su catálogo es recurrir a los crowdfoundings, en los que el público financia la reedición de estas etapas para que posteriormente sean lanzadas en  formatos populares en librerías especializadas. Y dentro de lo absurdo y estúpido de la decisión, que desde luego no es la mejor, yo me alegro de poder acceder de manera sencilla a los Nuevos Titanes de Marv Wolfman y George Pérez, que se trata de una de las etapas que más me han llamado la atención de toda la década de los ochenta junto al Superman de John Byrne.


Nuevos Titanes es un relanzamiento del clásico equipo de los Jóvenes Titanes creado originalmente por Bob Haney en el año 1964, en un rescate llevado a cabo por la dupla creativa de Wolfman y Pérez. Estos dos autores venían precisamente de Marvel Comics, lo que por otra parte explica mi interés reciente por la etapa, pero lo que en realidad más me llamaba la atención era la premisa de la colección. Porque no es tan común dedicar cabeceras enteras a grupos de adolescentes en la Casa de las Ideas, salvo contadísimas excepciones, y esa premisa la verdad es que me atrae bastante dentro de una DC en la que en primer lugar ya era la norma que cada superhéroe establecido tuviera su versión juvenil. Por otra parte, es bastante raro encontrarse con relanzamientos franquicias de superhéroes en pleno siglo XX, pese a lo común que es hoy en día. 

Todos estos elementos, y algunos más, hacen de los Titanes de Wolfman y Pérez una etapa lo suficientemente jugosa como para despertar mi interés. Yo no soy un lector demasiado experimentado ni tampoco tengo la nostalgia por la que es tan querida esta etapa. Realmente, mi interés es genuino, no propulsado por recuerdos de una época mejor; y ya os adelanto que este New Teen Titans me ha parecido un cómic sumamente refrescante y divertido que destila esencia superheroica por todos sus poros. Como lector joven, además, os puedo decir que no me ha parecido que sea un cómic añejo. Me ha parecido bastante moderno, de hecho. Y eso es algo que valoro mucho, teniendo en cuenta que se produjo hace ya cuarenta años y que muchos de los tebeos del momento se sentían mucho más anticuados que este.


Ya con el inicio de esta historia, presentado entre el New Teen Titans #1 y el DC Comics Presents #26, somos conscientes de cuan diferente va a ser respecto a otros comienzos de grupos de superhéroes. El inicio "in medias res" de la historia, presentado a los personajes nuevos como si siempre hubieran formado parte del equipo, para luego introducirlos formalmente al lector en la primera entrega real de la cabecera. Me ha gustado mucho, además, que se opte por darle más miga a la reunión de los miembros del equipo, pues si bien es un origen que comparte muchas similitudes con el de otras series, tiene su propio estilo al proporcionarle cierta aura de misterio e intriga a la historia. Y eso es algo que se seguiría haciendo en los siguientes meses de colección.

Robin, Kid Flash, Wonder Girl, Changeling, Raven, Cyborg, Starfire. Todos ellos son los miembros de los Titanes; los últimos tres, son personajes completamente nuevos creados por Marv Wolfman y George Pérez para la ocasión. Y tiene mérito, teniendo en cuenta que se tratan de, básicamente, los miembros más populares del grupo hoy en día. Pero no solamente los héroes cuentan con personajes nuevos, pues villanos como Deathstroke o Trigón también son nuevas incorporaciones que permearían por siempre en el imaginario colectivo de los lectores de DC. Entre todas estas cosas que ya se encuentran en los cinco primeros números de la colección, le podemos atribuir a la etapa un mérito creativo sin igual que la convierten en una de las más importantes de su década. 


Lo cierto es que en sus primeras entregas se trata de una serie que se siente fresca y muy divertida de leer, aunque las dinámicas entre los distintos personajes parecen bastante básicas para la época de la que estamos hablando. Sin embargo, para mí decae un poco en todo lo relacionado con Raven y su padre Trigón. Es una saga que, la verdad, me ha parecido algo insípida y que quizás no era el momento más adecuado el introducirla en los primeros seis números por lo "compleja" que resulta en comparación a las anteriores historias. Por otra parte, siento que se alarga demasiado para lo que tiene por contar. Además, Raven, como recuerdo que comentó Pedro Monje en el podcast Sala de Peligro, es un personaje cuya única función es la de ser un Deus Ex Machina con patas, por lo que tampoco me interesa demasiado conocerla en profundidad; es demasiado aburrida. En este punto, el buen sabor de boca que estaba teniendo respecto a la serie se va marchitando...

Los Nuevos Titanes para mí se habían descarrilado. Afortunadamente, tras terminar la saga de Trigón, la cosa se encauza de nuevo, volviendo a los villanos de opereta algo más ridículos, menos ambiciosos. Pero lo que sin dudas más me ha gustado de este momento Post-Trigón es la vuelta al enfoque de vida cotidiana de los diferentes miembros del supergrupo, permitiendo que les veamos en profundidad, conociendo más sobre ellos. El estandarte de este enfoque es el New Teen Titans #8 USA "Un día en las vidas" un episodio que se centra casi exclusivamente en mostrar la vida cotidiana de la mayoría de miembros del equipo y que se encuentra entre uno de los más valorados de esta etapa.


Este episodio permite que muchos lectores comencemos a empatizar de verdad con unos personajes que al principio no eran del todo complejos. Y la verdad que es que se agradecen mucho este tipo de "parones" en la acción para mostrar más la vida normal de nuestros superhéroes favoritos. Al menos, a mí me encanta la naturalidad con la que se hace. Y, por otra parte, también nos permite tomarnos un respiro después de tanta acción sin freno en anteriores arcos argumentales; de otra forma, acabaríamos cansados de leer tanta acción sin fondo. Yo diría que, de estos doce primeros números, este ha sido mi favorito. Posterior a eso, volvemos un poco a la tónica habitual de enfrentarse a villanos tan típicos como esos Cinco Terribles o Deathstroke. Nada destacable por el momento, aunque sean cómics bastante entretenidos.

Ahora bien, debo decir que he disfrutado mucho los números del 11 al 12 de los Nuevos Titanes. No me esperaba que fueran a tratar directamente el tema de la mitología griega y todo el microuniverso de Wonder Girl, pero la verdad es que me ha parecido muy refrescante el pasar de aventuras más convencionales a toda una epopeya ambientada en el aspecto mitológico de la antigua Grecia. Sobre todo ver a un dibujante de la talla de George Pérez, tras mejorar mucho en el transcurso de la colección, ilustrar a dioses, criaturas y todo lo relacionado con el Olimpo.


Y es que en realidad esa es una de las grandes cosas de tener a George Pérez como dibujante y co-creador: poder ver cómo se desenvuelve su arte en distintos y variados entornos, además de ver cómo evoluciona mediante el pasar de los números. No sé si me equivoco al decir que este es uno de los primeros grandes trabajos de Pérez, pero ciertamente lo parece. Además, aquí le vemos experimentar con el formato comiquero, retorciendo las viñetas, experimentando con la narrativa del medio... Vaya, que no estamos ante un cómic cualquiera a nivel gráfico. Salvo por un fill-in dibujado por el veterano Curt Swan, todos los números aquí recopilados están firmados por el propio George Pérez, por lo que la calidad es incuestionable e inevitable. 

Al final, los Nuevos Titanes de Marv Wolfman y George Pérez es un cómic bastante disfrutable que brilla sobre todo en la caracterización de personajes y en su excelente nivel gráfico, que se halla por encima de la media dentro de su época. Tiene momentos en dónde quizás no me ha parecido tan brillante, como en toda la saga de Trigón, pero esos puntos negativos palidecen ante todo lo bueno que tiene por ofrecer la colección.


No me ha parecido ninguna locura en comparación a otras etapas publicadas en el mismo marco de tiempo. El Invencible Iron Man de David Michelinie, por ejemplo, me gustó más en sus primeras entregas. Pero, por otra parte, soy consciente del potencial que seguro se explotará dentro de los Nuevos Titanes, aumentando gradualmente la calidad de la colección hasta niveles estratosféricos que justifiquen totalmente el aprecio que le tiene el gran público a esta etapa. Y yo, sinceramente, tengo bastantes ganas de descubrir de qué forma se conseguirá esto. 


Los Nuevos Titanes de Marv Wolfman y George Pérez es un clásico superrefrescante del género superheroico, aunque todavía tiene mucho potencial por explotar. 

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