Reseña de El Invencible Iron Man 1 de 3, de Michelinie, Layton y Romita Jr.


A lo largo de este 2023, Panini España se ha dedicado a introducir nuevos formatos de publicación de cómics Marvel, y uno de los que más ha llamado la atención del aficionado es este de Obras Maestras Marvel, una línea editorial dedicada a reeditar etapas míticas de los personajes en tapa dura, con papel poroso y encuadernación holandesa. Ya se han confirmado múltiples historias que próximamente se empezarán a publicar en este formato, pero la primera de ellas ha sido una de las etapas más influyentes de Iron Man, concretamente la que orquestaron David Michelinie y Bob Layton con los dibujos de un jovencísimo John Romita Jr. 

En estos tiempos nadie puede negar la popularidad del personaje gracias a las producciones cinematográficas de Marvel Studios, pero esto no ha sido siempre así; antaño, el Vengador Dorado era un superhéroe casi de segunda, muy por debajo en popularidad comparado a otros como Spiderman o la Patrulla-X, de la misma editorial. Estos tebeos, contenidos en este tomo, sirvieron para que empezara a crecer en popularidad, o al menos hacerse más conocido en el mundillo del cómic. Varias de las historietas aquí contenidas han influido de una u otra forma a otras del género de los superhéroes y se han convertido en verdaderos iconos del medio. 


Hablar de la etapa de Michelinie-Layton es hablar de innovación, de uno de los cómics de la editorial más rompedores, de historia pura del género. La dupla que formaron estos autores dio forma a todo esto. Mientras que Bob Layton era el mayor fan de Iron Man y sabía todo de este personaje, David Michelinie jamás había leído uno de sus tebeos y ni siquiera sentía una pizca de interés en él. Fue una combinación que mezcló las ideas novedosas y frescas de uno con el conocimiento y la experiencia del otro.

El tercer pilar de la etapa fue un  jovencísimo John Romita Jr., quien ilustró las historias con suma maestría, pese a su corta edad. Esta etapa es solo un aperitivo de todo lo que este dibujante ha ofrecido a lo largo de su carrera, pues hay que tener en cuenta que este es su primer trabajo en una serie regular, pero aun así es encomiable lo que consigue en tan pocos números. Ya marcaba maneras con apenas veinte años.


En este primer tomo de los tres que se publicarán, se incluyen tanto los primeros episodios de Michelinie y Layton como los últimos que escribió Bill Mantlo al frente de la serie regular. Es una decisión bastante acertada, pues tener en cuenta que esos dos guionistas entraron en medio de un arco argumental legado por Mantlo. Además de servir para contextualizar la etapa, sirve también para que veamos los cambios que va introduciendo poco a poco Michelinie en la serie, como por ejemplo el cese de la relación de Tony Stark con Whitney Frost, el último clavo de la etapa de Mantlo. 

Varios personajes nuevos son introducidos al poco de empezar la etapa, como es el caso de James Rhodes y Bethany Cabe. Son dos personajes que resultan ser esenciales para la vida privada de Tony Stark, sus dos anclas a la realidad lejos del terreno superheroico y empresarial. Introducir civiles en las series de superhéroes es algo que se repite en casi todas las series, pero pocas veces he visto a un guionista introducirlos de manera tan natural y efectiva como en este Invencible Iron Man, sorprende especialmente al tener cuenta que son personajes creados para la ocasión y no han salido en ningún tebeo anterior. En muy poco tiempo se han convertido en figuras esenciales para la serie, pese a que autores futuros no siempre han sabido utilizarlos bien. 


Pero si por algo es conocida esta etapa no es solo por el impresionante dibujo o los grandes secundarios, no, nada de eso: lo que de verdad ha perdurado en la memoria popular es el problema de alcoholismo que Tony Stark desarrolla en estos episodios. El Demonio en una Botella es una de las historias más conocidas y homenajeadas del género, que ha tenido repercusiones incluso a día de hoy en la cabecera del personaje, convirtiéndose en uno de sus tropos más repetidos. 

Sorprende ver que el tratamiento que le dan estos autores a un problema tan real en la vida de millones de personas, sea con tanta delicadeza y empatía. Como lector te crees de verdad todo lo que Tony está sufriendo como persona, y también te crees que se dé a la bebida para evadirse. Concretamente con el número #128 es con lo que muchos podemos sentirnos identificados y podemos tomar de referencia para salir adelante.

Convertir a un superhéroe en alcohólico es un acto de valentía que debe ser tenido en cuenta, y es una de las razones por las que este personaje es tan reconocido a día de hoy. Tener que superar un problema tan real con pura fuerza de voluntad y la ayuda de tus seres queridos le ha convertido en el Vengador más humano de todos. 


Renovar así a un personaje hasta este punto es algo realmente encomiable y hace que Tony Stark como personaje sea muy creíble, pero recordemos que él no sólo es una persona común y corriente; también es un superhéroe de brillante armadura, y cómo tal también tiene una cuadrilla de supervillanos que busca hacerle la vida imposible. A priori, uno podría sentir que el único enemigo destacable de Iron Man hasta este punto sería el Mandarín, y solo por decir alguno, pero el binomio guionista de esta etapa logra poner fin a eso al introducir a un nuevo archienemigo mucho más interesante de lo que nunca había sido aquel villano chino: uno llamado Justin Hammer.

Hammer nació para ser la sombra de Tony Stark, una especie de figura contraria que al igual que él era un empresario multimillonario, con la pequeña diferencia de que el villano aquí tenía a toda una guardia de supervillanos de bajo perfil contratados. Esto se introduce para darle una explicación al cómo los enemigos que Iron Man enfrentaba en su serie regular siempre conseguían salir de la cárcel con sus armas mejoradas, dándole verosimilitud al Universo Marvel como tal.


Aparte de la del Invincible Iron Man #128, mi historia favorita contenida en este volumen es la que cruza al Vengador Dorado con Namor, el Hombre Submarino. Son unos números que sirven para presentar a la petrolera Roxxon, que es otro de los tantos elementos que esta etapa ha aportado a la Casa de las Ideas, pero lo que de verdad me gusta de esta línea argumental es la participación del propio Namor, que me da la sensación de que sus ideales y su forma de actuar están muy bien escritos, dejando un mensaje al final de dicha historia bastante necesario, incluso a día de hoy.

En cuanto al formato presentado en esta nueva línea editorial, poca queja puedo tener: la verdad es que es un lujo poder disfrutar de estas historias clásicas de superhéroes en un tamaño parecido al original y con ese papel ófset con el que lucen tan bien este tipo de tebeos. Eso sí, tengo mis dudas en cuanto a la encuadernación; a mí no me parece que vaya a resistir bien las relecturas, pero en general parece que está bien.


Después de haber leído todas historias, ahora soy consciente de la importancia que han podido tener para muchas personas. Sin duda a los niños que leyeron la serie en aquella época les debió impactar una barbaridad el ver a uno de sus héroes favoritos caer en algo tan grave, y seguro que muchos adultos de hoy en día se pueden ver reflejados. Sorprende la delicadeza con la que se tratan estos temas, y ahora solo queda ver como termina por desenvolverse toda la trama. Confío plenamente que lo mejor de la etapa está todavía por llegar, y eso es decir mucho dado al nivel demostrado

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