Reseña de Biblioteca Marvel: El Asombroso Spiderman 3 (1964)


Tenía ganas de continuar leyendo la Biblioteca Marvel del Spiderman de Stan Lee y Steve Ditko, que con su tercera entrega alcanza ya el número 15 de la numeración original de The Amazing Spider-Man. Es algo bastante curioso, pues yo nunca he sido un gran aficionado a las aventuras de este personaje, pero con estos primeros números me he dado cuenta de que tienen un origen bastante interesante; especialmente por lo definido que están todos sus conceptos básicos. ¡Además de un cómic, es una máquina del tiempo!


Estamos ante un tomo con novedades bastante relevantes dentro de lo que fue la Era Marvel de los Cómics, pese a continuar con la mayoría de aspectos básicos presentados en anteriores episodios. El ejemplo más claro es la historia narrada entre el TASM #11-12 USA, ya que se trata de la primera historia en dos partes protagonizada por Spidey. Curiosamente, esto se hizo recuperando dos conceptos que gustaron mucho al público de la época, como lo son el Doctor Octopus y la temática de mafiosa. Ambos conceptos volverían repetidamente en posteriores años, demostrando una vez más lo que he comentado en el primer párrafo. 

Dentro de lo que son estas aventuras superheroicas iniciales, lo que más ha ido destacando en cada volumen es la introducción de importantes villanos que se han seguido utilizando durante las décadas siguientes, como ya fue el caso del Lagarto y Electro en el volumen previo. No obstante, ha sido en este tercer volumen en dónde se han introducido varios de los enemigos más importantes, hasta el punto en que dos de ellos antagonizan las mejores historias del trepamuros. 


Estoy hablando, por supuesto, de Mysterio, Kraven el Cazador y el Duende Verde, que son presentados cada uno en tres números consecutivos, posteriores a la saga que mencioné antes. En este punto, ya ni siquiera sorprende que la dupla creativa formada por Stan Lee y Steve Ditko logren crear y establecer una galería de villanos tan sólida mucho antes siquiera de llegar a la veintena de números publicados dentro de la serie, afianzando así la sensación de que The Amazing Spider-Man es, sin duda alguna, una de las mejores cabeceras de la Marvel Comics del momento.

Es relevante comentar un hecho fundamental dentro de la primera aparición del Duende Verde: contrario al resto de villanos presentados hasta el momento, su identidad no es revelada en ningún momento y esta se mantiene en secreto durante todo el episodio. Aunque a día de hoy todos tengamos claro que se trataba de Norman Osborn, en aquel momento este asunto debió intrigar mucho a los lectores, que no supieron hasta decenas de episodios después quién era realmente el que se hallaba detrás de la máscara. Y es interesante más que nada porque este sería un tropo que se repetiría en multitud de ocasiones dentro de la misma franquicia del arácnido, el del villano cuya identidad se mantiene en secreto durante muchos capítulos hasta la gran revelación. 


Aunque siendo sinceros, hay algunas cosas que no me han terminado de cuajar leyendo estos números. Por ejemplo, lo extremadamente repetitivas que resultan estas historias con ojos del 2024. En algunos momentos, en verdad me ha costado terminar de leerlas, y eso que suelo disfrutar bastante de estos clásicos de los años sesenta. En parte, supongo que tiene que ver con el poco apego que le tengo al personaje de Spiderman en general, que impide que pueda disfrutar de sus primeros pasos, contrario a lo que me pasa con otros como Thor y los Vengadores. 

Pero lo que también es cierto es que prácticamente todos estos cómics de Spiderman siguen exactamente el mismo patrón: "Aparece un nuevo villano, combate por primera vez con Spidey y este pierde, se reencuentran de cara al final y esta vez sí que consigue ganar al villano". Es una estructura demasiado repetitiva que le quita la emoción que deberían tener estos primeros encuentros. Eso hace que me vea incapaz de disfrutar totalmente de estos cómics, pese a reconocer su indudable valor histórico.


Como con el resto de colecciones dentro de la Biblioteca Marvel, he disfrutado adecuadamente de estos primeros cómics de Spiderman. No obstante, esto no quita que se me puedan hacer algo aburridos teniendo en cuenta que yo no soy ningún apasionado de este personaje; principalmente, por lo repetitivas que suelen  ser sus historias. Es un punto negativo en los guiones de Stan Lee. Por el contrario, con Steve Ditko pocas quejas puede haber en el dibujo. Por el momento se mantiene fresco, e incluso ha mejorado en ciertos aspectos como las perspectivas dentro de las viñetas. 

El Asombroso Spiderman continúa ofreciendo algunos de los mejores cómics de la primera mitad de la década de los sesenta, y yo me alegro de poder disfrutar de ellos en una edición tan económica y cómoda de leer como lo es la Biblioteca Marvel.

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