Hace unos días os comentaba el inicio de una de las obras de Jonathan Hickman fuera de Marvel Comics. En este caso, "Este del Oeste", con su reciente reedición en formato tochal. Dicho tomo salió a la venta en enero de este mismo año, y tan solo unas semanas después, para febrero, se ha publicado en España su nuevo proyecto: "G.O.D.S.", en compañía de los artistas Valerio Schiti y Marte Gracia, cuya intención es redefinir la cosmogonía del Universo Marvel. Desde luego, en nuestro país ha sido un principio de año cargado de novedades respecto al guionista de Carolina del Sur. ¿Y qué os puedo decir yo? No es novedad decir que, para mí, él es uno de los mejores guionistas de cómics; quizás el mejor. Por ello, esto es una alegría para mí: El final de Ultimate Invasion, la reedición de X de Espadas, los integrales de East of West: Ultimate Spiderman, y ahora "Dioses". Me lo están poniendo en bandeja.
Dejándonos ya de preámbulos respecto a la innegable pasión que siento por los cómics de Hickman, toca preguntarse: ¿Qué es Gods / Dioses, la nueva cabecera escrita por él mismo? ¿Es que acaso no tiene suficiente con los prados verdes del nuevo Universo Ultimate? ¿De verdad necesita meterse en dos jardines marvelitas al mismo tiempo? Pues bien, parece ser que sí.
D.I.O.S.E.S. es una nueva cabecera en el sentido más extenso y literal de la palabra. No solamente la numeración es nueva; muchos de los elementos presentados- incluyendo a los protagonistas- forman parte de conceptos novedosos y nunca vistos en la editorial, creados para la ocasión. Es, por lo que se promete en la sinopsis, una redefinición de la parcela cósmico-espiritual de Marvel Comics, una que pretende un efecto similar al causado por HoX/PoX dentro de la franquicia mutante. La idea es ambiciosa; la ejecución, francamente prometedora.
Considero que la editorial ha dado en el clavo al apostar tanto en este proyecto. Es un tebeo divertido, entretenido; sencillo de seguir, pese a tratarse de un autor que a veces no resulta nada sencillo escribiéndolos. Diversos conceptos son presentados -como el relativo a los dos personajes principales, Wyn y Aiko- que seguramente serán desarrollados en posteriores episodios, pero cuyas bases son sólidas e interesantes. En ese sentido, quizás falla el eslogan: la redefinición de la cosmogonía Marvel no está muy definida, no todavía. Sé que lo estará, pero no por ahora; no es el mismo estilo de "golpe sobre la mesa" como el visto en House of X y Powers of X, sino que es un cómic más al estilo clásico. Pero más allá de quejitas puntuales, como os decía, este es un cómic que vale muchísimo la pena.
Tengo la sensación de que Hickman ha tomado nota de las numerosas quejas respecto a su falta de tacto a la hora de tratar a los personajes, esa manera que tiene de utilizarlos como meros peones en su gigantesco tablero de ajedrez. Porque Wyn, el protagonista creado para la ocasión, rebosa carisma en cada viñeta en que aparece, y no me cabe duda de que se ganará el cariño de todos los lectores con el paso de los meses. No es una pieza más en el juego hickmaniano; este primer episodio está dedicado únicamente a él y a su desarrollo, a establecerse como personaje. Es, pues, un camino diferente al tomado siempre por Hickman, uno quizás más luminoso y personal; yo estaré encantado de transitarlo si el nivel continúa siendo así.
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