Una de las novedades del plan editorial de 2024 en Panini Cómics que más me llamó la atención fue el anuncio de la Biblioteca Conan, una nueva colección que recopilaría la serie clásica de Conan el Bárbaro en un formato idéntico al de la nueva Biblioteca Marvel. Tras leer el número 0 de la nueva etapa de Jim Zub y el primer volumen de La Espada Salvaje de Conan, mi hambre por las historias de la Edad Hyboria se encuentra en su punto más álgido, por lo que era de esperar que en algún momento me decidiera a picotear este nuevo formato.
.jpg)
Es una decisión bastante lógica; sobre todo teniendo en cuenta que el arte de Barry Windsor-Smith es uno de los elementos que más me encandilaron en mi primer contacto con la franquicia. Su trabajo dentro de Savage Tales en relatos como Clavos Rojos o La Hija del Gigante de Hielo es indiscutiblemente soberbio. Por ello, este primer volumen de Biblioteca Conan resulta esencial para los que, como yo, acabaron enamorados del artista, pues se trata de su primera vez trabajando con el personaje.
Más allá del estreno de Barry Smith, -y de la propia cabecera de Conan- este resulta un formato ideal para leer las primeras aventuras del personaje dentro del mundo del cómic. La otra edición disponible, la de los Marvel Omnibus, resulta incómoda y aparatosa a la hora de leer; hace un tiempo lo intenté en una Biblioteca Pública de mi ciudad, pero simplemente, con sus casi ochocientas páginas y su peso descomunal, se me hizo imposible.
Esta Biblioteca Conan, por el contrario, resulta comodísima, al contar con tapa blanda, papel poroso y un menor número de páginas. Esto hace que sea un libro mucho más manejable y cómodo de leer, pese a no renegar de una abundante cantidad de extras que a mí, personalmente, no me interesan demasiado. Sin lugar a dudas, es el mejor formato disponible para disfrutar de estos cómics.
En un primer vistazo, parece que todo son ventajas. La calidad es buena, el formato es manejable y el material recopilado es pura historia del comic-book norteamericano. ¿Qué pega se le podría poner? A simple vista, no parece tener ninguna. Salvo que sí la tiene. Y es que todos ya debéis estar enterados de la alarmante subida de precios que ha sufrido la línea completa de la nueva Biblioteca Marvel, llegando a aumentar en dos euros el P.V.P. oficial.
Este aumento ha afectado también a la colección de Conan, y básicamente ese es el mayor punto negativo que uno le puede encontrar. No es justificable de ninguna de las maneras, y a mi parecer eso le resta muchísima credibilidad a Panini como compañía. Es vergonzoso a la par que desesperante que año tras año sigan haciendo lo mismo y aun así tengan la caradura de hacer como si no hubiera pasado nada; ni siquiera se han dignado a explicarlo en algún comunicado. Por ello, desde aquí pedimos seriedad y más compromiso con el lector.

Dejando a un lado la desfachatez de algunas casas editoriales, cabe tocar ya el tema del contenido en sí y no tanto del continente, que si bien es relevante, no lo es tanto como lo es el interior. Y es que, en sí, nos encontramos ante los cinco primeros números de Conan The Barbarian publicados entre los años 1970 y 1971 de la mano de Roy Thomas -el guionista- y Barry Smith -el ya mencionado dibujante- quiénes juntos se encargarían de una gran parte de la cabecera en sus primeros años. Por tanto, hay que tener en cuenta que nos encontramos ante unos tebeos clásicos con más de cinco décadas a sus espaldas que deben ser juzgados como tal.
Esto lo digo porque sería fácil mitificar este cómic y perdonarle casi todas sus carencias, pues es algo que yo mismo he hecho con otros clásicos Marvel. Sin embargo, y contra todo pronóstico, no ha sido necesario hacerlo: incluso a día de hoy, es la mar de disfrutable. Si bien posee.los manierismos típicos de la época, son historias que se sienten mucho más frescas y modernas que muchas otras de la editorial publicadas en el mismo año.
De un modo similar al visto en
Savage Tales, cada episodio es autoconclusivo y narra algunas de las aventuras protagonizadas por Conan. Cada cómic suele ser una adaptación de los relatos y poemas originales de
Robert E. Howard, su creador, pero también existen aquellos números con guiones completamente originales de
Roy Thomas.
Esta manera de estructurar la colección la convierte en una ideal para los ratos sueltos del día a día, puesto que no es recomendable pegarse un atracón con cómics que apenas tienen continuidad entre sí. Lo recomendable es leerla poco a poco, disfrutando de cada relato. Por estas mismas razones considero ideal el formato de la Biblioteca Conan; al ser ligero, puede ser fácilmente transportable y leído en cualquier parte.

Por otra parte, la calidad de las historias va en aumento con cada entrega: la primera presenta en muy pocas páginas los tropos más conocidos de Conan, incluyendo su futura coronación como rey y el pasado de su mundo con Kull el Destructor. Ambos son elementos esenciales en la mitología de la franquicia, y por ello es de agradecer que queden establecidas tan temprano en la colección. Si bien no es sorprendente, puesto que, como ya he dicho, estos cómics se basan en relatos previamente escritos del autor original. En siguientes episodios la apuesta crece, si bien se nota que Thomas y Smith están experimentando con el tipo de elementos que incluir dentro de estas historias. Por poner un ejemplo concreto, en uno de los episodios aparece una avanzada civilización de monos habitando una ciudad subterránea; algo demasiado fantasioso, a mí entender, para tratarse de Conan. En el siguiente episodio, en cambio, la acción se ambienta dentro de una guerra fronteriza entre dos naciones; algo mucho más acorde a lo que uno se espera leer en una serie de esta índole.
Ambos autores buscan incansablemente encontrar la tónica adecuada para la cabecera y desarrollar a partir de ahí el resto de episodios. De ahí eso de la calidad en aumento con cada entrega: cada vez mejoran más la narrativa de cada relato.
Algo que sí queda rápidamente establecido es la continuidad directa entre episodios. Si bien antes comenté que cada número es autoconclusivo, lo cierto es que existe cierto hilo argumental que establece el viaje del bárbaro. Si nos basamos en el mapa incluido en este primer volumen, descubrimos que el protagonista sigue una ruta muy concreta a través de cada uno de los reinos, pueblos y ciudades en los que aparece dentro de cada una de las historias, marcando así una singular aventura que, esperemos, continúe en las próximas entregas.
Tanto es así que, aparentemente, la idea de Roy Thomas es hacer crecer en edad al protagonista. En estos cinco episodios nos encontramos con un Conan algo más joven e inexperto, cuyas capacidades de liderazgo todavía están por germinar. Ni siquiera tiene el físico corpulento que a todos nos viene a la cabeza cuando pensamos en él; se le muestra más delgado y atlético.
La combinación entre aventura lineal (sin obviar que cada relato es autoconclusivo) y crecimiento personal del protagonista, hace de Conan The Barbarian una cabecera que se puede convertir a largo plazo en una mucho más interesante que su hermana, The Savage Sword of Conan, centrada en otros aspectos.
En cuanto al dibujo de Barry Windsor-Smith os puedo decir prácticamente lo mismo que dije hace unos párrafos al respecto del guion: se trata de un artista que se crece con cada número, mejorando y evolucionando a un ritmo vertiginoso. Se adapta con rapidez a las necesidades y estética de la edad Hyboria, convirtiéndose, poco a poco, como quien no quiere la cosa, en el artistazo que ilustrará la posterior adaptación de Clavos Rojos. Es cierto que todavía está un poco verde en estos primeros números, pero es innegable la increíble mejora que tiene entre grapa y grapa.
Por otra parte, más relacionado con la edición, me ha sorprendido el coloreado que se le han dado a estas páginas. Habiéndome acostumbrado a la tinta bruta de Smith en sus Relatos Salvajes, me esperaba un mayor choque visual con el cambio a color, pues en principio no me llamaba la atención verlo así; no obstante, me he encontrado con unos colores más apagados y considerablemente más agradables que los visto en otras ediciones. En definitiva, no me gusta más que el Barry Smith en blanco y negro, pero tampoco está nada mal dentro. Por lo menos se han esforzado en darle un acabado diferente a la edición nueva.

En sí, he disfrutado mucho de estas historias. Es agradable leer los orígenes de Conan el Bárbaro en el mundo del cómic; más en una edición como ésta, tan completa y cómoda. Es una lástima que el lanzamiento se vea manchado por las políticas abusivas de Panini al aumentar de forma considerable el precio (antes accesible) de la Biblioteca Marvel; más cuando no hay ninguna garantía de que no vaya a subir otra vez. Pero bueno, ya os adelanto que ocurrirá; así de caraduras son.
Si os interesa la colección y queréis adquirirla, yo os animo a esperaros hasta el año que viene, cuando adelanten el plan editorial de 2025. Es la única manera de asegurarse de que no vayan a subir el precio a mitad de recorrido e ir preparado en el caso de que lo hagan. Por lo demás, son buenos tebeos. Recomendables, sin duda. La lástima es lo que hace la editorial por rascarse unas perras más.
¡Muchas gracias por leer este post! Si te ha gustado puedes dejar tu comentario y, si quieres, compartir este artículo por las redes. También puedes invitarme a un cafelito.
¡Saludos!
Comentarios
Publicar un comentario