Reseña de Los Pecados de Siniestro 1-5 de Gillen, Ewing y Spurrier


Uno de los grandes pendientes que tengo con la Era de Krakoa dentro de la franquicia mutante ha sido Sins of Sinister, el microevento escrito principalmente por Kieron Gillen y que culmina de cierta forma con lo visto en las páginas de The Immortal X-Men hasta el momento. 

Dicho evento, publicado durante el pasado año, se promocionó como un "redux" de la Era de Apocalipsis, el mítico cruce de los años noventa que presentaba un futuro postapocalíptico dominado por el villano En Sabah Nur. Lo cierto es que los parecidos entre un evento y otro son bastante razonables, lo que a simple vista la convierte en una versión moderna de dicha historia; enmarcada, eso sí, en el actual contexto de la franquicia. 


Tal y como se puede intuir por el propio título del evento, es Mister Siniestro quien actúa como gran enemigo en lugar de Apocalipsis. Es dicho villano genetista quien provoca la divergencia temporal al apoderarse -de forma curiosa- tanto de Krakoa en particular como de la Tierra en general. Esta situación viene heredada de la cabecera de Immortal X-Men, escrita por el mismo Kieron Gillen, cuyos números previos constituyen en una preparación para la llegada de esta historia.

Los parecidos con la Era de Apocalipsis no se quedan en meras similitudes argumentales: la manera de publicar Los Pecados de Siniestro (The Sins of Sinister) diverge esencialmente del resto de eventos de la Casa de las Ideas, asemejándose mucho más a lo visto en el mencionado evento noventero; las cabeceras involucradas se cancelan temporalmente para ser sustituidas por diversas miniseries ambientadas en la nueva línea de tiempo, constituyendo ese el núcleo de la historia y no una mini troncal, como suele ser lo habitual.


Teniendo eso en cuenta, aquí es donde el evento de Gillen peca de poca ambición en comparación  del que se inspira, pues no todas las cabeceras de la parrilla mutante se ven involucradas en el mismo. Tan solo X-Men Red, Legion of X y la propia Immortal X-Men participan activamente en ello, escritas respectivamente por Al Ewing, Simon Spurrier y -obviamente- Kieron Gillen. En los noventa, la cancelación se trasladó a todas las cabeceras de la franquicia-x; en esta ocasión, sin embargo, se reduce a las tres ya mencionadas.

Eso trae cosas buenas, claro está, como el hecho de tener una historia más compacta, una que no se diluye entre decenas de cabeceras diferentes. De hecho, es necesario leer en orden las miniseries que sustituyen a las cabeceras anteriormente mencionadas: Storm and the Brotherhood of Mutants, Nightcrawlers e Immoral X-Men respectivamente, independientemente de si sigues o no las cabeceras originales. 


En ese sentido, la edición española de Panini Cómics hace una gran labor al reunir en una misma miniserie de cinco números las tres mencionadas y los one-shots pertenecientes al evento: Sins of Sinister y Sins of Sinister: Dominion. De otra manera, la recopilación habría sido confusa y desordenada, por lo que se agradece considerablemente la labor de la editorial italiana al ordenar todo este embrollo y facilitar las cosas al lector. 

Las tres miniseries están conectadas en un sentido que las hace brillar mucho en su conjunto, sin importar que cada una de ellas esté escrita por un guionista distinto. Cada número de la edición española -sin contar el primero y el último- recopila tres números de cada una de las miniseries en orden cronológico. Gracias a ello, podemos percibir un detalle sumamente interesante que se posiciona como uno de los reclamos más potentes del evento: los saltos temporales.


Los saltos o elipsis temporales son un elemento esencial para el correcto desarrollo de la historia. Similar a Potencias de X -una de las dos miniseries que dieron inicio la era krakoana- cada número da un salto temporal hacia delante: primero, son 10 años en el futuro; luego, 100 años; finalmente, para el culmen narrativo, 1000 años en el futuro. Estos saltos ocurren simultáneamente en las tres miniseries y nos permiten ver con todo lujo de detalles el devenir oscuro de este futuro dominado por los clones de Siniestro. Sin lugar a dudas, considero que este aspecto del argumento es de lo mejor que tiene por ofrecer el evento.

Si bien es cierto que antes comenté que no es necesario seguir las cabeceras previas para disfrutar del evento, esto no es del todo cierto: leer los números previos de Inmortal Patrulla-X (y por extensión, de Patrulla-X Roja en la grapa española) es del todo necesario para comprender mucho mejor de dónde viene toda la historia y la inercia que esta tiene. 


A su vez, dicha cabecera viene de Inferno, que al mismo tiempo proviene de toda la etapa de Jonathan Hickman en la Patrulla-X. Lo que quiero decir con esto es que no es un evento autocontenido que se pueda disfrutar como lectura suelta: es la consecuencia directa de una cadena larguísima de acontecimientos iniciada desde el año 2019 por otros guionistas ajenos a la historia.  Por ello, Los Pecados de Siniestro son absurdamente inaccesibles para nuevos lectores que vengan sin el contexto previo, por lo que es absurdo recomendarlo como lectura única.

Independientemente de ello, considero a esta historia como uno de los picos de calidad más importantes no solo del pasado año 2023, sino de toda la franquicia mutante desde que Hickman la reestructuró con su etapa. Para mí, es un cómic que tiene mayor un impacto que, por ejemplo, El Día del Juicio, el anterior evento de la franquicia escrito por el mismo Kieron Gillen. Me sorprende ampliamente que no se haya hablado tanto de la calidad de Sins of Sinister, pues considero que es de lo mejorcito desde Dinastía de X y Potencias de X


En lo que respecta al dibujo, me ha gustado mucho la idea planteada para el desarrollo de las miniseries, pues se ha optado por mantener el mismo dibujante en cada una de las eras en las que se ambientan. De esta manera, es Paco Medina el encargado de la etapa tras 10 años: luego, en la de los 100 años, el encargado es Andrea Di Vito; finalmente, en los 1000 años, se encarga Alessandro Vitti. Gracias a esto, en la edición española podemos disfrutar de un mismo dibujante en cada grapa y eso es algo que reafirma el sentido que tiene juntarlo todo en orden cronológico. De otra forma, no tendría sentido.

Concluyendo ya la reseña, debo admitir que Los Pecados de Siniestro han revolucionado mis ganas de continuar con la Inmortal Patrulla-X de Kieron Gillen, pues es en dicha cabecera dónde más se harán notar las consecuencias del evento. Por otra parte, lo que se plantea en sus últimas páginas puede dar pie a una interesantísima saga final dentro de dicha cabecera, y de la cual podemos especular que sus consecuencias resonarán hasta Rise of the Powers of X (Ascenso de Potencias de X


The Sins of Sinister, como la cabecera de donde proviene, es uno de los mejores cómics superheroicos del último año, y por ello merece una efusiva recomendación. Eso sí, siempre teniendo en cuenta lo anteriormente mencionado: no es lo más reader-friendly que se ha publicado.

¡Muchas gracias por leer este post! Si te ha gustado puedes dejar tu comentario y, si quieres, compartir este artículo por las redes. También puedes invitarme a un cafelito.

¡Saludos!

Comentarios