Reseña de Marvel Premiere. Amanecer de X 4


En este cuarto volumen de la colección Marvel Premiere de Amanecer de X se altera por primera vez el orden establecido de series que lo conforman. Patrulla-X pasa de ser el primero a ser el último en la lista. ¿Quieres saber la razón? ¡Sigue leyendo!


Merodeadores cambia de dibujante ¿por segunda vez? No estoy muy seguro, pero debo aclarar que mi favorito hasta ahora es Lucas Werneck, el que firma este cuarto número. Se me hace similar al dibujo de Matteo Lolli, el del primer episodio, pero con unos acabados en la acción de los personajes y el dinamismo de las viñetas que a mí, personalmente, me convencen más. En esta entrega se cierra (por ahora) el caso Zhao en Taipéi gracias a la ayuda que Kate Pryde ofrece a Lucas Bishop en la misión, obviamente, por interés propio. Kate ahora es la Reina Roia y le gustaría que Bishop se convirtiera en su Alfil. Pese a la negativa inicial del detective, al final se da a entender que aceptará la oferta de la capitana. ¿Qué consecuencias tendrá para el futuro de la serie? Ah, sí: quisiera remarcar lo mucho que me ha gustado el pequeño fragmento de Tormenta liberando a unos niños en Brasil. ¿Podría molar más esta tía? Por último a comentar (por ahora no hay mucho más) tenemos el regreso de la versión juvenil del Club Fuego Infernal, ahora rebautizado como Homines Verendi. Se va a liar gorda, y yo estoy preparado para verlo...


¡Salve Excalibur! Mira, os debo reconocer una cosa: Gambito me está cayendo fatal en esta colección. Debería haberlo comentado antes en las anteriores reseñas, pero es que aquí es donde ha explotado de verdad; ha sido realmente desagradable con sus compañeras Betsy y Júbilo, como si los problemas  de ellas tuvieran menos importancia que los suyos, y ahora en este capítulo el tipo pierde los nervios y se empieza a dar de leches con unos manifestantes racistas. No sé, desconozco de las anteriores caracterizaciones del personaje, pero la versión de Tini Howard me cae fatal. No lo aguanto. Por otro lado -ahora que ya me he desahogado- vemos a los Excalibur caer de lleno en la trampa diplomática del Aquelarre Akkaba y, sin darse cuenta, abren la brecha que separa a las bestias de Otromundo con el mundo real. ¿Resultados? Catastróficos, si la Capitana Britania y su grupo de Excalibur no lo impiden. 


Continúa el interludio de Nuevos Mutantes que escribe Ed Brisson en ausencia de Jonathan Hickman como guionista de la parte más cósmica de la colección. La casa de Pico y Angel (personajes de la aclamada etapa de Grant Morrison) es asaltada por un grupo antimutante de tres al cuarto que busca apropiarse de medicamentos krakoanos mediante intimidación y secuestro para venderlos al mejor postor en su país. Me parece interesante el enfoque de que, más allá de ser una simple organización racista, buscan beneficios por sus crímenes. Desafortunadamente, tras leer este número se me ha quedado la sensación de que la trama apenas ha avanzado mucho más de cómo se quedó en el episodio anterior. La sensación se acentúa si tenemos en cuenta que en el próximo número volvemos a la historia en el espacio Shi'ar, que poco tiene que ver con estos dos últimos  y números. Me he quedado con ganas de ver de qué es capaz la fiestera de Bum Bum.


Queda formalizada ya la inclusión de X-Force como agencia de operaciones encubiertas de la nación de Krakoa, gracias a la última reunión del Consejo Silencioso. Se hace estrictamente necesario para los mutantes el tener este tipo de organizaciones de su lado, pues recientemente han estado recibiendo una serie de atentados contra Charles Xavier y sus empresas, causados, aparentemente, por el mismo grupo que asaltó Krakoa en la primera entrega de la serie. Forja ayuda a armar a los miembros de X-Force y no puedo evitar pensar que uno de los puntos fuertes de la serie va a ser la variedad de armas que el cheyenne les administra, pues sabemos que su creatividad e ingenio combinados con la biotecnología de la isla viviente puede dar resultados muy interesantes. ¿Oye, he mencionado antes lo mucho que me gusta Joshua Cassara al dibujo? Se está convirtiendo en uno de mis dibujantes preferidos de la Marvel actual.


En Ángeles Caídos todo tiene que ver con Mariposa Mental. He intentado con todas mis fuerzas que me guste esta serie; los primeros episodios se me hicieron disfrutables, pero a cada número que pasa, menos disfrutable se me hace la serie. Esta cuarta entrega está ocupada casi por completo por un soporífero monólogo de Apoth, el villano de la serie, y de verdad: me encantaría poder decir otra cosa, pero es que este número no hay por donde cogerlo. Se me hace terriblemente confuso, aburrido y mal explicado. Solo me alegro de que quede tan poco para que se acabe ya la colección; es muy tediosa de leer. 


Llegamos de una vez por todas a Patrulla-X. Al principio de esta entrada, os comenté lo importante que es este episodio, tan importante que merece ser el último en ser leído, pues su importancia cronológica está ahí: veréis, Jonathan Hickman ha tenido la grandísima idea de que los líderes krakoanos, como representantes de la nueva nación mutante, participen en un foro económico mundial con representantes de la mayoría de países del mundo. Esta premisa da lugar a la posibilidad de desarrollar un episodio sumamente fresco en una colección de superhéroes, pues se aprovechan al máximo las posibilidades que hay en este subtexto político que posee la etapa de Hickman. Charles Xavier, Magneto y Apocalipsis están brillantes en la diplomacia política (en especial el segundo, por muy irónico que sea). De verdad, creo que el trabajo conjunto de Jonathan Hickman y Leinin Francis Yu es muy de reseñar y una verdadera lección de cómo innovar en una cabecera que muchos podrían haber considerado estancada en años anteriores, con una capa renovada de política internacional que sienta fenomenal. ¡Ojalá más episodios así!


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