Reseña de Marvel Premiere. Amanecer de X 6


¡La primera parte del Amanecer de X culmina aquí! Todas las colecciones alcanzan su número seis, terminan ciclos argumentales, se cancela alguna que otra serie y se prepara el terreno para la próxima serie que traerán el guionista Benjamin Percy y el dibujante Adam Kubert: el relanzamiento de la serie regular del Lobezno clásico tras varios años en el ostracismo. Eso es en el siguiente volumen; por ahora, preocupémonos de lo que ocurra en el que nos toca hoy. 


En Merodeadores asistimos al regreso de varios villanos clásicos de la franquicia, como lo son el Aborrecedor, el Ejecutor y el Chaqueta Amarilla de Darren Cross, como parte de la emboscada organizada por los Homines Verendi en Madripur. El plan les sale regular a esos niños. Bueno, eso no es del todo cierto, pues damos cuenta de que en realidad el plan en todo momento fue inyectar a Chaqueta Amarilla dentro de un submarino miniaturizado en la sangre de alguno de los mutantes de la embarcación; Piros, en este caso. El número termina con una gran revelación y una inesperada muerte. No desvelaré datos exactos, pero debo admitir que la serie necesitaba ya un giro argumental de este estilo, uno que aclare ya de una vez el rumbo que seguirá Gerry Duggan en sus guiones. ¿Qué os puedo decir? Lo ha conseguido con creces. Maldito Sebastian Shaw...


Excalibur cierra su primer arco en su sexta entrega, con lo que para mí resulta un sabor de boca algo agridulce. ¿Recordáis todo aquello del principio, cuando Pícara y Gambito parecía que iban a tener un hijo por fin? Pues tras este número todo aquello ha quedado en saco roto. No entiendo muy bien la razón de que Tini Howard le haya dado tantas vueltas al tema si al final nos vamos a quedar como empezaron. En fin. Apocalipsis, por otra parte, consigue conquistar toda la tierra de Ávalon tras un duelo entre la Capitana Britania y su hermano, Brian Braddock, el Capitán Britania original. Coloca a Jamie Braddock como rey de paja y utiliza el no-cadáver de Morgana LeFay en una vivisección para sus experimentos mágicos. No es que sea un cierre malo, pero es, quizás, una de las pocas series del Amanecer de X que a lo largo de estos seis volúmenes se ha desinflado de lo lindo en interés. Veremos como prosigue la cosa, pero no me parece demasiado esperanzador. 


Termina de una vez por todas la somnífera colección de Ángeles Caídos, cancelada tras tan solo seis entregas numeradas. Es una pena que una serie que para mi gusto empezó decentemente haya terminado siendo cancelada gracias a la opinión generalizada: a nadie le gusta esta serie. Es una lástima, pero es la verdad. Es aburrida y soporífera, tan solo puedes leerla horizontalmente, con prisas. No es disfrutable. El tratamiento de cada uno de los personajes es acartonado y realmente deficiente, así como el villano, un tipo sin carisma e interés alguno que solo sirve como figurante para complicar la trama. Lo siento mucho, Bryan Hill; tu serie ha sido aburridísima. La que más.


No quiero engañar a nadie: por mucho que compartan cabecera, los Nuevos Mutantes de Ed Brisson no son ni la mitad de buenos que los de Jonathan Hickman. Este sexto número es el tercero que escribe el guionista Ed Brisson y cierra de cierta forma el arco argumental que involucra al equipo con la granja en Nebraska de Pico y Angel. Contrario a las aventuras espaciales presentadas por Hickman en su porción de la serie, este escritor opta por un tono más crudo y violento, aunque no lo parezca por los anteriores dos capítulos. Aquí vemos una verdadera carnicería, tan violenta (aunque no muy gráfica) que bien podría ser digna de la serie de X-Force. Las situaciones con rehenes casi nunca acaban bien y siempre terminan habiendo bajas, tanto de un bando como de otro, y en este tebeo eso se refleja a la perfección. 


Stephen Segovia entra como dibujante invitado sustituyendo a Joshua Cassara en la sexta entrega del X-Force de Benjamin Percy, y lo hace en este número que está centrado en su totalidad en el personaje de Hank MCoy, la Bestia, el actual director del equipo y su principal estratega. Es el personaje al que más ganas tenía de ver de todos los principales miembros del grupo, por sus ya conocidas tendencias oscuras que presenta desde la era de Krakoa. Aquí vemos el cómo su forma de resolver el problema en Tierra Verde ya rompe ciertas líneas morales que la antigua Bestia -la de los tebeos clásicos- jamás habría cruzado. Ya os avanzo que el tío irá decayendo a lo largo de la etapa, cuesta abajo y sin frenos; es un enfermo, y lo demostrará con creces. 


En Dinastía de X / Potencias de X vimos como Magneto y Charles Xavier le prometían a Mística que, tras una serie de servicios a la nación, aplicarían la resurrección a Destino, Irene Adler, su mujer. Todos sabemos que esa es una falsa promesa imposible de cumplir, pues Moira McTaggert tiene prohibida la resurrección de mutantes que puedan ver el futuro, como ya vimos también en aquellas miniseries. En el sexto número de Patrulla-X se retoma esta línea argumental de Mística cumpliendo misiones para los dos regentes de Krakoa, y oye: descubre cosas más que interesantes. Alia Gregor, una de las científicas principales de Orchis está construyendo algo parecido al exoesqueleto de un Nimrod. ¿Supondrá esto el regreso de los Centinelas Omega, independientemente de que el Molde Maestro que hubo en la Órbita Solar ya fue destruido? Lo que sí que parece es que Jonathan Hickman se está tomando su tiempo con cada número, ofreciendo historias que, por ahora, poca relación tienen entre sí, pero que estoy seguro de que todo responde a un plan mayor. Es un guionista en el que se puede confiar. 


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