Reseña de El Increíble Hulk de Peter David 1: Círculo Vicioso

Llevo unas cuantas semanas con mucha curiosidad por leer cómics Marvel de la década de los noventa, y clara muestra de ello es que hace poco terminé un tochaco Marvel Héroes de Spiderman en muy poquito tiempo. Y para continuar saciando mi curiosidad por esta década tan llena de excesos, me he decidido por darle una oportunidad a una de las series más reconocidas de la misma: El Increíble Hulk de Peter David. A continuación, comparto mis impresiones sobre este cómic. 

Puntuación: 7/10

El Increíble Hulk post-Byrne: Al Milgrom se las apaña como puede

En teoría (al menos por lo que viene indicado en el nombre de la colección) estos tomos de la línea Marvel Héroes recopilan al completo la famosísima etapa de Peter David en la cabecera del Increíble Hulk. Más de 10 años de historias (entre los años 1987 y 1999) en siete tomos de abundante paginación. No obstante, este primer volumen, pese a constar de casi 700 páginas -que ya es decir- contiene en su primera mitad la etapa completa de Al Milgrom; es decir, la etapa directamente posterior a la de John Byrne e inmediatamente anterior a la de Peter David. Y esto, como os podéis imaginar, no es plato de buen gusto para nadie. ¡Vaya, que me he tenido que tragar una etapa bastante mediocre y extensa antes de leer los cómics de PAD que sí me interesan! 

Y ojo con lo que os voy a decir. La etapa de Al Milgrom al principio no me disgustaba en lo absoluto. De hecho, os puedo asegurar que al momento de leerla, la estaba disfrutando un montón, puesto que tiene todo ese saborcillo clásico de Hulk que tan bien me entra cuando lo leo. Ha sido ahora, cuando he leído por fin los primeros números de PAD que me he dado cuenta de lo auténticamente mediocres que fueron los episodios de Milgrom en comparación. Es que, sencillamente, no hay color entre unos y otros. 

Y me da pena decirlo, porque entiendo que Milgrom lo tuvo jodido a la hora de afrontar sus primeros números al frente de The Incredible Hulk. Con todo el lío que dejó montado John Byrne antes de su marcha escopetada, y con el hecho de que era el autor completo de la serie, no debió ser en absoluto fácil darle una dirección clara al título. Porque de base, arreglar lo del Bruce Banner separado físicamente de Hulk debió ser un marrón de narices. ¿Lo malo? Que mientras buscaba la solución a ese problema, sus tramas dan vueltas sobre las mismas chorradas: los Cazahulks, los Vengadores metidos de por medio, Rick Jones convaleciente... Todo se siente "pointless"  y sin una dirección argumental clara. Y eso claramente afecta de forma muy negativa al cómputo global de esta etapa previa a PAD. 

Hulk Gris contra Hulk Verde: Al Milgrom despunta (pero no mucho)

La etapa de Milgrom comienza a limar sus asperezas cuando de repente se saca de la chistera la solución "mágica" para arreglar el separamiento de cuerpos entre Banner y Hulk: los poderes de fase de el androide Visión. Con su ayuda, por fin se termina la tontería iniciada por John Byrne y continuada pobremente por el propio Milgrom. Inmediatamente después de esto, se decide por volver a meter al protagonista en el baño nutriente que lo separó en un inicio. Esto para asegurar su estabilidad molecular, o qué se yo. 

Ahora bien, aquí comienza lo interesante: la llegada del Hulk Gris. Un concepto que no se tenía en cuenta desde los primeros números de la serie original de Hulk en 1962 y que no había sido mencionado hasta este punto. Y como quedaría demostrado en los próximos meses, esta decisión (que desconozco si fue idea del propio Milgrom) fue todo un acierto. Es un acontecimiento que, al cambiar la dinámica y la personalidad de la faceta monstruosa de Banner (más inteligente y más malicioso, pero menos poderoso) le da un soplo de aire fresco muy necesario a la colección. 

Quizás lo peor en este punto es que el guionista, una vez arreglado todo el lío con lo del Hulk separado en dos, se mete en tramas que a mí por lo menos no me han aportado absolutamente nada. Cosas como la transformación de Rick Jones en un Hulk más clásico o todo ese rollo con el General Ross y Zzaxx me han parecido un punto muy bajo de la colección. Sencillamente son tramas que no me han logrado interesar lo suficiente, haciendo que en varios puntos se me atragantase la lectura.

Curiosamente, es en esta parte del volumen en que encontramos los primeros grandes picos de calidad antes de la llegada oficial de Peter David a la colección. Primero, con un Annual escrito por Danny Fingeroth y dibujado por un espectacular Sal Buscema, y segundo, con un fill-in del propio Peter David previo a su etapa que realiza junto a Steve Geiger.  

En este mencionado The Incredible Hulk Annual 15, encontramos precisamente uno de mis cómics preferidos de los incluidos en este primer recopilatorio. Y es que, pese a que choca un poco en cuanto a continuidad respecto al resto de la etapa de Al Milgrom, nos encontramos ante un tebeo increíblemente satisfactorio de leer, con una historia (paradójicamente) muy ceñida a la continuidad -con todo eso de Tyrannus y la Abominación y con referencias a las Secret Wars II- y un Sal Buscema al dibujo en su plenitud artística, mostrando un nivel realmente similar a lo visto en su posterior etapa arácnida junto a J.M. DeMatteis. 

Por otra parte, el fill-in que escribe Peter David me ha parecido un excelente aperitivo previo a su etapa como guionista completo de la serie. En él, ya da muestras de cual será su futuro enfoque en la serie: un Bruce Banner más introspectivo, y un enfoque más centrado en hablarnos sobre su psique. 

La irrupción de Peter David: una mejora sustancial en la serie

Como ya comenté unas líneas más arriba, la llegada de Peter David a la colección del Increíble Hulk supone una extraordinaria mejora al respecto de TODO lo que había hecho Al Millgrom con el personaje anteriormente. No solo parece que las historias pegan un salto cuantioso en lo referente a la calidad, si no que en general todos los aspectos de estos tebeos son simplemente superiores: los diálogos son mucho más naturales e ingeniosos, los dibujos son mucho más modernos e impactantes (de la mano de Todd McFarlane, como los últimos números de Milgrom) o el enfoque a la hora de construir al Hulk Gris, que ahora se prestenta como un personaje mucho más complejo. Es sencillamente superior en todo a lo anterior. 

De hecho, tanto es así que la mayoría de historias memorables e icónicas de este primer volumen (salvo por aquel Annual de Sal Buscema que ya mencioné antes), así como las líneas argumentales más destacables, están todas aglutinadas en esta última parte con Peter David. Hablo de tebeazos como la saga de la vuelta de El Líder, que se desarrolla de forma MUY distendida a lo largo de este volumen y que tiene su culminación justo al final del mismo. O también otros tebeos impresionantes como los cruces con Factor-X -y por supuesto- o el cruce con Lobezno, conocido principalmente por su icónica portada pero que guarda una extraordinaria calidad en cuanto a guion: principalmente por su "take"  en  la mente de Hulk y Lobezno.

Todos estos puntos hacen de este inicio de etapa de PAD un cómic sumamente destacable. De hecho, es a partir de este punto que mi interés por las historias de Hulk se ha elevado un 1000%; un efecto muy parecido al que me provocó leer los cómics de El Inmortal Hulk de Al Ewing y Joe Bennett hace ya unos cuantos años. Y si a todo eso le sumas un dibujante como Tod McFarlane que, con todas sus carencias, resulta sumamente refrescante y moderno para la época, el resultado es un cómic que me ha dejado con un muy buen sabor de boca. 

Puntuación: 7/10

El Increíble Hulk de Peter David 1: Círculo Vicioso me ha parecido un total tobogán de emociones. Al principio no es un tebeo demasiado reseñable; considerando lo poco destacable que es la etapa de Al Milgrom al menos, pero una vez entra Peter David a la ecuación, ya todo es cuesta abajo en cuanto a calidad. Vaya, que he quedado con muchas ganas de seguir leyendo el resto de la etapa, y eso es una muy buena señal. De hecho, mientras escribo estas líneas, ya me he leído más de cien páginas del segundo volumen (¡no me he podido esperar siquiera a terminar de escribir esta reseña!). Imaginaos lo que he disfrutado de este primer volumen...