Reseña de Ascensión de Potencias de X 4 de 5 de Kieron Gillen y R.B. Silva

Llegamos al cuarto número de Ascensión de Potencias de X, una de las miniseries destinadas a terminar con la actual etapa de la franquicia mutante. Y debo decir desde ya que me está gustando muchísimo más que el resto de historias de Caída de X, hasta el punto de considerar que es este cómic de Kieron Gillen y R.B. Silva el que está sosteniendo todo el interés de la franquicia sobre sus hombros. O al menos, así es como lo percibo yo. 

"¿Quién es el Traidor-X? Tras la mayor traición en la historia de La Patrulla-X, el Consejo Silencioso en el exilio debe actuar. ¿Alguien o algo puede sobrevivir a la experiencia? A medida que La Era de Krakoa avanza hacia su conclusión, las dos series que son una convergen en un acto de infamia."

Este número contiene Rise of Powers of X #4 USA, publicado originalmente en abril de 2024. 

Esta cuarta entrega de Ascensión de Potencias de X ha supuesto para mí un auténtico shock. Por haber leído el otro día el último número de Caída de Dinastía de X yo ya sabía que Charles Xavier había traicionado al resto de la Patrulla-X para aliarse con Orchis, pero lo que yo desconocía era hasta qué punto llegaba su traición y las barbaridades de las que es cómplice. No solo colabora activamente con las IA de Orchis como Centinela Omega y Nimrod, sino que también las ayuda a eliminar a la raza humana como tal. ¿A cambio de qué? Os preguntaréis. Pues a cambio de mantener con vida a la raza mutante en su propia reserva natural. 

Es un giro de los acontecimientos que sinceramente, no me esperaba. A ver, que el Profesor-X se vuelva una figura antagónica no es ninguna novedad en las historias de la Patrulla-X, pero lo que sí es una novedad es la envergadura de su traición. Yo ya me esperaba que ocurriera algo así (sobre todo por algunos avances que he visto del próximo relanzamiento de la serie) pero lo que no me esperaba es que sus acciones fueran tan brutales e injustificables. Y lo mejor es que encaja perfectamente con la actitud arrogante y ciertamente supremacista que hemos visto en el fundador de Krakoa desde el inicio de esta etapa en 2019. 

Por otra parte, pese a gustarme el giro, no puedo evitar sentir cierta incomodidad al ver a alguien como Xavier colaborar con el genocidio humano, codo a codo con los enemigos de Krakoa. Es algo que, aunque con sentido dentro de la historia que se nos está narrando, queda muy alejado de las etapas más clásicas de la Patrulla-X en las que Charles Xavier era básicamente un santo. Justamente esta semana he estado leyendo el segundo Omnigold de Chris Claremont (aquí reseña del primero) por lo que esta sensación de que algo no termina de encajar se ha visto todavía más acentuada, al contrastar ambas visiones del mismo personaje. No obstante, esta sensación no tiene mayor importancia y no creo que afecte realmente a la calidad del cómic en sí. 

¿Y el dibujo de R.B. Silva, que tal está? Pues igual de bien que en los anteriores de episodios. En ese sentido, nada ha cambiado. No cabe dudas de que es uno de los mejores artistas que tiene el mainstream americano ahora mismo, por lo que es de esperar que su nivel sea acorde al de un proyecto tan importante como este. Quizás lo peor es que seguramente no volvamos a verle el pelo después de que La Era de Krakoa llegue a su conclusión, aunque todavía quedan un par de meses. Por ahora solo nos queda la opción de disfrutar de sus dibujos hasta que llegue ese momento.

Concluyendo ya con mi reseña, y por si todavía no ha quedado claro, he disfrutado bastante con este cuarto número de Ascensión de Potencias de X. Desde luego que me parece la mejor miniserie de todas las que están saliendo en este Caída de X (aunque eso de por sí no tiene demasiado mérito) y la verdad es que tengo muchas ganas de ver su conclusión en el próximo mes de septiembre. 

Puntuación: 7/10

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