Tenía ganas de escribir sobre Ultimate Spider-Man, la nueva iteración del arácnido venida de la mano de Jonathan Hickman y su renacido Universo Ultimate. Sé que la serie empezó el mes pasado en España, pero la verdad es que he tenido mis motivos para no hablar de ella hasta ahora...
Jonathan Hickman y Marco Checchetto traen una nueva visión de Spider-Man, en el título que supone el arranque de la nueva línea Ultimate. Después de los eventos de Ultimate Invasion, el mundo necesita un nuevo héroe. ¿Quién asumirá la responsabilidad? Te presentamos a Peter Parker. Esposo. Padre. ¿Superhéroe?
¡Spider-Man se enfrenta a su primer enemigo! J. Jonah Jameson ha emprendido una investigación para descubrir quién mueve los hilos del nuevo Universo Ultimate, lo que conduce a una sorprendente revelación. Nueva York saluda a su nuevo héroe: ¡El Duende Verde!
Estos cómics se publicaron originalmente en Ultimate Spider-Man Vol. 2 #1-2 USA, entre enero y febrero de 2024.
Nunca he logrado conectar del todo con Spiderman. Eso ya lo sabréis todos los lectores que sois asiduos en el blog, pues lo he comentado en infinidad de ocasiones. Pese a ello, decidí darle la oportunidad a este Ultimate Spider-Man, sin dejar de tener en cuenta la posibilidad que me aburriera leyendo el cómic, creyendo que merecía la pena darle una oportunidad. Y esto ha sido fundamentalmente por dos razones: por estar escrita por mi guionista preferido (Jonathan Hickman) y por ser la piedra angular del nuevo Universo Ultimate.
En sí, la idea de un Peter Parker casado con Mary Jane (y con hijos) nunca me ha dicho nada. Yo sé que a la mayoría de fans les parecerá la leche, pero es que a mí simplemente me da igual. No me interesa. Es precisamente por eso que la promoción de este Ultimate Spider-Man me tiró bastante para atrás en su momento, pues se centraba demasiado en hablar del matrimonio en sí, y no tanto de otros aspectos que quizás me interesaba más dentro de la serie. Cómo por ejemplo, la conexión con el resto del Universo Ultimate. Aunque, por otra parte, no me desagrada que traten de contentar a los que sí aprecian a Spiderman, pues al fin y al cabo son su público objetivo.
Dejando eso de lado, lo que cuenta es que, al momento de publicarse el primer número de Ultimate Spider-Man, lo compré confiando en que Jonathan Hickman sabría proponer algo interesante. Algo que me mantuviera enganchado a la serie sin necesidad de agradarme el fanservice matrimonial. Y lo cierto es que lo consigue, pero con matices.
El primer número de la serie es el que pone las cartas sobre la mesa. Es el que presenta a este nuevo Peter Parker adulto y a todo su entorno, incluyendo a su esposa Mary Jane, sus hijos Franklin y May Parker e incluso su entorno de trabajo como periodista en el Daily Bugle. Va más allá, e incluso nos muestran la buena relación que mantienen J. Jonah Jameson y Ben Parker (quien nunca murió en este universo, dado que la picadura de araña jamás ocurrió) como periodistas independientes.
El problema que tuve con este número, y el motivo por el cual he tardado bastante en comentar esta serie en el blog, es que NO me pareció verdaderamente atrapante. No logró engancharme y no tuve ganas de seguir leyendo los posteriores episodios. Y ese es un problema bastante grave, sobre todo si tenemos en cuenta que el primer número de una nueva serie debe ser el que enganche al lector, pues es este es su carta de presentación.
Pensándolo fríamente, creo que esto se debió principalmente a dos factores que creo empañaron mi experiencia leyendo este Ultimate Spider-Man: la sobreexposición al primer número meses antes de su publicación en España y, como he comentado antes, el hecho de que no me atraiga el propio fanservice del personaje. Es una lástima que no disfrutase casi nada con la lectura de etsa primera entrega, pues soy consciente de lo mucho que ha calado entre el público, pero mis razones he tenido.
La cosa ha cambiado este mes, cuando he leído el segundo número de la serie. Un número que me ha gustado muchísimo más y que creo que ha propuesto cosas muy interesantes de cara a los futuros meses (¿años?) de la colección. Además, puesto que todo quedó establecido en la primera entrega, la historia y la interrelación entre los diferentes personajes comienza a desarrollarse de una forma que a mí me parece mucho más interesante de lo que me pareció en un principio. En definitiva: lo que no consiguió Ultimate Spider-Man con su primera entrega, lo ha conseguido con la segunda. Y eso tiene mérito.
Ver a Peter Parker con casi cuarenta tacos aprendiendo a ser Spiderman es simplemente fantástico. Es cierto. Pero lo que más me ha gustado de la serie, lo que queda implícito a partir del segundo número, es el hecho de que esta transcurre a tiempo real. Sí, cada mes en el mundo real se traduce en un mes entre episodio y episodio. De esta manera, al contrario de lo que ocurre en la Tierra-616 del canon (sin contar la década fundacional de los 60s), a futuro, podremos ver un avance más natural de las historias. Para mí, eso es una noticia fantástica. Una pizca de originalidad que espero Jonathan Hickman sepa aprovechar para sorprenderme todavía más como lector.
Por otra parte, hablar del dibujazo de Marco Checchetto es redundante, a estas alturas. No recuerdo haber escrito sobre él en el blog, pero sí recuerdo haber leído varios de sus cómics en la etapa de Daredevil que realizó junto a Chip Zdarsky, y lo cierto es que me flipó en su momento. Y me sigue flipando ahora. Desde luego, se encuentra en el Olimpo del cómic actual, y eso es decir mucho.
Vaya. Al final de todo, he conseguido disfrutar de Ultimate Spider-Man. Me parece una serie sumamente prometedora que, junto al resto de publicaciones de este nuevo Universo Ultimate, marcarán un nuevo estándar de calidad en la Marvel Comics de los años venideros. O al menos, espero que así sea. Confío en Jonathan Hickman para ello.
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