Reseña de Biblioteca Drácula. La Tumba de Drácula 1: ¡Drácula Vive! (1972-1973)


El otro día tomé prestado en la biblioteca pública de mi ciudad el primer volumen de la Biblioteca Drácula, una colección que recopila el clásico de los años setenta "The Tomb of Dracula" que publicara Marvel Comics tras la reciente relajación de los códigos de censura de la Comics Code Authority. Autores como Gerry Conway, Marv Wolfman, Gene Colan y muchos más se dan la mano en un primer tomo con bastante miga con el que dan ganas de continuar leyendo. 

Comienza la recopilación, en diez volúmenes quincenales a precio único, de la mítica cabecera de los años setenta protagonizada por el Príncipe de las Tinieblas. Marv Wolfman y Gene Colan dieron vida a uno de los títulos clave de la Marvel de entonces. Una de las más soberbias interpretaciones del mito creado por Bram Stoker. ¡Drácula camina por el Universo Marvel!

Este primer volumen de la Tumba de Drácula incluye los cómics de The Tomb of Dracula #1-8 USA, publicados entre abril de 1972 y mayo de 1973.


La Tumba de Drácula siempre me ha parecido una colección rara, teniendo en cuenta que se trata de una continuación más o menos directa de la clásica novela de Drácula escrita por Bram Stoker. No es una adaptación de la historia original como las que hemos visto tantas veces en el cine: es una continuación que sitúa a Drácula en la modernidad del siglo XX (el presente, cuando se publicaron estos cómics). Y eso, en realidad, es una decisión que permite una libertad casi total a la hora de contar nuevas historias, con nuevos personajes, pero siempre respetando el espíritu de la obra de Bram Stoker. 

Comenzando por las cosas que más me han gustado de este primer volumen de la Biblioteca Drácula, debo decir que el dibujo de Gene Colan me ha parecido completamente soberbio. Gene Colan es el dibujante estrella de la colección, quien más adelante junto a Marv Wolfman la convertirían en una de las mejores cabeceras de la época. No obstante, Wolfman no se encuentra desde el principio en el equipo creativo, al contrario que el dibujante, por lo que ya desde la primera página podemos disfrutar de su terrorífico arte, que otorga a la Tumba de Drácula de un carisma verdaderamente único que difumina los posibles puntos débiles que indudablemente poseen estos primeros episodios.


Este dibujante otorga a cada página de la Tumba de Drácula un aroma totalmente único y diferente que le aleja del resto de cabeceras de la época. Y es obvio que esto se debe al hecho de que nos encontramos ante un cómic de terror, por lo que el ambiente lúgubre y sucio debe imperar por sobre las grandes ciudades y las coloridas mallas por las que Marvel fue tan conocida en primer lugar. A ello le ayuda que la mayoría de historias de esta cabecera transcurren en la Inglaterra rural, un ambiente completamente alejado del tumulto del Universo Marvel y que sin duda aporta su buena miga a la ambientación tan tétrica que estas páginas poseen. Además, a pesar de la variedad de entintadores que trabajaron en el dibujo de Gene Colan, entre los que se incluyen Vince Coletta y Tom Palmer, la calidad de su arte apenas se ve afectada. Esto permite mantener un nivel consistentemente homogéneo a lo largo de estas ocho entregas. 


Pese al soberbio nivel gráfico de la serie, La Tumba de Drácula enfrenta problemas narrativos en sus primeros números. La falta de un guionista fijo en estos primeros compases resultó en una dirección inconsistente. Sin un líder claro en el equipo de guionistas, el puesto de escritor fue rotando entre varios talentos antes de que Marv Wolfman tomara las riendas y llevara la colección a su apogeo. Esta inestabilidad inicial en los guiones contrasta con la consistencia del arte de Gene Colan, cuyo estilo único y envolvente mantuvo la calidad visual a lo largo de estas primeras entregas.

De esta manera, los números 1-2 fueron escritos por Gerry Conway (el artífice de la muerte de Gwen Stacy en el Asombroso Spiderman). En ellos, Conway establecía a Drácula en el siglo XX y creaba, entre otros personajes, a Frank Drake, el personaje cuya rivalidad con el Príncipe de las Tinieblas movería la historia de ahora en adelante. Después entró Archie Goodwin en los episodios 3-4, que cambiaría drásticamente el tono de la colección al introducir a Rachel Van Helsing y Taj, que se unirían a Drake y conformarían juntos un peculiar equipo de cazavampiros en su constante persecución del escurridizo Drácula. A continuación, en los episodios 5-6, sería Gardner Fox el encargado de seguir escribiendo la historia, pero ciertamente resultó ser demasiado continuista con lo establecido por el anterior guionista, sin aportar apenas elementos nuevos.


Uno supondría que la llegada de Marv Wolfman en los episodios 7-8 cambiaría algo y le daría un rumbo mucho más definido a la colección. Es lo que cabría esperar del que se supone es el guionista estrella de la misma. ¡Pero sorprendentemente, no fue así! El nuevo guionista resultó bastante continuista con todo lo ya establecido por sus predecesores, y salvo por una mayor predominancia de la narración en cuadros de texto, elemento que, por otro lado, considero esencial cuando se adaptan personajes literarios en cómic, apenas noto evolución desde los primeros episodios. Y eso es una pena, teniendo en cuenta que seguramente tendré que esperarme bastantes episodios antes de que la serie arranque de verdad en el guion y deje de depender tanto de su calidad visual.

A pesar del impresionante arte de Gene Colan, los primeros números de La Tumba de Drácula se ven afectados por problemas narrativos debido al baile de guionistas, lo que resulta en una falta de cohesión y dirección clara en la historia. Aunque personajes clave como Frank Drake y Rachel Van Helsing son introducidos, la narrativa no logra establecerse firmemente. Incluso con la llegada de Marv Wolfman en los últimos números del recopilatorio, la serie aún no alcanza su potencial máximo. Sin embargo, queda la esperanza de que mejore en los próximos números, cosa que seguramente hará dada la fama de la que goza esta cabecera. 


Biblioteca Drácula. La Tumba de Drácula 1 de 10 ha resultado ser una sorpresa, en gran medida por el dibujo de Gene Colan. En guion, sin embargo, tiene muchas cosas por pulir. Espero que la llegada de Marv Wolfman cambie las cosas a partir de ahora.

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