Spiderman es uno de los mayores íconos del mundo del cómic, eso es algo de lo que cualquiera con un mínimo de idea debería ser consciente. En este 2022, este ícono ha cumplido la friolera de 60 años de vida editorial, y, a modo de celebración, Panini Cómics ha decidido lanzar al mercado una nueva colección que recopila las grandes y más comerciales historias del trepamuros hasta la fecha: La última cacería de Kraven, el origen de Veneno, Universo Spiderman...
De entre todos esos tebeos seleccionados para formar parte de la colección, hay uno que es especialmente llamativo. Ya sea por su sugerente título o por su colorida portada, el volumen conocido como "La muerte de Gwen Stacy" es el más atractivo para muchos de los lectores que aún no conocen la historia del episodio más dramático de la vida de Peter Parker. Durante décadas se ha hablado de la importancia que tuvo ese número 121 de la colección de Spiderman, de cómo la muerte de la novia de Peter cambió la serie para siempre. Miles de veces se ha recurrido a dicha trama, en ocasiones siendo magnífico y en otras siendo basura inmunda (perdón por las formas, pero hay algún retcon por ahí pululando que tiene tela).
Dada la importancia de esa historia, es natural que Panini y el bueno de Julián Clemente se hayan decidido por ella para la colección, no debería sorprender a nadie. Es una gran idea presentarla en un formato accesible para todos los bolsillos: de esta forma está al alcance de todos los posibles nuevos lectores que tengan curiosidad por conocer dicha historia. De hecho, como bonus para rellenar las páginas del tomo, se incluye la clásica trilogía de las drogas presentada entre los números 96 y 98 de la serie. Con dichos números, la editorial se atrevió a desafiar a la Comics Code Authority al mostrar las nefastas consecuencias que deja el consumo de drogas en las personas. Panini Cómics nos ha dejado un fantástico volumen que recopila dos grandes historias del personaje, un recopilatorio que viene de fábula para los lectores más nuevos que no pretenden gastarse casi 50 pavos en un Omnigold de tebeos clásicos.
Trilogía de las drogas (TASM #96-98 USA)
Aunque no lo parezca, este arco argumental está muy relacionado con lo que acaece en la segunda parte del volumen. Se nos muestran uno de tantos regresos del Duende Verde, la primera caída de Harry Osborn en la adicción a las drogas, y, entre otras cosas, las consecuencias de la ruptura temporal de la pareja formada por Peter Parker y Gwen Stacy. Todo eso mientras el pobre de Pete intenta lidiar con todo el mundo en contra de su alter ego.
Se notan las intenciones de educar a los lectores para hacerles ver lo terribles que pueden ser ese tipo de sustancias y no reparan en ningún tipo de disimulo ni discreción para lograr tal objetivo. Incluso se ve un tono de crítica social en algunos paneles de Randy Robertson, especialmente en aquella discusión que mantiene con Norman Osborn
Tres números clásicos que merecen la pena ser leídos por lo amenos que son, por su importancia dentro de la historia del cómic americano y por tener artistas de la talla de Gil Kane a los lápices. Son episodios que además tienen el plus de poder callarles la boca a algunos de los iluminados que creen que los discursos políticos son cosa nueva en Marvel. Una joya.
La muerte de Gwen Stacy (TASM #121-123 USA)
El plato principal del volumen es este, la historia que se ilustra en portada y título. Ya he hablado en los anteriores párrafos de la importancia editorial y narrativa que tuvieron en la Casa de las Ideas estos tres números de la serie. Aunque para ser justos, solo los dos primeros son realmente relevantes. El capítulo 123 es un simple epílogo en donde se ve el funeral de la pobre Gwen y de paso se nos presenta por primera vez al héroe de alquiler conocido como Luke Cage. Ya veis que poco tiene que ver para el núcleo argumental de la trama dicho episodio. El peso real de la historia cae sobre los números 121 y 122.
El episodio 121 es, probablemente, el más intenso de todo el volumen. En él se nos muestra el enésimo regreso del Duende Verde, así como su largo y tenso combate contra Spiderman en lo alto del Puente de Manhattan, con la vida de la pobre Gwen en manos del villano. Como indica el título del episodio, eso no termina para nada bien para la joven, que acaba siendo lanzada por lo alto del puente sin posibilidad alguna de sobrevivir. La historia culmina en el capítulo 122, dónde Peter jura asesinar al hombre que ha acabado con la vida de su novia. ¿Logrará Spiderman contener sus ansias de sangre contra el Duende?
Ya sabéis que estamos hablando de un verdadero clásico en los cómics de superhéroes: por lo que significó en su momento, por lo que significa actualmente y por lo mucho que ha influenciado en la historia del héroe arácnido. Es una historia que merece ser leída por todo apasionado a los tebeos, especialmente de Spiderman.
Edición y conclusión
Ya he aclarado y resaltado lo necesario que es conocer la historia de cómo murió Gwen Stacy para conocer el presente del arácnido, pero aún queda lo más importante. Se pueden encontrar estos cómics en varias ediciones, pero, ¿Qué tal está esta edición? ¿Es buena o es de baja calidad? Puedo entender las dudas, dado el precio económico que tiene cada una de las entregas de este coleccionable.
Sin embargo, aún con su bajo coste, es una edición de alta calidad que puede complacer las exigencias de cualquier lector de tebeos mínimamente exigente con las editoriales. Yo diría que es exactamente el mismo formato que el de los Marvel Must-Have pero con un precio más razonable: mismo tipo de material en la cubierta, misma encuadernación y ambas ediciones con exactamente el mismo papel estucado. En ese sentido es motivo de alegría que se hayan dignado a producir una edición de tan buena calidad para un coleccionable puntual, sí, pero a mí hay algo que no me cuadra. ¿Por qué los Marvel Must-Have comunes no valen 9,95, como sí lo hacen en este coleccionable? Es muy descarado que la misma historia en exactamente el mismo formato y materiales valgan precios tan dispares entre sí, y ese es el caso de La última cacería de Kraven, que en Must-Have cuesta 15 euros mientras que en el coleccionable de Spiderman vale 9,95. Es extraña la política de precios de Panini últimamente, no sé.
Dejando ese escamoso tema de lado, no puedo hacer otra cosa más que recomendar encarecidamente la compra de este volumen y aprovechar la oportunidad que nos presenta Panini al sacar a la venta esta colección. 10 pavos no pican nada en el bolsillo de un lector de tebeos acostumbrado a los precios desorbitados del mundillo, así que, ¿Para qué decirle que no a esto?
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