Reseña de Star Wars: Heredero del Imperio, de Timothy Zahn (1991)

Tenía ganas de leer Star Wars: Heredero del Imperio, la novela escrita por Timothy Zahn que funciona como continuación directa de la popular saga cinematográfica creada por George Lucas. Antes de nada, cabe aclarar que este libro fue publicado antes de la compra de Lucasfilms por parte de Disney, y, por lo tanto, no guarda ninguna relación con aquella decepcionante trilogía de secuelas perpetrada hace unos pocos años. De hecho, durante mucho tiempo, se consideró a esta novela (y a sus dos secuelas) como la continuación canónica de las películas originales de la saga de Star Wars, funcionando como la piedra angular del antiguo Universo Expandido. Y contra todo pronóstico, debo admitir que sí está a la altura de tamaña consideración. 

Cinco años después de la destrucción de la Segunda Estrella de la Muerte y la derrota de Darth Vader y el Emperador Palpatine, la galaxia se esfuerza por curar las heridas de la guerra. Pero a miles de años luz de ahí se encuentra el último acólito del Emperador, el brillante y mortífero Gran Almirante Thrawn, que se ha apoderado de los restos de la flota Imperial y la ha apuntado al frágil corazón de la Nueva República. Luke Skywalker, Leia Organa y Han Solo regresan en esta confrontación explosiva que da lugar a una historia épica de acción, invención, misterio y espectáculo galáctico. 

Timothy Zahn ha escrito desde 1978 varias novelas cortas y numerosas novelas, además de tres colecciones de relatos; además, ganó el premio Hugo a la mejor novela corta. Por otra parte, Zahn es famoso por escribir varias novelas ambientadas en el Universo Expandido de Star Wars. Se han impreso más de cuatro millones de copias de sus libros.

Heredero del Imperio toma lugar cinco años después de la Batalla de Endor: es decir, es una continuación directa del Retorno del Jedi, la por aquel entonces última película de la saga. En el año 1991, cuando fue publicado este primer libro (de tres), ni siquiera estaba en los planes el estrenar una trilogía de precuelas. Por tanto, por aquellos años, imperaba una idea bastante purista en lo que respecta a la saga galáctica; un purismo que permeó directamente en esta novela. La esencia de las primeras películas está muy presente a lo largo de estas páginas, sin renunciar por ello a presentar nuevos personajes y nuevas situaciones que ponen contra las cuerdas a los héroes de la Alianza Rebelde. Todos los personajes parecen y se sienten como ellos mismos, así como las aventuras que viven, que parecen sacadas de la mente de Lucas.

Algo en lo que creo que fallaron las últimas películas producidas bajo el paraguas de Disney fue, entre otras muchas cosas, la nula sensación de conexión entre las películas nuevas y las viejas; hasta el punto de contradecir directamente lo previamente establecido en favor de lo "nuevo". Este es un error en el que Timothy Zahn no cae a la hora de escribir esta novela. Al ambientarse tan poco tiempo después de los acontecimientos del Retorno del Jedi y no depender del envejecimiento natural de los actores, se puede permitir total libertad a la hora de presentar nuevas historias sin contradecir nada de lo ya establecido. De esta manera, respeta la esencia de cada personaje del cast original (Luke, Han y Leia) y se atreve a desarrollarlos en nuevos arcos de personaje en los que se valora su pasado sin  menospreciarlo. Por otra parte, aquí tiene más sentido que la Nueva República todavía esté asediada por los remanentes imperiales, al haber pasado poco más de cinco años en los que a duras penas se ha logrado construir un gobierno medianamente funcional. Y, por tanto, frágil. El caso opuesto ocurría en la trilogía de Disney, en que nada de eso tenía un mínimo de sentido. Zahn claramente construye una historia muchísimo mejor planteada que en las mencionadas secuelas.

La sensación de conexión respecto a las películas originales es totalmente plena en esta novela. Y no únicamente por la gran cantidad de menciones y referencias que se hacen (que también), sino también por recuperar algunas tramas que quedaron aparentemente inconclusas en ellas. Se me ocurre el asunto de la cueva del lado oscuro en Dagobah, en dónde se empieza a arrojar algo de luz respecto a su misteriosa naturaleza. Me huelo que no será lo único de esta índole que veremos en esta trilogía de libros. 


Pero más allá de que Luke, Leia, Han o Lando estén tal cual estaban en las aventuras originales, si por algo destaca esta novela es por dejar una huella imborrable en la historia de la saga galáctica al presentar algunos de los personajes más memorables del antiguo Universo Expandido, incluso llegando a ser adaptados algunos de ellos al nuevo canon de Disney. Gran ejemplo de ello es el propio Thrawn, el principal enemigo a vencer que funciona como un genio estratega militar, cuya dinámica de personaje está inspirada en la de Sherlock Holmes (con asistente con el que identificarse incluido). Caso similar ocurre con Joruus C'baoth y Talon Karrde, un Jedi Oscuro y un genio criminal -respectivamente- que nos regalarán algunos de los mejores momentos de la novela. Mención aparte merece Mara Jade, una de las antagonistas secundarias que es presentada por primera vez en esta historia y que a futuro se convertiría en un personaje importantísimo dentro del antiguo Universo Expandido. La futura esposa de Luke Skywalker, ni más ni menos. En general, estas nuevas creaciones - con nuevos planetas y entornos incluidos- están fenomenalmente implantadas dentro del lore. Se sienten como una ampliación natural del universo visto en las películas y no estorban para nada; al contrario, sirven para nutrir a todo este mundo galáctico.

Aunque sí tengo que encontrarle algo negativo a la novela, sin duda sería lo efímeros que son los pasajes en contexto bélico. Verás, considero que Timothy Zahn es muy buen narrador de batallas; especialmente cuando son espaciales. Creo que capta muy bien el espíritu de dichos combates a gran escala, con sus naves y sus distintas maniobras, formaciones y demás jerga aeronáutica. Por eso mismo me da un poco de pena que sean contadas este tipo de escenas. Al principio, relacionado también con esto, me molestó el poco énfasis que se le hace al aspecto político de la Nueva República y las dificultades que están teniendo los antiguos rebeldes a la hora de establecerla como órgano rector. Pero al menos sé -a juzgar por el final- que será explorado en la continuación "El resurgir de la fuerza oscura". En cambio, no existe la misma certeza con las batallas a gran escala en el espacio exterior


En conclusión, Star Wars: Heredero del Imperio de Timothy Zahn emerge como una continuación más que digna de la trilogía original de La Guerra de las Galaxias, capturando perfectamente la esencia de la saga a la vez que introduce nuevos entornos, personajes y tramas intrigantes. Tiene sus problemas, claro, pero es que las películas originales ya tenían bastantes de ellos como para ponerme quisquilloso ahora, tantos años después de haberlas visto. 

He disfrutado mucho de esta lectura. Ha sido mi primera novela terminada tras muchos años sin acercarme a leer una, y creo que ha merecido totalmente la pena. Seguiré con esta trilogía de Thrawn y me plantearé incluso leer otras novelas del Universo Expandido de Star Wars.

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