Reseña de Biblioteca Marvel: El Poderoso Thor 5 (1965)

Ya está aquí el repaso al quinto volumen de la Biblioteca Marvel del Poderoso Thor. Journey Into Mystery, la cabecera en la que se publicaron originalmente estas historias, entra de lleno en el año 1965. Con su entrada, muchas novedades tuvieron lugar: nuevos enemigos, refrescantes conceptos y el punto de inflexión definitivo por el que Stan Lee y Jack Kirby convertirían la colección del Dios del Trueno en una de las mejores series del momento. ¡Además de un cómic, es una máquina del tiempo!


En el cuarto volumen de la colección quedó claro que Stan Lee y Jack Kirby a finales de 1964 estaban en una etapa de transición en el que durante varios meses consecutivos se dedicaron a repetir las ideas que habían funcionado con anterioridad en las páginas del Poderoso Thor. Ya con los Relatos de Asgard plenamente establecidos como uno de sus pilares fundamentales, la serie se estaba perfilando como una de las mejores del momento, por lo que era tan solo cuestión de tiempo que su potencial explosionase del todo. La temática mitológica no había sido del todo utilizada fuera del mencionado complemento. Los autores ya tenían un filón por dónde rascar. ¿Hace falta decir algo más? 


Lo que venía caracterizando a la serie de Thor hasta el presente volumen era la presencia de la identidad civil del protagonista, Donald Blake, un médico con cojera que anclaba al Dios del Trueno al mundo terrenal y lo alejaba de los dioses asgardianos. Salvo en muy contadas ocasiones, la línea argumental imperante eran los escarceos amorosos del doctor con la enfermera Jane Foster, por lo que apenas se le dedicaba espacio a desarrollar el potencial del gran universo mitológico presentado en los episodios de Tales of Asgard. Tanto esto, como la repetición de ideas, se acaba aquí, nada más empezar el presente volumen. La ambición de los autores aumenta al mismo tiempo que la calidad de la serie, y de por medio, una nueva manera de contar historias queda establecida. Aquí y ahora comienza la edad dorada de la cabecera. 


El fin de la repetición de villanos acaba en el momento en que se presenta al Hombre Absorbente, el conocido popularmente como Carl "El Aplastador" Creel, un criminal con la capacidad de transformar su cuerpo en cualquier material que esté cerca de él. Quizás lo que más me ha sorprendido del binomio de historias en que es presentado por primera vez es, sin duda, lo poco que ha cambiado con el paso de los años; sus poderes, diseño y personalidad apenas han evolucionado, demostrando una vez más lo impresionante de la inventiva de Stan y Jack a la hora de crear diversos personajes duraderos en el tiempo. Lo mismo ocurre con el otro supervillano creado para la ocasión, el conocido como Destructor, que pese a carecer de la personalidad del anterior, ha conseguido mantenerse durante décadas como uno de los enemigos recurrentes del Dios del Trueno. 

Al ser Loki el responsable directo de su creación, ambos personajes tienen una estrecha relación con el aspecto mitológico de la colección. No obstante, de ser únicamente por ellos dos, no se podría considerar que se esté explotando del todo el mencionado fondo mitológico; por el contrario, es con la saga del 'The Trial of the Gods' que este empieza a tomar relevancia, coronándose como el principal atractivo de la colección. 


El Juicio de los Dioses se trata de una historia cuyo núcleo se encuentra en Journey Into Mystery #116 USA que plantea un escenario en el que Odín pone a prueba a Thor y Loki con tal de averiguar quien de los dos tiene razón en el conflicto entre hermanastros que hemos visto a lo largo de tantos meses. Para ello, son enviados a una tierra inhóspita con el objetivo de escapar y volver al reino de Asgard; el juicio lo gana quien antes consiga regresar, eludiendo todo tipo de peligros y sortilegios por el camino. Una premisa interesante que deja de lado todo lo establecido en el mundo de los mortales para centrar la acción al completo en el terreno nórdico, omitiendo así todo lo relacionado con el Doctor Blake y su amada enfermera Jane Foster.

Y aparte de que la ausencia temporal de Thor en cabeceras como la de los Vengadores se hace notar durante esta saga -estableciendo una vez más la idea de universo compartido- lo más interesante es que los seis números que contiene este volumen están relacionados de una forma u otra con la susodicha historia, pues los sucesos de cada capítulo se encadenan con los del siguiente. De esta manera, se compone una suerte de historia río que se iría desarrollando de fondo durante medio año consecutivo, que haría destacar a la colección de sobremanera en una época en la que la norma eran las historias de uno o dos episodios como máximo. 


Esta nueva forma de contar historias en la cabecera de Thor permearía de una manera bastante similar en los Relatos de Asgard, dónde tras una adaptación de la Caperucita Roja (WTF) y varios relatos de la vida pasada de Loki, se empezaría a narrar la primera historia en curso a través de muchos episodios: estoy hablando de la aventura del joven Thor y el resto de asgardianos para descubrir quién quiere destruir la sagrada espada gigante de Odín, dando con ello inicio al temido Ragnarok. De esta manera, tanto la historia principal como su complemento comenzaba a subir el nivel de complejidad de los guiones, elevando con ello el interés de la cabecera en general. 

Y si bien este aumento en la complejidad de las historias es agradable para el lector y constituye por ello una oportunidad de oro para trasladar de manera definitiva la mitología nórdica al naciente Universo Marvel, no puedo evitar sentir cierta preocupación por este devenir en la colección. Más que nada porque yo sí he disfrutado bastante de las peripecias de Donald Blake como identidad secreta del Dios del Trueno en estos últimos números y no tengo claro que la solución para mejorar estos cómics sea dejar de lado la idea de la identidad civil, pues se trata de uno de los principales reclamos de los superhéroes de la Era Marvel; ya sabéis, aquello de los héroes con pies de barro. Sinceramente, espero que se encuentre la manera de compaginar de forma natural ambos mundos (el mortal y  el inmortal). 


En cuanto al dibujo del rey Jack Kirby nos encontramos con un cambio importantísimo para el devenir de la cabecera: Chic Stone, el fantástico entintador habitual de la colección, es relevado por Vince Colletta. Es posible que este cambio no haya sido del agrado de todos; debo reconocer que yo también prefería a Stone como entintador de los lápices de Kirby. Sin embargo, pese a lo polémico que pueda resultar, me parece que no hace tan mal trabajo como algunos los pintan, pese a ser estéticamente inferior al por entonces entintador habitual. Por el resto de aspectos del dibujo, no hay grandes cambios; Jack sigue siendo Jack, independientemente de las circunstancias. 

En resumen, el quinto volumen de la Biblioteca Marvel del Poderoso Thor marca un periodo de innovación y cambio en la serie, con nuevos villanos, tramas considerablemente más complejas y un enfoque renovado en el mundo mitológico de Asgard. Aunque surgen preocupaciones sobre la dirección de la serie, sigue siendo una lectura emocionante que nos muestra la evolución de una de las más prominentes parcelas del universo Marvel. Y solamente por eso ya merece la pena. 

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