Reseña de Biblioteca Conan: Conan El Bárbaro 2 (1971)

Llega el segundo volumen de Conan El Bárbaro, la cabecera originalmente escrita y dibujada por Roy Thomas y Barry Windsor-Smith, ahora reeditada en un formato idéntico al de la Biblioteca Marvel de Panini. Hace unas cuantas semanas ya os hablé del primer tomo de la colección, así como de las ventajas e inconvenientes que esta posee. Ahora, con la llegada del segundo, pese a mantener varias de las cosas que ya os comenté, su guionista se ha animado a introducir nuevos conceptos e ideas que ayudan a afianzar la calidad de la serie, pese a no suponer como tal un gran salto cualitativo respecto a los cinco primeros episodios incluidos en el anterior volumen.

El tomo incluye las entregas del número 6-10 de Conan The Barbarian, y evidentemente tanto Roy Thomas como Barry Smith repiten como principales creativos de la colección. Sin embargo, la principal diferencia existente entre los primeros cinco números y los cinco posteriores es, sin duda alguna, el intento por establecer un único hilo argumental que se preserva a lo largo de los meses Esto se consigue gracias a una sólida galería de personajes secundarios yendo y viniendo a merced del guionista, estableciendo así una continuidad directa entre relatos. De esta manera, lo que en el primer volumen parecía una mera curiosidad, se ha convertido en el estandarte de la colección. Y oye, yo no podría estar más satisfecho con ello.

Conan The Barbarian nº 6 es la historia que abre este segundo volumen, conocida popularmente como "Alas Diabólicas sobre Shadizar". Se trata de un relato de lo más arquetípico, en el sentido de que sigue al pie de la letra el esquema básico de las historias de Conan: chico conoce a chica y la salva de un peligroso monstruo. Al respecto, yo diría que es un número que habría pasado sin pena ni gloria (para lo que es la serie) de no ser por la damisela en apuros que allí aparece: Jenna.

Jenna es uno de esos personajes que conforman el nuevo plantel de secundarios y su primera aparición, pese a lo que podría parecer, termina siendo uno de los momentos más memorables en este tomo. Ella funciona como una suerte de interés romántico para el protagonista y por ello termina salvándola cuando se ve en peligro a manos de un peligroso monstruo. El giro final, sin embargo, es que Jenna le roba todas sus pertenencias en un descuido, creando de esta manera una situación bastante memorable que compensa -dentro de lo que cabe- la cantidad de tópicos que posee la historia. 

Conan The Barbarian nº 7 es el siguiente tebeo dentro del recopilatorio. Temáticamente, parece bastante alejado del resto de episodios: no hay ni una pizca del nuevo elenco de secundarios; además, la historia gira en torno a un asesinato, pues no debemos pasar por alto que esta se basa en uno de los relatos originales de Robert E. Howard, "The God in the Bowl", que se trata de uno de los más atípicos escritos por el autor. 

Es un episodio que me ha suscitado sensaciones contradictorias. Por un lado, habría preferido que en esta adaptación se le hubiera dado más importancia al aspecto detectivesco del asunto, en lugar de centrar el grueso de las páginas en el combate entre Conan y el ya clásico monstruo de la semana. Por el otro, pese a no convencerme del todo su desarrollo, he disfrutado con el final. El cameo de Toth-Amon, quien es considerado el principal enemigo del protagonista, era algo que no me esperaba ver tan temprano en la colección, y ciertamente ha resultado ser una agradable sorpresa. Esta fórmula de sorprender con un girito en un algún punto climático del relato se repetirá constantemente en este volumen.

Conan The Barbarian nº 8 es el número que continúa la historia y en mi opinión, el segundo mejor dentro de los aquí recopilados. Presenta la segunda pata del banco del plantel de secundarios, el Capitán Burgun, uno de los enemigos de Conan que termina desarrollando a  la larga un importante vínculo fraternal con el cimmerio. Es un personaje que más adelante volverá a aparecer, cierto, al igual que aquí aparece de nuevo la traicionera Jenna, calibrando así el primer intento -y espero que no sea el último- de establecer una gama de personajes duraderos y fijos aparte del bárbaro. 

Más allá de lo argumental, hay algo que he pasado por alto en lo que llevamos de reseña, y esto es el aspecto gráfico otorgado por Barry Smith. Es justo en este episodio en dónde empieza a destacar verdaderamente ya no solo en el propio acabado de los personajes o en la propia narrativa, sino en el diseño de los fondos, en lo detallados que resultan. No era lo común a principios de los años setenta, pero Smith aquí se esfuerza por trazar cada detalle de los misteriosos escenarios que recorre Conan. Es algo que valoro mucho en un cómic de espada y brujería como lo es este, en el que es tan importante el mundo de fantasía. 

En Conan The Barbarian nº 9 se repite el esquema de Jenna siendo secuestrada por un terrorífico monstruo alado, lo que en parte resulta algo decepcionante y una falta de originalidad patente en algunos de los guiones de Roy Thomas. Eso sí, considero que hace un mejor trabajo con este monstruito que con el anteriormente mencionado, al dejar a la imaginación del lector todo el trasfondo que le rodea, en lugar de apabullarnos con información irrelevante que no duraría en nuestra memoria más  de lo que dura el rato de lectura. También es cierto que esta manera de presentarlo aporta mucho a la sensación de misterio y misticismo que es patente en la Era Hiboria. 

Por otra parte, es Barry Smith quien vuelve a demostrar lo avanzado que estaba en aquella época en cuanto a narrativa visual se refiere, o al menos lo estaba en comparación a sus compañeros de oficio. Y es algo que seguirá demostrando incluso en el siguiente episodio, el mejor hasta el momento.

Y es que en Conan The Barbarian nº 10 todo eclosiona. Burgun y Jenna cruzan sus caminos por primera vez -el recientemente formado elenco de secundarios- para crear el relato más memorable de todos los incluidos dentro de este volumen. Sin andarnos con rodeos, la camaradería entre Conan y Burgun llega hasta tal punto que se convierten en un dueto de ladrones, así volviéndose rápidamente los criminales más buscados de la ciudad. El giro, aun sin transcurrir al final del relato, es el más potente de todos: la ejecución pública de Burgun tras la traición sufrida por ambos protagonistas.

La página en la que le ejecutan es sencillamente perfecta: una atmósfera dramática y una puesta en escena soberbia, con varias secuenciaciones completamente mudas que, sin embargo, captan a la perfección la frustración del bárbaro, incapaz de rescatar a su buen amigo de las garras de la justicia. Sin dudas, es lo más memorable hasta el momento de Conan The Barbarian como serie. Un capítulo que quedará para el recuerdo, y eso en parte ha sido gracias a la fantástica elección de incluir un elenco de secundarios duradero que traspasa las barreras entre relatos.

El resto del volumen está atiborrado de extras, como suele ser lo habitual con estas Bibliotecas Marvel del sello editorial Panini. Y yo he comentado en alguna ocasión que dichos extras (artículos, correos de lectores de la época, cronologías que contextualizan) no me parecen especialmente relevantes para la experiencia lectora. No es que me moleste su presencia, pues entiendo que la mayoría de lectores disfrutan de ello, pero tampoco es algo que me interese particularmente. 

Con lo que todos estaréis de acuerdo es que en este segundo tomo de Conan El Bárbaro se han pasado con el grueso de extras, pues en ellos se incluye un episodio completo (el séptimo) con los acabados originales de Barry Smith. Repetir dos veces el mismo episodio en un mismo tomo -con el motivo que sea- no tiene justificación alguna. Más con el abusivo aumento de precio que ha sufrido recientemente el formato. Habría sido preferible omitir estas páginas y recuperar el precio original de 12 euros con el que empezó.

Pese a estos problemas, considero que la Biblioteca Marvel Conan es el mejor formato para coleccionar y leer la cabecera original de Conan El Bárbaro. Es mucho mejor opción que los Ómnibus, eso está claro. Por otra parte, en cuanto a contenido, sigue siendo igual de disfrutable que el primer tomo; puede que incluso más si cabe. 

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