Reseña Marvel Premiere. Amanecer de X 12

¿Os dais cuenta de cuántos meses llevo sin comentar nada sobre los Marvel Premiere que recopilan todo el Amanecer de X? Es cierto que hace unos días publiqué la reseña de la miniserie de Patrulla-X + 4 Fantásticos, pero salvo por eso, llevo por lo menos desde octubre sin leer nada mutante publicado en tomo, por lo que apenas he tenido contenido por reseñar. 

Las cosas van a cambiar a partir de este mes de febrero. En unos días saldrá a la venta el primer volumen de X de Espadas, el gran evento mutante que continúa los acontecimientos del Amanecer de X. Justo en este volumen 12, se hace referencia explícita a dicho evento, por lo que considero que ya es hora de lanzarse y hacer un maratón de lecturas para llegar lo más fresco posible. Las cartas ya están encima de la mesa; únicamente quedan los últimos Giant-Size, los cruces con Imperio y el final de ciclo de algunas de las colecciones esenciales de esta nueva etapa. 


Lo primero que encontramos nada más abrir el tomo es el cuarto y último número de los Infernales de Zeb Wells y Stephen Segovia antes del crossover de X de Espadas. Como tal, lo que uno se encuentra es el cierre del arco argumental presentado desde el primer número, sin demasiados indicios continuidad con el posterior evento. La serie de momento parece que va a ir a su rollo sin demasiadas pretensiones. Esto es algo que me hace pensar que quizás es un error imbricarla en un evento tan grande, pero al menos el guionista ha podido cerrar correctamente y sin demasiadas complicaciones su primer arco

No obstante, sí que debo admitir que habría preferido que a Stephen Segovia le dieran carta blanca en cuanto a violencia gráfica se refiere. Un cómic tan gamberro y (relativamente) tan oscuro necesita más soltura a la hora de representar la brutalidad de los combates: sangre, desmembramientos. En fin, todo eso. 

Me imagino que pedirle eso a Marvel Comics es como pedirle peras al olmo.


Tras el decimo número de los Merodeadores de Gerry Duggan y Stefano Caselli debo tocar madera y admitir que es una de las colecciones más adictivas de todas las que han iniciado durante este periodo de tiempo dentro de la franquicia mutante. El guionista cada vez me convence más, pese a no ser uno de los pesos pesados de la actual Casa de las Ideas ni rodearse siempre de los mejores dibujantes. 

Lo más llamativo de este decimo episodio se encuentra en el momento en el que los Merodeadores asaltan una embarcación llena de soldados antimutantes, especialmente en el momento en qué Emma Frost utiliza sus "encantos" femeninos para acabar con varios de ellos al mismo tiempo. Son escenas de este tipo las que hacen más divertida la colección a la espera de que la trama principal de fondo tenga su desenlace. ¿Será cierto que Kitty Pryde no puede resucitar? ¿Sebastian Shaw recibirá su merecido por asesinarla? 


En este punto del tomo lo que me sorprendió es que iniciase una nueva colección aun sin haber terminado gran parte de las anteriores. Independientemente de la calidad de la serie, que sin dudas es más que discutible, no creo que sea positivo para nadie llenar el mercado de series enmarcadas dentro de la misma franquicia cuando está demostrado que no todas venden lo mismo. Este Factor-X nace como un síntoma de que no todo marcha bien con el Amanecer de X en Krakoa.

Factor-X, con su primer número, viene a presentar un concepto que, si bien es muy interesante, no me termina de cuajar del todo como tebeo. Básicamente, es un grupo de detectives que sirve para establecer las circunstancias de la muerte de mutantes con el fin de acelerar los protocolos de resurrección en Arbor Magna. El concepto es chulo e incluso necesario; sin embargo, Leah Williams no termina de convencer con su narrativa pesada y cargante. Por otro lado, el dibujante español David Baldeón tampoco ayuda a mejorar el cómic. 


Una de las series que más estoy disfrutando dentro de estos tomos contenedores es la de los Giant-Size que escribe Jonathan Hickman centrándose cada vez en un personaje diferente de la franquicia. Ya le ha tocado el turno a Emma Frost y Jean Grey; luego a Rondador Nocturno. Ahora le toca a Magneto, el clásico archienemigo, ahora redimido, de la Patrulla-X.

La tónica habitual de estos números especiales es la de servir a la vez como homenaje hacia ciertos aspectos del macrocosmos de la Patrulla-X. Este número no es la excepción al referenciar la larga historia de Max Eisenhardt con las islas: Genosha, el Asteroide M (Utopía) y todo eso. Sin embargo, lo más importante de este número es que sirve para allanar el camino de cara a la futura Gala Fuego Infernal. La primera, de hecho. 

El dibujante Ramón Pérez me ha gustado bastante con su claridad y sus composiciones infrecuentes dentro del género de los superhéroes. Salvo por alguna expresión facial rara, creo que es un artista muy competente que merece trabajar en más cómics Marvel. ¡Es una chulada!


Para finalizar el volumen tenemos la continuación del Cable de Gerry Duggan y el extraordinario Phil Noto. Es divertido y tal, gráficamente es otra chulada, pero no puedo evitar quejarme de la descompresión narrativa de la que hace gala el guionista, mucho más pronunciada aquí que con sus Merodeadores. Para lo bien que uno se lo pasa con esta lectura, decepciona que sea tan insatisfactoria por su forma de contar la historia. 


Me lo he pasado muy bien en general con la lectura de este Amanecer de X 12. Cada vez estamos más cerca del X de Espadas, y es allí cuando veremos si leer tantas series diferentes -las que vienen recopiladas en estos Premiere- han valido la pena o son otro sacacuartos que aporta más bien poco a la experiencia final. 

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