Reseña de Marvel Premiere. Conan Rey de Jason Aaron y Mahmud Asrar

Uno de los elementos que más me han llamado la atención sobre los cómics de Conan el Bárbaro es la cantidad de historias que pueden escribirse sobre el personaje, ambientándose en distintos momentos de su vida. Robert E. Howard lo ideó de esta forma a la hora de escribir los relatos originales. Cada uno de ellos se ubica en momentos concretos de la extensa vida de Conan, abarcando desde su juventud en los cerros de Cimmeria hasta su vejez como Rey de Aquilonia; son elementos que han permeado especialmente en su vertiente comiquera, en donde guionistas como Roy Thomas lo han aprovechado a su máxima potencia. 

Sin embargo, hoy no vengo a hablaros de los cómics clásicos de dicho guionista. Hoy, como segunda lectura de la franquicia tras el primer volumen de La Espada Salvaje de Conan, vengo a hablaros de la reciente etapa de Jason Aaron y Mahmud Asrar al frente de la colección. Bueno, en realidad no tanto de su etapa en sí, sino más bien del broche de oro que supuso la miniserie de King Conan, lanzada entre 2021 y 2022.

Para aclararlo todo antes de la reseña: yo no he leído apenas nada moderno de Conan. Literalmente, mi experiencia con el personaje se basa únicamente en las aventuras originales de Savage Tales, por lo que ni mucho menos he leído algo tan actual como la etapa de Jason Aaron. Es importante recalcar esto, pues Conan Rey está ambientada al final de la vida del Cimmerio. No es solo un cierre argumental para el personaje; también es un sentido homenaje a su extensa trayectoria. Antes de la lectura, cabe esperar múltiples referencias cuya gracia se pierde si no estas al tanto de los cómics originales.

La pregunta que inundado mi mente nada más tener en mis manos este tomo recopilatorio ha sido: "¿Vale la pena leer esto sin haber leído como mínimo el anterior trabajo de Jason Aaron dentro de la franquicia?" 

Ya os avanzo que sí. Vale muchísimo la pena aunque no hayas leído los doce números de Conan inmediatamente anteriores. Uno intuye que hay múltiples referencias a dicha etapa, pero estamos ante una obra  amigable para todo tipo de lectores, que no excluye siquiera a aquellos que no han leído nunca un cómic del personaje.

Como os decía antes, King Conan es la aventura final del bárbaro convertido en monarca, que explora como punto de partida los elementos fundamentales que le han hecho brillar durante toda su trayectoria. Tras dejarle el trono a su hijo, el príncipe Conn, se embarca en un viaje a través de los mares del oeste en busca de la mayor de las aventuras, aburrido ya de la vida entre las paredes del castillo como rey de un imperio.

Finalmente, naufraga en una misteriosa isla en la que los peligros abundan, asemejándose de esta forma al esquema clásico utilizado una y otra vez en las aventuras originales de Conan. Llega a un lugar misterioso, conoce a una chica autóctona y se enfrenta a un villano/monstruo que le pone contra las cuerdas, hasta finalmente salir victorioso. Mientras tanto, se explora mediante recuerdos del pasado otros aspectos relevantes para el argumento de la miniserie. Aspectos como su experiencia como rey de Aquilonia, la relación problemática con su hijo Conan II o el trasfondo del villano Toth-Amon, con quien se ve obligado a colaborar con tal de escapar de la isla. Personalmente, considero que estos vistazos al pasado son lo mejor que tiene por ofrecer el guion de Aaron en King Conan. 


Precisamente, mi episodio favorito de los seis que se han publicado es el cuarto, en dónde se narra el combate tanto físico como verbal entre padre e hijo, príncipe contra rey, Conan contra Conan. Sin ser yo gran conocedor de la relación entre ambos personajes, debo admitir lo sentido de este conflicto y lo bien construido que está, a pesar del relativo poco espacio que se le dedica en estas páginas. Aaron consigue que te lo creas en tan poco tiempo y de paso define a la perfección qué es lo que mueve al protagonista a lo largo de su vida. Es lo que más me ha cautivado dentro de la miniserie. Lástima que solamente sea un flashback. 

Eso último es el mayor "pero" que le puedo sacar a la historia. Realmente, yo adquirí este Marvel Premiere con la idea de leer un cómic que narrase las aventuras de Conan como máximo monarca de Aquilonia. Su ascenso al poder, los tejemanejes que implica dirigir un imperio, la relación con su hijo y los choques que puede haber con él, etcétera. Sin embargo, el guionista de Alabama se limita a incluir este enfoque solamente en las escenas ambientadas en el pasado, relegando el resto de la historia al presente de Conan tras abandonar el trono e irse de aventuras. Admito que me ha decepcionado bastante este enfoque. Yo habría preferido que se centrara más en la vida del Rey Conan como tal, y no tanto en hacer un cómic "de toda la vida" al estilo clasicista. 


Súmale esto a que, como comenté al principio, no tengo el suficiente bagaje en estos cómics como para sentir genuino aprecio por Conan, por lo que uno no puede evitar sentir que te pierdes casi todas las referencias y el peso argumental que el cómic pueda contener. La decepción por el enfoque de la historia y los tintes de cierre que se transmiten con la misma restan mucho a la experiencia si no tienes experiencia con la franquicia, dejando un sabor algo amargo tras la lectura. Uno que es muy difícil de subsanar.

En cambio, con el dibujante Mahmud Asrar, pocas quejas puedo tener. Se trata de un artista de bastante buen nivel que está más que preparado para ilustrar tebeos ambientados en la ficticia Edad Hyboria. Además, su trazo se ve todavía más resaltado con el color de Matthew Wilson. En anteriores ocasiones he expresado que Asrar no es de mis dibujantes de la Marvel actual preferidos. Pues bien, es menester reconocer que este es sin duda su mejor trabajo hasta la fecha. Muy lejano a los previos que, en mi opinión, no estaban para nada a la altura. 

Francamente, no está entre los artistas de Conan que más me han flipado (ese puesto está disputado entre Barry Windsor-Smith y Roberto de la Torre), pero sé reconocer un buen trabajo cuando lo veo.


Tras darle muchas vueltas, no puedo evitar sentir cierta apatía tras la lectura de King Conan. No ha sido para nada lo que me esperaba, y eso se ve reflejado en cierto tono pesimista dentro de esta misma reseña. Con lo que he disfrutado de anteriores trabajos de Jason Aaron, yo me esperaba algo muchísimo más interesante. Y lo mismo va para con la franquicia de Conan, que con lo poco que he leído de ella me ha dejado verdaderamente enamorado. 

Sé que en parte es culpa mía por tener unas expectativas basadas únicamente en mis erradas presuposiciones, pero eso no quita el sabor amargo que se me ha quedado. Pese a ello, dado que es un cómic bastante barato, puedo recomendarlo. No está mal para una tarde de lectura.

(Parece que, en algún momento, tendré que leerme la serie de King Conan original, la de Roy Thomas y John Buscema. Esa sí tiene de lo que estoy buscando).


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