Reseña de Marvel Now! Deluxe. Los Vengadores de Mark Waid 2: Civil War II


Llevo prácticamente un mes entero leyendo varias de las series corales del "All-New, All Different Marvel", el relanzamiento de la línea editorial de la Casa de las Ideas posterior al gran evento que supusieron las Secret Wars de Jonathan Hickman y Esad Ribic. Con motivo de este relanzamiento y con el propósito de atraer a más lectores, se introdujeron numerosos personajes nuevos y diversos, al mismo tiempo que algunos héroes clásicos fueron reemplazados por versiones modernizadas, en sintonía con los nuevos tiempos. La idea en líneas generales no me podría parecer más chula; desgraciadamente, en cuanto a calidad, no creo que ninguna de las nuevas series dé la talla. Al menos, no la dan las que yo he leído. 




Mi descontento general con esta Marvel nueva y diferente no es para nada un secreto, pues en cada uno de los posts al respecto he señalado varios puntos que no me terminan para nada de convencer. La nueva etapa de Los Vengadores ha sido una de las que menos me ha convencido (considerando el público juvenil al que está dirigida), y eso es algo que me apena muchísimo. Entiendo que el objetivo de la misma era atraer a un nuevo público con historias más simplonas y accesibles, pero eso no debería implicar tal bajón de calidad como para echar de una patada a los lectores más experimentados. 

Tras una excelente y longeva etapa a manos del propio Jonathan Hickman, yo me esperaba algo muchísimo más trabajado. Especialmente teniendo en cuenta que el relanzamiento estaba en manos de Mark Waid, un guionista clásico de mucho renombre con años y años de experiencia sobre sus espaldas y que conoce como ningún otro los mecanismos que hacen funcionar a este género. Ni siquiera los dibujantes regulares (Mahmud Asrar y Adam Kubert) han estado al mejor nivel de su carrera, entregando así algunos de sus peores trabajos. Es, simple y llanamente, una decepción como etapa, una serie que podría haber sido mucho más de lo que finalmente ha sido.


En este volumen tenemos la clara muestra de lo que os estoy diciendo. Los últimos números de la etapa (aunque en realidad solo es el fin de la "primera temporada") están ocupados por los inevitables cruces con Civil War II, el infame y decepcionante gran evento del 2016 que escribió Brian Michael Bendis. Dicho cruce, dejando por un momento de lado lo irrelevante que es, atestigua una de las posibles razones por las cuales Mark Waid está a un nivel tan bajo como guionista: la sobresaturación de eventos. 

Resulta evidente que los planes iniciales del guionista se han visto alterados por lo menos en dos ocasiones diferentes y las dos tienen que ver con eventos: el asunto de Pleasant Hill y la propia Civil War II. No debe ser sencillo afrontar los guiones de una serie cuando desde arriba te fuerzan a participar en grandes macroeventos ajenos a lo que tienes planeado, alterando de esta manera todo lo que ya tenías establecido en pro de cruzar tu colección con el evento de turno. 


Esto que os digo se nota desde el momento en el que los cruces con la segunda Guerra Civil parecen convertirse en un mecanismo del autor para ganar tiempo, sin apenas hacer avanzar la trama ni hacer el mínimo esfuerzo por cerrar bien la historia. Simplemente están allí, mostrando de manera superficial el punto de vista de algunos de los miembros del equipo, sin ahondar demasiado en ello. 

Los episodios centrados en la Thor de Jane Foster y en la nueva Avispa son esperpénticos. Apenas aportan nada al propio evento; todavía menos a la serie regular de los Vengadores. Están ahí por estar. El que está centrado en la Visión, por el contrario, si que es del todo interesante al narrar una serie de sucesos de importancia capital para el futuro de la serie. Curiosamente, este es el que más ignora a la propia Civil War II y funciona más como prólogo de la próxima serie que como cruce de un evento. Vaya, que es como os digo: es ganar tiempo hasta el siguiente relanzamiento.


Del especial annual que está incluido al principio del volumen poco os puedo decir, pues se trata de una historia tan divertida como irrelevante. Básicamente, se trata de un compendio de relatos de dos o tres páginas con variedad de autores al mando, con la temática de fondo de Ms. Marvel (Kamala Khan) leyendo fanfiction de superhéroes en una página web tipo Wattpad. Es una auténtica chorrada que no aporta nada, pero que resulta apañada y cómica a partes iguales. 

Al final, la conclusión a la que llego tras leer estos quince números + el anual es que estamos ante una etapa del todo mediocre, una que no cuenta demasiado pese a la buena pinta que tiene desde fuera. Claramente ha sido mutilada a base de injerencias de la propia editorial, por lo que no creo que la culpa tenga que recaer sobre el pobre Mark Waid, quién no dudo que hizo el mayor esfuerzo por mantenerse firme ante tanta alteración en sus planes. La serie no ha resultado lo que nadie esperaba, pero hay un rayo de esperanza entre tanta mediocridad...


Es que, tras el fin de la publicación de Civil War II, a la directiva de Axel Alonso se le ocurrió la "brillante" idea de relanzar (otra vez) toda la línea de cómics con nuevos números uno, pese a que en gran medida los guionistas se mantuvieran en las series en las que ya trabajaban. Se trata de un movimiento algo extraño y bastante desesperado, pero en el caso de Los Vengadores de Mark Waid sentó a las mil maravillas a una serie que, de otra forma, manteniéndose tal y como estaba, no iba a ningún lado. Deshacerse de los miembros más jóvenes y problemáticos del grupo fue el primer paso para lograr este efecto, dejándoles a sus anchas en su propia colección (Véase los Campeones de Waid)  y dando espacio a miembros más típicos del equipo, tales como Hércules y el Asombroso Spiderman

Con este nuevo relanzamiento, sí que estamos ante un cómic interesante, con cierto potencial para convertirse en uno de los clásicos modernos de los Héroes más Poderosos de la Tierra. Es una auténtica vuelta al clasicismo puro que ha caracterizado siempre a la cabecera, sin dejar de lado la modernización que supone el cambio de mantos en personajes como Thor o el Capitán América. Este equilibrio entre lo viejo y lo nuevo lo considero una delicia. Por ello, estoy seguro de que se trata de una serie disfrutable tanto para los nuevos lectores como para los veteranos; aquí no se discrimina a nadie. 


Cuando digo que la serie vuelve sobre uno de sus enemigos clásicos, me refiero a Kang el Conquistador, el principal enemigo de este primer arco argumental de seis números. No exagero cuando os digo que estamos ante una de las sagas más chulas que he leído sobre él, pues es perfectamente accesible para el neófito sin dejar por ello de lado las complejidades narrativas que acarrea este villano. Todas las características esenciales de las historias de Kang están aquí presentes: el follón de viajes en el tiempo, las paradojas temporales, las distintas variantes de sí mismo, etcétera. Se exploran sus orígenes, la trayectoria que le ha convertido en quién es ahora. En definitiva, se trata de un cómic clave para comprender toda la mitología que rodea a este clásico enemigo de Los Vengadores. 

En una historia de estas características, no podemos obviar el aroma a clásico que desprenden todas y cada una de las escenas. Realmente da la sensación de estar leyendo un cómic viejo, anticuado, pero a la vez es igual de disfrutable que una historia con narrativa moderna. Todas las referencias y guiños a tebeos clásicos transmiten un cariño pocas veces visto en tiempos modernos.


En gran medida, esta sensación es ensalzada por Mike Del Mundo, el artista encargado de estos seis números iniciales. Es una suerte que se deshicieran de gente como Kubert para el relanzamiento, pues sin ello no habríamos tenido nunca a un dibujante de tanto calibre en el título mensual de los Héroes Más Poderosos de la Tierra. Casi siempre es un goce tener a un dibujante con estilo pictórico en una serie de superhéroes, pero es que en esta ocasión va que ni pintado (y nunca mejor dicho) con ese aroma a clásico del que os he hablado. Se adapta perfectamente a la estética de otras eras, lo que resulta esencial en un cómic de viajes en el tiempo que muestra a personajes de todos los momentos históricos. 

Además, aparte de eso, considero que Del Mundo hace un trabajo intachable a la hora de aportar una personalidad  y estética única a la cabecera, alejándose así del mediocre trabajo de Mahmud Asrar y Adam Kubert en su anterior encarnación. Es lo que una colección como Los Vengadores necesita, carisma y personalidad propia; especialmente en una era dónde los títulos derivados estaban a la orden del día.


La esperanza ha vuelto en cuanto respecta a la etapa de Mark Waid con los Vengadores. Su primera serie ha resultado ser anodina y poco relevante; apenas se podría aprobar en cuanto a calidad. En cambio, este relanzamiento en pleno 2017 devuelve las esperanzas al apostar por el clasicismo de verdad, sin medias tintas ni nada por el estilo. Simplemente, apostar por la pura esencia del supergrupo. A mí me ha convencido, pero está por ver si los males que han perseguido a la anterior temporada se manifiestan de nuevo con otra oleada de eventos paupérrimos. Esperemos que no sea el caso, pero de cualquier forma creo que este primer arco es espléndido, así como está. 

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