Brian Michael Bendis lleva muchísimos años dando guerra en múltiples colecciones de Marvel Comics, asentándose así como uno de los guionistas del presente siglo más importantes de la editorial estadounidense. Concretamente, la que más le ayudó en su salto a la fama fue la colección 'Nuevos Vengadores', una polémica reinvención del mito de los Héroes más Poderosos de la Tierra con la que junto a un buen puñado de artistas consiguió posicionarse en el ojo del huracán del Universo Marvel y se convirtió a su vez en el máximo dirigente de la franquicia vengadora.
Uno de los aspectos que más caracterizaron a su larga etapa al frente de Los Vengadores fue la proliferación de colecciones satélite que transcurrían en paralelo a la serie principal; a los 'Nuevos Vengadores' se unieron títulos que agregaban un adjetivo distintivo al nombre del supergrupo, tal como 'Poderosos Vengadores' o 'Vengadores Oscuros'. Es una estrategia que posteriormente repetiría en la franquicia mutante con 'La Nueva Patrulla-X' y 'La Imposible Patrulla-X', por lo que ya se puede considerar como marca de la casa en las series escritas por este guionista.
¿Qué por qué os estoy contando esto en la reseña del segundo volumen del Invencible Iron Man de Bendis? Bueno, pues porque tiene muchísimo que ver con lo que incluye en su interior. Quiero decir, hasta ahora 'Invincible Iron Man' había sido la única serie en curso protagonizada por Tony Stark, pero es en este punto en el que por primera vez se le agrega su propia colección satélite titulada como 'International Iron Man', dedicada a explorar otra de las facetas del famoso ingeniero superheroico.
Es por esta misma razón que estamos ante un tomo Marvel Deluxe algo más delgado de lo habitual en cuanto a número de páginas. Son tan solo siete números lo que duró la serie de Iron Man Internacional, mientras que los tres restantes incluidos dentro del volumen son los últimos tiros de la primera temporada de Brian Michael Bendis al frente de la serie regular del Vengador Dorado. Esto es la antesala a una nueva era en la colección, no obstante creo que se queda bastante corto para el nivel que podría ofrecer este guionista.
Los siete números de 'International Iron Man' son, de lejos, los mejores episodios que ha ofrecido Brian Michael Bendis como guionista de la vida de Tony Stark. Contrario a la tónica que imprime en su serie regular, aquí se ofrece una visión más intimista del hombre dentro de la armadura que explora tanto su pasado como sus raíces. Para ello, se tira de uno de los hilos dejados al aire por Kieron Gillen, el guionista inmediatamente anterior, quien dejó a medio cocer la trama de los padres biológicos de Tony Stark después de haberse revelado que Howard Stark tan solo era un padre adoptivo.
Personalmente, no me podría dar más pereza esta premisa. Lo de que Iron Man tenga padres adoptivos y parta en búsqueda de los biológicos, quiero decir. Se me hace algo más que trillado e intrascendente. Sin embargo, debo reconocer que el Calvo de Cleveland realiza un decente trabajo al aprovechar esta trama abierta para contar una de las primeras aventuras del jovencísimo Anthony Stark en sus tiempos de Universidad, explorando trazas de su personalidad y su pasado con un ahínco nada desdeñable.
Los mecanismos que hacen girar a esta nueva historia posicionan a la retrocontinuidad como una de sus principales piezas, cosa que, por otra parte, resulta natural en un cómic de esta índole. Haciendo uso de este mismo elemento, se introduce a Cassandra Gillespie, un antiguo amor de juventud de Tony Stark cuya relevancia es capital dentro del argumento. Ella es la hija de un importante magnate de las armas, la competencia de Howard Stark, por lo que estamos ante un romance destinado a la tragedia desde el primer minuto en el que se conocen. Además, el sub argumento de los padres biológicos del protagonista se desarrolla con total solvencia y resulta una oportunidad grandiosa de convertir a la madre en un personaje recurrente de la etapa.
El guion de Iron Man Internacional considero que es lo suficientemente entretenido y revelador como para ser incluido dentro del cómputo global de la etapa. Lejos de ser una serie extra sin mayor relevancia que aportar información extra sobre el personaje, me parece que Brian Michael Bendis está mucho más lúcido e inspirado aquí que en la serie regular. A ello ayuda el dibujo de Alex Maleev, claro está, pues no por nada es uno de los artistas que más veces ha colaborado con el guionista a lo largo de su trayectoria. Desearía que él fuera el colaborador oficial del Invencible Iron Man, pero supongo que no se puede pedir todo...
Dejando por el momento de lado la cabecera secundaria, hablemos brevemente sobre los episodios finales de la principal. Estamos ante el fin de "la primera temporada" de Brian Michael Bendis al frente del Hombre de Hierro y como tal uno esperaría mayor impacto argumental en lo que allí sucede. Desgraciadamente, el guionista no ha querido (o no ha sabido) desarrollar una trama interesante en general, por lo que mucho menos ha conseguido causar un gran impacto con este cierre. Además, hay una serie de problemas que creo que se llevan arrastrando desde los primeros números de la etapa y eso ha conseguido impactar negativamente en las sensaciones transmitidas por ella.
Estos tres últimos episodios son un cruce con la infame
Civil War II, un evento del que ya hemos
hablado en este blog y que supuso uno de los peores momentos editoriales en la última década. El dichoso evento ya estuvo escrito por el mismísimo
Brian Michael Bendis además de protagonizado en parte por el
propio Iron Man, por lo que uno esperaría que el cruce con su serie regular resultaría más importante y revelador, pero todo lo contrario: resulta ser igual de aburrido e intrascendente que el resto de la etapa. Sí, se ofrece una perspectiva más amplia de Tony Stark en el ámbito emocional, pero en ningún momento se hace un gran trabajo para ilustrar su punto de vista dentro del conflicto.
Por otra parte, como os decía antes, la serie ya acarreaba problemas del anterior volumen, pues las tramas relacionadas con los personajes secundarios que se suponen importantes no terminan nunca de despegar. Estoy hablando del romance entre Stark y la Doctora Amara, que en ningún momento te crees como lector; estoy hablando de las apariciones espontáneas del redimido Victor Von Muerte, e incluso estoy hablando de los cameos que hace Riri Williams antes de convertirse en Ironheart. Son líneas argumentales que a priori parecen bastante interesantes, pero se ven rápidamente opacadas por la incapacidad del guionista de plantearlas correctamente para su posterior y correcto desarrollo. Es un problema que ya vi en el anterior tomo, pero en este queda todavía más acentuado al fungir como cierre de ciclo.
Mike Deodato Jr. sigue siendo el artista encargado de la serie regular de 'Invincible Iron Man', tal y como quedó establecido en los últimos números del tomo anterior. Yo de verdad que lo siento, pero es que soy incapaz de tragarme su dibujo; no me encaja, no me gusta. Sé que tiene sus admiradores, pero de verdad que yo soy incapaz de verle algo bueno. El desdén que siento hacia su trabajo no ayuda para nada a mitigar las sensaciones negativas producidas en la lectura, además.
Como conclusión final, creo que Brian Michael Bendis pudo haber realizado un mejor trabajo cerrando esta primera temporada en el personaje. Planificando mejor el guion desde buen inicio, tengo la sensación de que podría haber creado una etapa muchísimo más memorable y entretenida, alejada de sus típicos 'tics' de escritor. 'International Iron Man' está bastante bien, pero por lo que respecta a su trabajo en 'Invincible Iron Man' creo que deja mucho que desear, y más con los años de experiencia que ya tiene a sus espaldas. Es casi como un "setting up" larguísimo que no termina nunca, como si fuera una mera antesala de la "verdadera" historia en catorce numerazos. No lo puedo recomendar.
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