Reseña de Ultimate Invasion 3 de 4, de Jonathan Hickman y Bryan Hitch


Tercer número de Ultimate Invasion, la nueva miniserie de cuatro entregas con la que Jonathan Hickman Bryan Hitch pretenden comenzar un nuevo universo Ultimate. Si habéis leído mis anteriores reseñas sobre la colección, os habréis dado cuenta de que estoy muy esperanzado en lo que respecta a este cómic y lo que puede suponer de cara al próximo año. Ya se han anunciado varias de las cabeceras que darán forma a este nuevo universo Ultimate tras el final de la presente miniserie, tales como Ultimate Spider-ManUltimate Black Panther y Ultimate X-Men. No obstante, por ello creo prudente bajar las expectativas respecto a la conclusión de Ultimate Invasion, pues no se debe olvidar que es tan solo un prólogo al resto de proyectos. 


No ha sido hasta este tercer episodio que me he dado cuenta de ello. Jonathan Hickman no está contando una historia cerrada; está sentando unas bases sobre las que se cimentará el futuro de su universo. Por consiguiente, es altamente probable que dentro de lo que son estos cuatro episodios no se cierre ninguna de las tramas abiertas, relegando su conclusión a las futuras series regulares. Este planteamiento recuerda tanto a Dinastía de X como a Potencias de X, del mismo guionista, cuya historia no quedó por concluida hasta la salida de Inferno en el año 2021.


El principal problema del que no me he dado cuenta hasta ahora es que, contrariamente a lo que ocurría con HoX/PoX, en el caso de Ultimate Invasion en ningún momento sabes muy bien hasta dónde pretende llegar Hickman con su historia. No existe esa sensación de coherencia narrativa. En el primer número parecía que los Illuminati de la Tierra-616 iban a tener un papel fundamental en el desarrollo de la trama. Ya en el segundo, la colección cambiaba completamente de tercio al presentar un nuevo universo diseñado al milímetro por el Hacedor; a su vez, se introducía la amenaza de un ejército de Ultimates del futuro lejano que insinuaba la llegada de Kang el Conquistador a la colección. 

Este mes, con su tercer episodio, se amplía la información respecto al nuevo mundo creado por la versión malvada de Reed Richards. Se nos explica con cantidad de detalle el funcionamiento de su estructura de poder y el papel que poseen las distintas facciones que lo gobiernan, desarrollando así en profundidad lo que fue presentado con brevedad durante el segundo episodio. 


El nuevo proyecto de Jonathan Hickman no para de introducir conceptos novedosos, número a número, entrega tras entrega. El problema con esto es que, teniendo en cuenta que la serie está limitada a ser de tan solo cuatro capítulos, no está dando tiempo a que  tenga un desarrollo satisfactorio. Invariablemente, eso llevará a una conclusión todavía menos satisfactoria. Dedicar tanto espacio a explicar cómo funciona la estructura de poder gubernamental en la Tierra-6160 no me parece un punto negativo, que nadie se confunda; lo que sí me lo parece es el no parar de introducir elementos nuevos a la historia. Es como si Hickman no quisiera parar de abrir melones sin cerrar los previamente planteados, casi como si estuviera forzando la sensación de que esto no es más que el principio. 


El arte de Bryan Hitch, ayudado por el entintado Andrew Currie y el coloreado de Alex Sinclair, es sin dudas lo mejor de este episodio. Reconozco que he tenido mis reticencias sobre el trabajo de este artista, ya que nunca he sido un gran seguidor suyo, pero también sé reconocer cuándo un trabajo está bien hecho. Dentro de este número he disfrutado especialmente de la página doble enmarcada en el funeral de Obadaiah Stane. Esa escena, con las esculturas angelicales y las hojas siendo desplazadas por el viento, se me hace verdaderamente hermosa. Con ciertos matices, considero que Hitch es lo mejor de Ultimate Invasion hasta el momento. 

Con todo lo malo que ya he mencionado, debo admitir que la serie sigue manteniendo cierto interés pese a las continuas desavenencias que tengo con esta tercera entrega. La relación padre e hijo entre Tony y Howard Stark me causa verdadera intriga de saber hasta donde llegará, hasta el punto de que me enctaría que participasen activamente en una de las series regulares que están por estrenarse. En sí, me parece interesante hasta el propio mundo en el que se desarrolla la historia; el funcionamiento de su oligarquía, el cinismo de líderes como Emmanuel DaCosta, el papel del Hacedor, la máquina de Inmortus...


Sin embargo, eso no quita el desconcierto sufrido a causa del devenir de la colección. Tengo serias dudas sobre si Jonathan Hickman será capaz de cerrar correctamente su colección y hacer que sea algo más que un mero prólogo/escaparate de las tramas que se desarrollarán en las cabeceras próximas del universo Ultimate. Sigo manteniendo mis esperanzas sobre que nos espera un gran momento para los lectores marvelitas con el devenir de este proyecto, pero ahora no puedo evitar arquear la ceja debido a la incertidumbre. En dos semanas estará ya en el mercado español la conclusión de esta miniserie y podremos ver hasta qué punto se soluciona el entuerto.

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