Reseña de Marvel Now! Deluxe. Invencible Iron Man de Brian Michael Bendis 1: Reinicio

Brian Michael Bendis es uno de los guionistas estrella dentro de la Marvel Comics del siglo XXI. Sus historias han estado presentes en multitud de cabeceras y series limitadas, definiendo gran parte del rumbo seguido por la Casa de las Ideas en la primera década del presente siglo. No obstante, la polémica siempre ha estado ligada a su figura, pues es bien conocido por, en ocasiones, ignorar y/o no respetar la historia canónica de los personajes que escribe. 

Pese a esas malas manías que siempre ha tenido, creo que todos debemos reconocerle la gran labor que han realizado sus cómics a la hora de atraer público nuevo. Yo mismo, de hecho, empecé a meterme en el mundo marvelita con varias de sus historietas, muchas de ellas caracterizadas por su accesibilidad, como son el caso de Ultimate Spiderman, los Nuevos Vengadores, Alias, The Pulse o el inicio de su etapa con la Patrulla-X.

Sea como fuere, tras el fin del gran evento que fueron las Secret Wars de Jonathan Hickman, se planteó un nuevo inicio para, prácticamente, todas las colecciones de la editorial, con el fin de crear un nuevo escenario que sea accesible para todo tipo de lectores. Era de esperar que alguna de estas cabeceras pertenecientes al relanzamiento terminaran en las zarpas del amigo Bendis, dado su innegable capacidad de crear historias atractivas para los novatos. 

La colección del Invencible Iron Man fue la elegida por Axel Alonso, el editor en jefe de la editorial, como el nuevo trabajo de Brian Michael Bendis. La elección no creo que sorprendiera a nadie, la verdad: el guionista ya había toqueteado al Hombre de Hierro con anterioridad en varias de sus historias más famosas, y a eso súmale la creciente popularidad que tuviera el personaje a mediados de la pasada década, gracias a su incursión cinematográfica. El resultado es una serie que se presupone central, sabiendo de los futuros eventos que tendrán lugar en los próximos meses, pero... No es necesariamente buena por ello. 


Estamos ante un reinicio suave, en el sentido de que se ignora gran parte de la historia previa a las Guerras Secretas del señor Hickman. El Superior Iron Man de Tom Taylor, concretamente, es el más afectado por este hecho, dejando de lado lo allí ocurrido, en favor de presentar un inicio de etapa más simple, uno que cualquiera que venga de conocer al personaje en pantalla grande pueda disfrutar sin preocuparse por nada. En ese sentido, creo que el calvo de Cleveland hace un gran trabajo, aunque sea algo muy básico y simplón que ignora muchas de las bases que hicieron grande al personaje en épocas pasadas. 

Lo primero que hace Bendis en ponerse a los mandos de la armadura de Tony Stark es presentar una galería de personajes secundarios propia que se aleja bastante de lo que uno esperaría dentro de la colección, así como una nueva armadura (qué original es empezar una etapa así, eh) con un diseño y un concepto que no me terminan de atrapar como seguidor de este superhéroe. Básicamente, es una "todo en uno" que funciona con una tecnología similar a la que portaba Robert Downey Jr. en la película de 'Vengadores: Infinity War'. La armadura puede tomar el aspecto de cualesquiera que su portador necesite en cada momento, sin importar que sea una de sigilo o una Hulkbuster. A mí la idea no me atrae demasiado; digamos que prefiero el maletín con la armadura básica y ya. 

En cuanto al ya mencionado plantel de secundarios, pese a lo reducido que es, creo que no se termina de explotar para nada. Se introduce a una tal Amara, que funge como nuevo interés romántico del protagonista (lo siento, pero no le llega ni a los talones a Bethany Cabe), así como a Viernes, una Inteligencia Artificial que, en resumen, cumple el mismo papel que el Jarvis de las películas. Por otro lado, está Mary Jane Watson, la nueva secretaria en Industrias Stark; sí, es la mismísima (ex) esposa de Peter Parker, el espectacular Spiderman. También está muy presente un reiniciado Victor Von Muerte, aunque eso es algo que dejaremos para un pelín más adelante...

En fin. Este volumen presenta dos arcos argumentales completos a lo largo de once episodios, con cada uno de esos dos ciclos dibujados por un artista diferente, aportando su distintiva marca.

El primero de esos arcos argumentales es el que lleva en el título este volumen: 'Reinicio'. Como es obvio, es aquí dónde se establecen todas las bases de la etapa de las que acabamos de hablar, pero este arco además posee una serie de características sumamente particulares que más de uno las podría considerar fuera de lugar. Estoy hablando del contexto místico de la historia, claro está. Quiero decir, quizás no es lo más acertado del mundo el empezar a escribir una etapa de Iron Man con una amenaza que está directamente involucrada con la magia; más que nada porque Tony Stark no tiene ni idea del asunto, como es lógico. Es literalmente incapaz de detener al enemigo por sí solo. Sé que estamos hablando de Whitney Frost (personaje que, por otra parte, tampoco tiene ni idea de la magia), pero también soy consciente de que su inclusión en la historia viene siendo una referencia a etapas clásicas del personaje, como si el guionista nos estuviera diciendo "¡Mira, que me he leído la época más famosa del personaje!". 

Daros cuenta de que tanto el héroe como villano ni pinchan ni cortan en todo este embrollo místico; el que tiene la importancia real es Victor Von Muerte. Esto de plano me parece un error garrafal en cualquier historia de superhéroes, pues ninguna de las dos figuras principales de la trama es realmente relevante para el desarrollo de la misma, y ni siquiera el propio Muerte parece que vaya a ningún lado como personaje. Aparece de vez en cuando, se hacen bromas (y no pocas) con el personaje, en ocasiones arregla las situaciones con magia, y punto pelota. Los personajes hablan con los típicos diálogos marca de la casa y van pululando por allí, pero en realidad ninguno es verdaderamente interesante como para instarte a seguir leyendo. Es como que todo está bastante mal escrito. Pasadas las semanas, es posible que ni siquiera me acuerde de gran parte de esta historia.

Brian Michael Bendis ha jugado muy mal sus cartas. Tenía todo para hacer algo interesante y guay con el personaje; al Doctor Muerte con su nuevo statu quo y a un Tony Stark post-incursiones, pero parece que nada de eso ha importado a la hora de escribir estos primeros cinco números. Se ha conformado con entregar una historia mediocre y difícilmente memorable, plagada de carencias y fallos garrafales. El dibujo de David Marquez, el artista encargado de este ciclo argumental, es, sin ningún atisbo de duda, una de las pocas cosas buenas que se le pueden achacar a estos tebeos.

Claro, que el segundo arco argumental no remonta para nada el vuelo. En este caso, siendo un pelín más largo, uno pensaría que quizás el guionista se atreva con algo más ambicioso que lo visto hasta ahora. Nada más lejos de la realidad: se repiten muchos de los fallos cometidos al inicio de la etapa, pero con el agravante de tener en su mano aún más personajes, como Rhodey o la propia Mary Jane. Es que vaya, en este punto a nadie le debería sorprender que se introduzcan elementos y elementos constantemente sin planificarlos lo más mínimo en el guion. Ni me importan los personajes ni me importa el argumento que se sigue, y esto es claro síntoma de que las cosas no se están haciendo bien. No es lógico ni natural tener una historia que a priori podría molar, para luego no desarrollarla para nada en más de una decena de episodios.

El segundo arco es, además, bastante confuso; no porque Bendis de repente haya sacado su talento oculto y se haya vuelto el guionista más complejo de la nada, sino porque se explica como el culo. Siento tener que expresarme así, pero es que es la verdad. Que Mike Deodato Jr. sea el dibujante al cargo solo empeora las cosas para mí; ya he dejado claro en alguna ocasión que no me gusta nada su estilo. Aparte de eso, tampoco es que haya importado nada de lo ocurrido: seguramente este argumento no tendrá más recorrido. Ni merece la pena que os diga de qué va. 

En general, hablando de los once números como un conjunto y no cómo dos arcos separados, ha habido un elemento de la etapa que he detestado a más no poder. Os he hablado de los terribles errores en el planteamiento de la historia; os he hablado también de la irrelevancia de sus personajes secundarios. De lo que todavía no me he pronunciado es de la caracterización del protagonista, del mismísimo Tony Stark. Detesto que su personalidad esté tan influenciada por el personaje de Robert Downey Jr., así como detesto todos los cambios en su caracterización con tal de parecerse más a la versión cinematográfica. Nosotros, los lectores de cómics, no deberíamos tolerar que se hagan cambios de personalidad innecesarios a personajes ya establecidos dentro de nuestro imaginario colectivo. Es denigrante que cambien así a un personaje esencial del cosmos marvelita únicamente para cumplir la cuota del cine. No, Iron Man no es así y nunca lo ha sido.

Ya van dos colecciones que he comenzado a leer pertenecientes al relanzamiento post-Secret Wars, y creo que ninguna de las dos ha cumplido con lo prometido, ni tampoco se han aprovechado del todo bien sus mayores cualidades.  En particular esta colección me ha parecido bastante mal aprovechada en su mismo concepto. Mis esperanzas para con ella quedan legadas a Riri Williams, la próxima sucesora de la armadura de hierro que ya aparece brevemente en este volumen, a modo de adelanto a lo que se viene. Brian Michael Bendis es un experto a la hora de retratar a los adolescentes, por lo que creo que puede entregar algo bastante decente en una colección protagonizada por ella. Por todo lo demás, chusta.

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