Reseña de Marvel Now! Deluxe. Los Vengadores de Jonathan Hickman 8 y 9: El Tiempo se Acaba

Todo acaba aquí. Ha sido un largo trayecto, pero con estos dos voluminosos tomos terminan las andaduras de Jonathan Hickman como guionista de Los Vengadores. Ha sido un largo viaje que nos ha hecho descubrir una de las tramas más trabajadas e intrincadas del cómic de superhéroes en el siglo XXI, una extensa historia río que, como todos sabréis ya, desemboca en el gran macro-evento de las modernas 'Secret Wars'. Las incursiones entre diferentes mundos han marcado un antes y un después dentro de la Casa de las Ideas, marcando el camino de una de las etapas que sin duda más recordadas serán a futuro. A mí no me cabe ninguna duda de ello.

Desafortunadamente, para mí y mi experiencia lectora, no he podido hacerme con estos dos últimos volúmenes de la colección de manera física. En la tienda oficial de Panini Cómics ni siquiera figuran como 'disponible', por lo que he tenido que tirar de otros, ejem, medios para poder terminar esta grandiosa etapa y poder escribir una opinión en este blog. Lo he tenido que leer en inglés, claro.


Es por esa misma razón que no os podré hablar de todos los contenidos incluidos en los tomos de los que hoy hablamos. Es decir, únicamente haré referencia a los números de Nuevos Vengadores y Los Vengadores que estén escritos por el propio Jonathan Hickman, dejando de lado todo el relleno que viene incluido en la edición española. De todas maneras, no me interesan para nada los números de Avengers World ni el de Shang-Chi, por lo que es una excelente oportunidad para pasarlos por alto. A fin de cuentas, lo más importante es la saga final que cierra todas las tramas orquestadas hasta el momento, no lo otro. 

Es que, teniendo en cuenta los elementos propios de la saga final que sirve como prólogo de las Guerras Secretas, creo que es un error incluir más contenida ajena a esta. Es algo que puede empañar mucho la experiencia del lector al desviar la atención y la tensión que, por otra parte, está muy presente en este punto de la narrativa. 


El Tiempo se Acaba es una saga muy diferente a todas las demás que el estadounidense haya escrito en ninguna de las dos cabeceras, y no es para menos: resulta ser la fusión natural de las dos líneas argumentales que hasta el momento habían sido desarrolladas en paralelo, que terminaron por confluir en la saga del Pecado Original, como vimos la otra semana. Claro, lo que uno se espera cuando va a empezar este arco a ciegas es que se va a continuar con lo visto en los números inmediatamente anteriores, pero nada más lejos de la realidad: Hickman toma un camino contrario y avanza ocho meses la historia de golpe, sin contarnos directamente lo ocurrido en tan ancho espacio de tiempo.

Es una decisión atrevida e interesante que da forma a un cierre de ciclo por todo lo alto. Lejos de ser algo aleatorio, creo que en esto el guionista ha tomado una decisión muy inteligente que seguramente viene dada por los múltiples cambios que sufrieron algunos héroes Marvel justo en aquel año a raíz de la sucesión imparable de eventos y crossovers. De esta manera, los cambios forzosos imposibles de eludir en personajes íntrinsecamente ligados a la cabecera de Los Vengadores fueron introducidos con suma naturalidad.


Con estos cambios me refiero a los que sufrieron personajes como Thor, el Capitán América o incluso el propio Iron Man. El primero, por poner un ejemplo, perdió la capacidad de levantar su martillo Mjolnir como consecuencia del Pecado Original, por lo que ahora utiliza un hacha de combate. El Capitán América, en cambio, se ha visto convertido en un anciano por lo acontecido en su serie regular escrita por Rick Remender. El caso de Iron Man quizás es algo más radical, al verse convertido en una especie de villano como consecuencia de los hechos ocurridos en el evento 'Axis', como también se puede ver en 'El Superior Iron Man' de Tom Taylor. 

A decir verdad, todos estos cambios no vienen únicamente de elementos ajenos a la colección, pues también se aprovecha el salto temporal para ofrecer nuevos 'statu quo' de la mayoría de personajes involucrados en el supergrupo. El más destacable de todos ellos, en mi opinión, es la compra de Ideas Mecánicas Avanzadas por parte de Roberto DaCosta, Mancha Solar. No quisiera ignorar tampoco lo mucho que ha avanzado la pareja formada por Pegadora y Bala de Cañón, pues ahora viven en el Espacio Shi'ar con su propio hijo. Ese último cambio, de hecho, todavía se mantiene en continuidad, demostrando lo mucho que puede influir Jonathan Hickman con sus ideas. 


El mayor cambio en continuidad que esta saga trae a colación no es otro que la vuelta a las persecuciones y al mal rollo entre los héroes. El séptimo volumen terminaba con Steve Rogers deseando capturar a los miembros pertenecientes a los Illuminati, y tras estos ocho meses hemos visto como todo ha terminado con un curioso juego del gato y el ratón terriblemente similar al visto en la época post-Civil War, aunque esta vez con algún bando más. No solo están los Vengadores de SHIELD dirigidos por el anciano Steve Rogers enfrentándose a los Illuminati; también está el bando de 'Los Vengadores Mundiales' capitaneados por Mancha Solar, así como el Cónclave, una organización con los miembros resucitados de la Orden Negra de Thanos vistos en la miniserie de 'Infinity'.

El tema es que, al omitir ocho meses dentro de la historia, los detalles de todo lo que ha ocurrido se nos van revelando muy poco a poco con cantidades dosificadas de información. No es algo que se nos revele directamente con flashbacks, ni nada por el estilo; todo se revela con información dada por los propios personajes en los diálogos. Es algo que consigue renovar el interés del lector de una fenomenal manera al estar con la intriga de saber todo lo que ha pasado fuera de cámaras.


La otra línea argumental que se va desarrollando con pinceladas a lo largo de todos estos números es la referente al Doctor Muerte y su alianza con el Hombre Molécula, una trama que se antoja esencial para el inicio de 'Secret Wars'. Esta parte de la historia es la que sirve para explicar finalmente todo el pastel que ha dado origen a la historia de las incursiones multiversales. Como lo he tenido que leer en inglés, me ha costado incluso más asimilar la cantidad masiva de información contenida en estos números. De verdad que es una sorpresa la manera en la que Victor Von Muerte se involucra en la historia y se convierte en el personaje clave, junto con Owen Reece.

Otro aspecto que me ha sorprendido es todo lo que tiene que ver con el Cónclave y todos sus miembros, que por azares del destino y una traición fríamente calculada, terminan atrapados en el Universo 1610, el perteneciente a la Tierra Ultimate. No entiendo muy bien cual es el propósito del guionista al introducir este elemento a la historia, pues de ninguna manera se resuelve satisfactoriamente. Es muy posible que sea algo que vaya a tomar importancia en las Guerras Secretas, pero no lo tengo muy claro.

Otro punto negativo que le puedo encontrar a la obra es el poco uso que se le da a los personajes originales de Hickman. Quiero decir, Cisne Negro, por poner un ejemplo, tiene una participación casi nula en este arco argumental. Yo creí que ella, como los miembros de la Orden Negra de Thanos, iban a tener una importancia más capital al ser personajes creados específicamente para la etapa.


Uno de los males que aquejan al cómic americano mainstream es la poca o nula estabilidad de dibujantes dentro de las series regulares. Antaño, un mismo dibujante era capaz de ilustrar largas etapas sin necesidad de cambiarlo por otro cada tres números, pero ahora la costumbre es hacer justo lo contrario. Los Vengadores de Jonathan Hickman no han sido ajenos a esto en ningún punto de la etapa, pero la verdad sea dicha. me habría gustado que, al menos para el broche de oro, se hubiera mantenido un dibujante fijo. Me importa poco que sea Mike Deodato, Kev Walker o Stefano Caselli: yo solo digo que alguno de ellos debería haber tenido la voz cantante en el dibujo. El resultado final en cuanto al dibujo es una sensación de decepción auspiciada por la inestable dirección creativa que poseen estos tebeos.


La mayor arista que le puedo sacar a esta saga final es, sin ningún ápice de dudas, la caracterización tanto de Tony Stark como de Steve Rogers. Siento que tanto el uno como el otro están totalmente fuera de personaje. Con Iron Man puedo entenderlo, porque era el momento de la moralidad inversa auspiciada desde el evento de 'Axis', pero con Rogers no hay excusa que valga. Ese comportamiento tan agresivo y opresor no me parece propio de un hombre como lo es él, sin importar si está en una situación límite o no. Jamás se ha comportado así con un villano; ¿Por qué lo haría con un amigo? 

Lo siento, pero es que me parece que aquí Hickman quiso forzar el conflicto de una manera que quizás desdibuja un poco a los personajes involucrados. Es el problema de enfrentar de una forma tan radical a héroes contra otros héroes, que es sencillo caer en contradicciones.


Con todo, creo que Jonathan Hickman ha firmado una de las mejores etapas que se hayan visto jamás de los Héroes más Poderosos de la Tierra, y este final es la clara prueba de ello. Prácticamente, todo lo tenía pensado desde buen principio, o por lo menos ha sabido moldear sus ideas para que encaje con todo lo que él mismo planteó en la serie. Me ha dejado un muy buen sabor de boca la etapa en general, pero es en esta última saga dónde se ha terminado de afianzar esta sensación. He disfrutado un montón de 'El Tiempo se Acaba' y se ha convertido en una de mis sagas favoritas de los cómics Marvel. Ha sido una conclusión realmente satisfactoria, digna de ser leída. 

Veremos como el tiempo trata a esta etapa en mi memoria. Yo, por lo pronto, os la recomiendo encarecidamente si os flipa la ciencia ficción dura y no sois tan apasionados del tono superheroico que sí caracteriza a otras etapas. Como apasionado de ambos estilos, no puedo estar más contento de haber disfrutado de toda esta trayectoria. 

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