Reseña de Marvel Now! Deluxe. Los Vengadores de Jonathan Hickman 6: Vengadores Mundiales


La llegada de Jonathan Hickman a una nueva serie siempre viene acompañada de una gran expectación por parte de los lectores, pues sus aportaciones al cómic americano jamás pasan desapercibidas. Es un guionista que siempre va a la suya, creando historias largas y complejas a largo plazo que terminan por confluir de manera magistral, mucho más cercanas a la ciencia ficción pura que al género de los superhéroes.

Cuando en 2013 se hizo cargo de las dos colecciones Vengadoras más importantes, los aficionados fueron testigos de cómo ambas series cruzaron sus historias y se solaparon entre sí, pese a tener argumentos muy distintos que las diferencian lo suficiente a simple vista como para no parecer partes separadas de una misma historia. 


Infinito fue el evento con el que Hickman cruzó de manera directa ambas cabeceras (Vengadores y Nuevos Vengadores) por primera vez, contando, por un lado, el intento de Thanos por conquistar la Tierra; por el otro, se nos narraba la guerra intergaláctica contra la raza de los Constructores. Ambas series debían ser leídas intercaladas con los números del evento para comprender en su totalidad toda la línea argumental.

Una cuarta pieza se colocó en el tablero cuando salió a la venta la serie de Vengadores Mundiales, o Avengers World. Tras el fin de Infinito, Hickman se alió con el conocido guionista Nick Spencer para hacerse cargo de esta cabecera dedicada a explorar en más profundidad los más de veinte héroes que forman parte de la alineación oficial de esta etapa. Los catorce primeros números (de un total de veintiuno) vienen recopilados en este sexto volumen. 


Si es que, recordemos, uno de los eslóganes más repetidos dentro de los Vengadores de Hickman es "Un mundo de Vengadores". Es una frase que ha sido repetida varias veces en varios de los números mencionados, y esta nueva serie nace con esa premisa; mostrar a esta enorme alineación de héroes viajando a distintos rincones del universo marvelita, lejos de las líneas argumentales desarrolladas en las cabeceras principales. 

A lo largo de estos catorce números vemos una extensa selección de héroes clásicos y modernos enfrentarse a situaciones de  lo más variopintas; desde el ataque de Morgana LeFay a las catacumbas de Europa, hasta la ciudad de Madripur entera a lomos de un dragón. Es algo evidente que la aportación del propio Hickman es cuanto menos discreta, más allá de la propia agrupación de héroes, pues todo lo que aquí acontece parece tener más bien la impronta de Nick Spencer. Seguramente, la única labor de Hickman fue dar coherencia a las apariciones de dichos personajes para no contradecir lo que ocurre en sus colecciones.


Lo que es cierto es que, salvo casos puntuales, pocas veces hemos visto a los Héroes más Poderosos de la Tierra moverse activamente por el mundo fuera de los Estados Unidos, por lo que, en ese sentido, Nick Spencer tuvo una fantástica oportunidad al poder escribir historias fuera del terreno habitual del grupo y mostrar más del rico mundo presente en la editorial, principalmente de los lugares ficticios.

El auténtico problema con la serie, y todos los que estéis leyendo esta edición podéis estar de acuerdo, es su inclusión dentro de esta recopilación. Cómo ya he dicho antes, su historia está aislada totalmente de Vengadores y Nuevos Vengadores, por lo que no continúa para nada lo presentado en la etapa de Hickman ni aprovecha los elementos propios de la misma, convirtiéndose así en un número de lo más prescindible si lo que te interesa de verdad (y estoy seguro de que es así) es el propio Hickman y no el relleno innecesario.


Es que si al menos fuera algo entretenido... Pero es que no llega ni a eso. Es una historia aburrida y demasiado extensa, un  sinsentido de los pies a la cabeza que no lleva a ningún sitio más que ver  interacciones forzadas y sin gracia entre los personajes. La mitad de ellos apenas aportan algo más que estar ahí y soltar alguna frase de vez en cuando, mientras el propio argumento se extiende lo máximo posible sin realmente contar nada en sus páginas.

Lo mejor que le puedo achacar a la serie es el dibujo, pues cuenta con la aportación de Stefano Caselli y Marco Checchetto. Ambos artistas son de lo mejor de los últimos años en la Casa de las Ideas, y es un gusto encontrárselos en una serie que, de otra forma, no tendría nada rescatable ni destacable. De todas formas, sin querer yo desprestigiar el trabajo de tales superestrellas, creo que ni con esas puedo defenderla. 


No hay nada que justifique la decisión de Panini de incluir íntegramente esta colección en sus volúmenes recopilatorios de la etapa de Jonathan Hickman más que el sacarle unos cuartos al aficionado, pues carece totalmente relevancia en el total de la etapa, y ni siquiera vale la pena por sí misma. Es una obra que carece de interés y que ha sido colocada en medio de una serie exitosa con el único fin de encasquetarla al aficionado. No caigáis en el mismo error que yo, ignorad este pestiño de historia y centraos únicamente en lo que posea guiones de Hickman.

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