Reseña de El Pacto, de Paco Sordo



El Pacto es una obra publicada por la editorial Nuevo Nueve y es la ganadora del Premio Nacional del Cómic de 2022. Trata sobre un dibujante perturbado que sueña con ser historietista profesional en la época de Bruguera en España a mediados del siglo pasado. Paco Sordo, el autor de la obra, es un conocido dibujante de la revista digital Orgullo y Satisfacción, que también ha entregado gran parte de su trabajo a la revista El Jueves. Es un dibujante que en los últimos años ha estado además involucrado en la publicación de libros infantiles, encargado de su ilustración.

El Pacto es su primera novela gráfica -aunque no me gusta demasiado ese término- con la que pretende dar su homenaje a los tebeos clásicos de nuestro país, concretamente a los de la editorial Bruguera, casa de obras como Zipi y Zape, Mortadelo o Super López. Por ello, Sordo se sirve de todo tipo de manierismos estéticos y verbales para imitar -de muy buena forma- la forma de hacer cómics en la época.

Miguel Gorriaga es el protagonista, un perturbado mental obsesionado con ser un historietista reconocido por toda España, un tío muy admirador del trabajo de Vázquez. Todos sus intentos por convencer al editor de Brugera quedan en saco roto, por lo que decide tomar un camino más retorcido y siniestro para llevar a cabo sus planes: Pactar con el diablo y secuestrar a Vázquez para que haga los tebeos por él, mientras Miguel entinta los dibujos y les añade los diálogos. 

La historia está narrada a modo de falso documental biográfico y por ello vemos a varias personalidades del medio como invitados, sirviendo como narradores de la historia: Francisco Ibáñez, Jaume Rovira, Carlos Aceres, etc. Las escenas de documental contrastan con las de Gorriaga no solo a nivel gráfico, sino que también a nivel narrativo, pues sirven como muestra de lo mucho que puede ser romantizada la historia del arte en años posteriores. Aparte de eso, decenas de referencias a las historias que se publicaron por aquella época, ya sea en revistas o en apariciones fugaces de autores clásicos. Es por eso que, a pesar de ser un falso documental con  tintes cómicos e irónicos, también sirve como material didáctico; está ambientado en una época real en donde todo el entorno y sus personajes -salvo el mismo protagonista- fueron personalidades reales.

Le ayuda mucho a la obra el estar tan maravillosamente dibujada: Yo nunca he sido un gran lector del cómic español, pero lo cierto es que sí he leído mucho Super Humor y Mortadelos durante mi infancia, por lo que soy capaz de ver que en estilo de dibujo, en la forma de hacer gags y en la manera de caracterizar a los personajes y sus diálogos es un cómic claramente inspirado en los tebeos de aquella época.

Es un homenaje a Bruguera en toda regla, tanto a nivel narrativo como a nivel gráfico. Se siente una lectura muy similar, pero no os equivoquéis; si bien tiene cómics infantiles como inspiración, El Pacto no es ningún tebeo para todos los públicos. 

No me cabe ninguna duda de que todo el reconocimiento y galardón a mejor cómic de 2022 es merecido. Es ligero, divertido, fresco y de rápida lectura; apenas cuenta con unas noventa páginas en total, siendo un cómic ideal para pasar un rato entretenido mientras aprendes sobre la verdadera historia del cómic en nuestro país. Lo dicho, tebeo recomendado.

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