Reseña de "Natasha", de Koldo Almandoz y Aritz Trueba



Si seguís este blog con asiduidad, os habréis dado cuenta de que la gran mayoría de cómics de los que suelo hablar son extranjeros; cómic estadounidense, manga, etc. En las más de cien entradas que hay en el blog, en ninguna de ellas hablo de algún tebeo creado íntegramente en terreno nacional, por lo que he pensado que hoy es un buen día para darle una solución al asunto. Existen cientos de excelentes autores en España, y en más cantidad todavía existen excelentísimos tebeos de todo tipo de géneros y temáticas, esperando a ser leídos por cualquier aficionado.

Entre todos ellos hay una temática muy prolífera: el cómic social. Suele ser un género o temática en el que se habla sin miedo de temas de relevancia actual, y suelen contener mensajes importantísimos para cualquier persona; el acoso escolar, el abuso, la desigualdad, etcétera. En el caso de este cómic en particular, se nos habla de los problemas que puede acarrear que se filtren por internet imágenes íntimas de una persona. Se trata de un tema tan importante como poco tratado en la ficción, pero ¿Hasta qué punto se ha tratado bien algo tan delicado?


Escrito por Koldo Almandoz y dibujado por Aritz Trueba, "Natasha" nos habla de una chica que vive en un pequeño pueblo en Euskadi, cuya vida da un vuelco después de que una grabación suya teniendo sexo y drogándose se filtre por internet. El rechazo e indignación por los demás habitantes del pueblo se hace notar rápidamente, y la inacción por parte del colegio dónde estudia no hace nada más que agravar el problema. La historia está inspirada en un caso real que tristemente acabó en suicidio, pero en este cómic se nos narra una versión alternativa, lo que podría haber ocurrido si tan trágico final nunca se hubiera llevado a cabo. Para ello, Natasha abandona el pueblo y reconstruye su vida en la ciudad, lejos de la gente que tanto la ha dañado. Consigue nuevas amigas y hace florecer su pasión por la música uniéndose a una banda de rock, pero claro... Nunca es fácil huir de los fantasmas del pasado. 

Ella es la víctima, pero por la cobardía de las instituciones no es tratada como tal. El sentido común dice que los que deben pagar las consecuencias son los que compartieron el video, pues ellos son los verdaderos culpables aquí; sin embargo, Natasha es la que termina teniéndose que marchar. ¿Es injusto, verdad? Ser la víctima y encima tener que pagar tú las consecuencias. Se necesita mucha fuerza de voluntad para salir de algo tan inaceptable e injusto.


El acoso en redes sociales es un problema serio y muy complicado de tratar. Los autores, en este caso, consiguen hacer que algo que a primera vista podría ser denso y complejo se convierta en algo realmente ligero, pero a la vez dejando de fondo un potente e importantísimo mensaje social realmente sencillo de comprender. Ambos logran transmitir al lector lo terrible de las consecuencias de ser víctima de algo tan espantoso y de lo difícil que es salir adelante a pesar de ello.

Natasha a lo largo de la historia busca maneras de lidiar con el trauma, a pesar de que el daño que le han hecho sea irreparable. Consigue nuevas amistades, nuevas relaciones, se desarrolla más con su guitarra, sale a correr por las mañanas.


Aritz Trueba es un pilar fundamental en el resultado final de este tebeo. Sus páginas son limpias, experimentales, pero fáciles de seguir; su estilo de dibujo es claro y definido, destacando su conocimiento sobre la anatomía y el movimiento del cuerpo humano. Los personajes que él dibuja resultan muy expresivos, humanizados y llenos de carácter, realmente dinámicos, a pesar del poco tiempo que tienen para lucirse en las páginas, por la duración del tomo.

Me da la sensación (la buena sensación) de que Trueba utiliza imágenes reales para ilustrar las calles de la ciudad, pues realmente dan una sensación de profundidad sumamente realista. Es probable, incluso, que muchos de los fondos se hayan realizado mientras el artista se encontraba delante de los sitios.
 


Es de sorprender, además, la naturalidad con la que se tratan todo tipo de temas sin aplicar ninguna forma de censura. Las escenas sexuales totalmente explícitas son recurrentes a lo largo de la historia, así como desnudos y  escenas de masturbación. No es por nada, pero de verdad que me sorprende lo natural y no tan "picante" que se es con el tema en este álbum. Considerando el trasfondo de la obra era algo necesario. 

Con todo, creo que "Natasha" es un gran tebeo que puede agradar a propios y extraños, tanto si son lectores asiduos de este medio como si no, pues cuenta una historia universal cuyos mensajes son importantes y relevantes para cualquier ser humano. Yo recomendaría encarecidamente la compra de este cómic, pero lo cierto es que no es necesario; el libro habla por sí solo. 

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