Reseña de Marvel Gold. Los Vengadores nº 3: Unidos en Combate


¡Bueno, bueno! Llegamos al mes de abril, con su primavera, la entrada de un discreto calorcito... ¡Y el tercer tomo de la colección Omnigold dedicado a los tebeos clásicos de los Vengadores! Ejem, en realidad este tochaco salió a la venta en 2012, hace ya 11 años, pero en fin...

Recordemos: los últimos números del anterior tomo, reseñado aquí: Roy Thomas tomó el relevo del guionista-para-todo Stan Lee más o menos a partir del número #33 de la colección USA, aunque los cambios en la forma de contar historias de este equipo de héroes empezaron a partir del #40 USA. Hércules se unió al equipo y con él volvió la idea de "los héroes más poderosos de la tierra" después de una etapa en la que los Vengadores fueron un cuarteto de personajes relativamente débiles en cuanto a puro poder. Ese momento, aunque a simple vista no lo parezca, fue un antes y un después, un punto de inflexión para la cabecera que crearon Lee y Kirby años atrás. Volvía la grandeza, como quién dice. 

La edad dorada de Los Vengadores

Después de la inclusión de Hércules al equipo, Roy Thomas requirió algún cambio más para continuar más cómodamente su trabajo; aprovechó la ausencia de Don Heck, que estaba ocupado dibujando un tebeo del que hablaremos un poco más adelante, para buscar un nuevo dibujante que hiciera avanzar a los Vengadores a un nuevo nivel. Como resultado de la búsqueda apareció John Buscema, un recién llegado a Marvel que hasta ahora tan solo había participado en las colecciones de Hulk y Nick Furia, a pesar de su gran potencial como ilustrador. Este artista tan prometedor, que tenía un estilo tan distinto al de Heck, resultó ser la pieza idónea para Thomas, y juntos crearon una de las etapas más importantes y legendarias de los Héroes más poderosos de la Tierra. 

El nuevo equipo creativo nos dio algunas de las historietas del grupo más memorables; la llegada de Dane Whitman, el nuevo Caballero Negro, que tomaba el relevo de su tío para limpiar el nombre que tan orgullosamente portó antes de morir; El combate final entre Hércules y Tifón por el destino del Olimpo, que desembocaría en la marcha definitiva del semidiós griego. El ataque del Segador, hermano del fallecido Simon Williams, el Hombre Maravilla, que busca venganza por su muerte; El cruce entre Vengadores y Patrulla-X, que enfrentaría a ambos equipos en una trama orquestada por el maligno Magneto y que terminaría con la desaparición de Mercurio y la Bruja Escarlata, que en números pasados se le unieron, seducidos por esas ideas supremacistas mutantes.


Las historias más importantes, aun así, comenzaron su publicación a finales del año 1968, con una saga que marcó un antes y un después para la cabecera vengadora. ¿Os suena el Avengers #57, verdad? Ese número con aquella mítica portada en el que se vio por primera vez la llegada del sintetizoide Visión. Todo formaba parte de un entramado de historias que duró varios números (antes y después de ese episodio #57) en el que Ultrón-5, un misterioso robot asesino con ansias de venganza que atacó una y otra vez al equipo de superhéroes hasta ponerles en jaque. ¿Quién diría en aquellos años la importancia que tendría esa historia tan soberbiamente dibujada por Buscema con los dos androides como protagonistas? Todo culmina en el número #60 de la colección con la boda entre la Avispa y el novedoso Chaqueta Amarilla. Como notaréis, la etapa de Thomas y Buscema está plagada de momentos míticos Marvel.

Todas estas historias están aderezadas con esos tintes literarios tan propios de Roy Thomas como escritor. Tenemos que recordar que él fue un profesor de historia antes de guionizar tebeos en Marvel y que le encanta presumir de vocabulario y conocimientos, especialmente cuando se tratan de conocimientos de mitología... ¿Qué queréis que os diga? Sienta genial leer historias así de aquellos años. Es una prueba de que no todos los cómics clásicos de Marvel son aburridos y pesados de leer.

Un viaje en el tiempo

Antes he dicho que Don Heck dejó la colección para encargarse de otros cómics Marvel. Bien, pues estaba hablando de los especiales King-Size de Vengadores, que vienen siendo los números anuales especiales de toda la vida, pero con casi cincuenta páginas de disfrute con historias completas y medianamente largas. La primera trata de que el equipo debe hacer frente a una alianza de villanos dirigida por el terrible Mandarín, el enemigo de Iron Man, con lo cual nuevos y veteranos Vengadores se unirán. El segundo King-Size, que salió a la venta un año después, tiene más chicha de cara a los próximos años. Este segundo especial trata sobre que el Centurión Escarlata, una variante temporal del faraón Rama-Tut, ha conquistado la línea temporal original de los Vengadores y los ha convertido en sus lacayos, con lo cual los actuales miembros deben derrotar tanto al ex-faraón como a esos Vengadores clásicos sacados directamente del segundo número de la colección. 

Es en estos números donde más se luce Don Heck respecto a todos sus demás trabajos en la colección. Aunque mirad, debo seros sinceros: considero que el contraste que hay entre Heck y John Buscema es demasiado obvio como para poder ignorarlo. Quiero decir, es que la diferencia de calidad entre los trabajos de uno y otro es abismal. Los tebeos dibujados por Buscema son  mucho más impactantes visualmente que los de Heck, que está mucho más anclado a las narrativas de hace años. Buscema es fresco y novedoso, un soplo de aire fresco que deja en evidencia la evolución que tuvieron los cómics americanos a finales de los sesenta y principios de los setenta.

Variedad y consolidación

Suele ser ya habitual que hayan cambios en la alineación de los Vengadores a estas alturas de la cabecera. Cada cierto tiempo hay algún cambio en el grupo. Sin embargo, es en esta etapa cuando los cambios dan lugar a la consolidación definitiva del tono del equipo. 

Mercurio y la Bruja escarlata dejan el equipo para unirse de nuevo a la Hermandad de Mutantes Diabólicos. Hércules vuelve al Olimpo después de restaurar el respeto que su padre sentía por él. Mientras tanto, el Capitán América abandona por motivos personales. Todos estos abandonos dejan varios huecos por cubrir, y Roy Thomas fue consciente de ello. El autor quiso dejar paso a nuevos héroes que explorasen nuevas posibilidades para las historias, como fue el caso del androide Visión, el Caballero Negro de Dane Whitman (aunque él no es Vengador por derecho) o Pantera Negra, que viene en sustitución de Steve Rogers desde la lejana tierra de Wakanda.


Todos estos cambios ofrecen variedad al lector, impidiendo que se aburra con tramas que dan vueltas de forma incesante a los mismos personajes. 

Además, La Visión y el Caballero Negro tienen, respectivamente, varios números dedicados a explorar sus personalidades.


Escribir esta reseña me ha llevado a una única conclusión: de entre los tres tomos que he leído y reseñado de esta colección omnigold, queda claro que es el mejor. Utiliza las bases plantadas en los otros dos volúmenes para darle forma y consolidación a una cabecera que desde el principio estuvo pegando tumbos sin una identidad demasiado definida. Es pura evolución respecto a sus dos antecesores, un tomo que no deja de ir a más pese a tener algún arco un poco más flojete de lo esperado. (Sí, te estoy mirando a ti, Magneto.)  Es la era dorada de los cómics. Estos tebeos no han envejecido tan mal como tú te crees. Anda, dale una oportunidad.

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