Reseña de Sonic the Hedgehog: Efectos Colaterales, de Ian Flynn y otros

Originalmente nacido en 1991, Sonic the Hedgehog es un personaje que ha trascendido mucho más de lo que podamos imaginar. Apareció por primera vez como protagonista de su propia saga de videojuegos en la consola Sega Megadrive, y, desde ese momento, ha tenido adaptaciones en televisión, en tebeos e incluso en películas que han dado la vuelta al mundo y le han elevado a un estatus de influencia y popularidad al que no muchas franquicias pueden aspirar. Hoy quiero hablar de esos tebeos, los que la editorial IDW Publishing ha estado publicando desde que SEGA le cedió los derechos del personaje en el año 2018, que en España publica ECC Ediciones dentro de su línea Kodomo. 

Antecedentes comiqueros

Mira, que sepas que esta no es la primera colección de cómics basada en el personaje. Anteriormente, existía la colección que publicaba la editorial Archie Comics, que fue repentinamente cancelada poco antes de anunciarse el cambio de editorial y que tenía años y años de continuidad a sus espaldas (¡Como si de un tebeo Marvel se tratara!). Eso sí, no te preocupes, ya que IDW y Sega se han encargado barrer en su totalidad la continuidad que ya arrastraban esos tebeos, así que no necesitas leer nada con anterioridad para meterte de lleno en este primer tomo. Es un nuevo inicio que, al contrario que en los Archie, está íntegramente ambientado en el mismo universo que el de los videojuegos, cosa que se hace patente al abrir la primera página y encontrarse con varias viñetas que nos muestran algunos de los más icónicos enfrentamientos contra el Dr. Eggman que muchos videojugadores recordarán. 

Ian Flynn, el escritor de la serie.

Ian Flynn es el encargado de escribir la historia que presenta la serie, y se nota que es un gran conocedor de la franquicia de videojuegos, así como de la cronología del personaje. Quiero decir, tiene experiencia llevando el guion del personaje, siendo el encargado de escribir la historia de los más recientes videojuegos y habiendo escrito ya alguna etapa de los viejos Archie Comics. Está claro que comprende como ningún otro la personalidad de cada uno de los personajes que se muestran en estos primeros cuatro números: tanto Sonic como Tails, Knuckles o Amy, y alguno más de su propia creación. Eh, pero no nos adelantemos, que aún no he hablado de la historia que presenta este primer arco.

El final de una guerra y el principio de otra

Antes dije que este cómic está ambientado en la misma continuidad que la de la saga de videojuegos, ¿cierto? Bien, pues se ambienta concretamente después de los hechos acontecidos en el videojuego de Sonic Forces, lanzado en el año 2017 en celebración del vigésimo quinto aniversario del personaje. El  juego trata de que el malvado Dr. Eggman ha logrado conquistar el mundo con su ejército de robots badniks, así que Sonic y sus amigos luchan en una guerra para defender el planeta de las garras del cruel doctor. El cómic comienza justo después del final de aquella historia, después de que el pobre Robotnik haya sido derrotado una vez más y su ejército de robots haya quedado totalmente diezmado. 

O quizás no está tan diezmado como parece en un principio, ya que en este arco se nos muestra que los robots parecen estar organizados de nuevo, como si tuvieran a alguien al mando de nuevo. Los episodios de la serie están centrados en ver a Sonic el erizo haciendo equipo con cada uno de sus amigos para detener, viajando de pueblo en pueblo, los cada vez más comunes ataques del ejército de Badniks. Esa es la dinámica principal de la colección, o al menos por ahora; acción a raudales y personajes carismáticos, rebosantes de personalidad. Están Tails, Amy, Knuckles... 

No creas que esos no son los únicos personajes que se presentan en este mini-arco: Blaze the Cat vuelve a las historias de Sonic, mientras Tangle the Lemur hace su primera aparición haciendo gala de una llamativa habilidad relacionada con su anillada cola. ¿Ves lo emocionante que es este tebeo? ¡Es como jugar a uno de sus juegos!

El cinético apartado visual

Cómo iba diciendo, la historia es rápida y no se anda con rodeos, ¡Así debe de ser con este personaje! Gran parte del mérito para que esa sensación de velocidad funcione es del dibujante. Bueno, de los dibujantes, ya que no hay un único dibujante; hay el típico baile de dibujantes que solemos ver en los cómics de américa más recientes. El más destacable de entre todos ellos es Tracy Yardley, que también es veterano de Archie y a menudo forma binomio con el propio Flynn. Su dibujo es dinámico y veloz, sin dejar de lado la propia expresividad de los personajes (cosa muy a destacar de su arte). La dibujante Jennifer Hernández creo que destaca bastante también, es buena, aunque peca de tener un estilo demasiado rompedor y diferente al de sus compañeros. Eso es algo que puede romper el ritmo de lectura. Es la sensación que a mí me da. Más allá de eso, creo que no es buena señal que la mitad del tomo esté dibujado por alguien que no sea el dibujante titular de la colección, que en este caso es Tracy Yardley. Una colección así debería tener, en medida de lo posible, el mismo dibujante durante todos sus números.


¡Perfecto para peques!

Sonic the Hedgehog: Efectos Colaterales es una lectura ideal para los jóvenes fanáticos de Sonic, ya sea que lo sean por películas o por los propios videojuegos. Es un tebeo entretenido y de lectura sumamente ágil, que no permite que te aburras en ningún momento. Constantemente te presenta personajes y tramas que captan interés suficiente como para querer seguir leyendo. Un gran ejercicio de conexión entre el público juvenil de los videojuegos y los tebeos. Además, gracias a la línea Kodomo de ECC Ediciones, se ha publicado a un precio imbatible: 9 €. ¿Ves? Hasta es accesible para los bolsillos de los peques. Aprovechad, que hace nada se ha reeditado y es fácil de encontrar en librerías especializadas y grandes almacenes.

¡Muchas gracias por leer este post! Si te ha gustado puedes dejar tu comentario y, si quieres, compartir este artículo por las redes. También puedes invitarme a un café.

Comentarios