Reseña de Marvel Premiere. El Inmortal Hulk 4: Abominación


¡Vaya, vaya! Continúa la serie de reseñas que estoy dedicando a la colección Marvel Premiere de El Inmortal Hulk con su cuarto volumen titulado "Abominación". ¿Supongo que ya sabréis lo que le espera al gigantón verde cuando una historia suya lleva esa palabra en el título, verdad? Pues es exactamente lo que pensáis: ¡La Abominación vuelve! Aunque no en su forma habitual, claro, ya que no es el conocido Emil Blonsky quién se encuentra detrás del monstruo... ¡Si no el pobre de Rick Jones! ¿Cómo es posible? ¿Acaso Jones no estaba muerto? ¡No nos adelantemos, que aún hay mucho de lo que hablar!


El cuarto tomito de la colección de El Inmortal Hulk abarca los números originales del 16 al 20, dejándonos muy cerquita del ecuador de la serie, a tan solo cinco números de llegar.  Es por eso que en este volumen nos encontraremos con que la historia vuelve a arrancar motores, después de la bajada de ritmo que marcó la colección a mitades del tercer tomo y que sirvió para que la trama pudiera respirar después de tantos conceptos nuevos y complejos presentados en tan pocos números. Es así; fueron necesarios esos episodios de "descanso" para ir poniendo algunas piezas del puzle en su lugar, mientras se nos iba preparando el siguiente gran desenlace de alguna de las tramas. 

Hulk se encuentra de camino a los restos de la antigua Base Sombra, recientemente trasladada a otro sitio por algunos de los hechos acaecidos en los primeros números de la colección. Allí se encuentra con una trampa mortal concebida por el General Fortean, personaje que sirve como una suerte de sucesor del fallecido General Ross y que, como su antecesor, está obsesionado con dar caza a nuestro protagonista y no descansará hasta verle caer. ¿Pero como haces caer a un monstruo inmortal?  El propio General manda al Agente Burbank (anteriormente conocido como Cañonero) a atrapar a un Banner debilitado por la exposición a la radiación ultravioleta de la base, que se considera una de las grandes debilidades del góliat verde. 


Todo el plan orquestado por Fortean se va al garete cuando una de las personalidades durmientes de Bruce reaparece en el momento más oportuno: se trata de Joe Arréglalo, el querido y canalla Hulk gris que creó Peter David hace ya más de veinticinco años, pero ahora en el cuerpo frágil y humano de Bruce Banner. Eso último desatará algunas dinámicas divertidas en los posteriores números, pero por lo pronto, el combate entre Burbank y Joe se salda con la destrucción total de toda la montaña en la que se ocultaban las instalaciones, incluido con ella el propio Cañonero, que muere estando aterrorizado al ser atacado por un Hulk totalmente sobrecargado de Gamma. Eso es lo que consiguieron las distintas personalidades de Bruce trabajando en equipo; ¿Si han logrado eso, hay algo que no puedan lograr?

Por otra parte, está Betty Ross, quién recientemente fuera la Hulka Roja, asesinada hace unos números de esta misma colección y que se dio por desaparecida después del final del tercer volumen. Ahora ella ha vuelto (recordemos que los monstruos gamma regresan por la puerta verde) con una nueva y terrorífica y transformación, una que mantiene el tono rojo de su piel que tanto tiempo llevó en los tebeos de la década pasada, pero con una nueva forma de ave monstruosa y emplumada. ¿Es justo decir que es uno de los mejores diseños de personaje que se han mostrado en la colección? Además, este monstruo conocido como Arpía nos regala una de las escenas más impactantes de las mostradas en toda la serie, ocurrida durante el combate contra la Abominación: Ella arrancando y comiéndose el corazón de un Hulk totalmente arrinconado, mutilado y ciego. ¿Se os ocurre algo más impactante? Porque eso es solo a la mitad de serie... Imaginad lo demás. Fiu. 

Hablando de monstruos inhumanos: El General Fortean envía a la nueva Abominación directamenete a eliminar a Banner en una zona poblada de los Estados Unidos, originando una situación que vagamente recuerda a la que vivó Superman a principios de los años noventa, cuando tuvo que enfrentarse al temible monstruo Juicio Final en el cómic que terminó en su propia muerte (obra reseñada el blog). Era evidente que el combate entre los monstruos no se saldaría de la misma forma, pero el parecido está ahí. La aparición de Betty es esencial para la derrota del incontrolable Rick Jones, poniendo fin a la vida de Hulk para que pueda volver por la puerta verde totalmente revitalizado. 

En su breve paso por el infierno (si, de nuevo), Bruce Banner tiene una interesante charla con su fallecido padre, que le revela algunas verdades; la propiedad mágica de los rayos gamma y el hecho de que esa conversación ya la han tenido muchas veces con anterioridad, solo que Bruce no lo recuerda al resucitar. De nuevo, de cara al futuro de la serie puede ser algo interesante explorar la dinámica de estos encuentros. 


Metatrón es el nombre del último episodio del tomo, el correspondiente al #20 USA de la colección. En el epílogo de ese episodio se nos muestran algunas cosas que claramente tendrán un peso importante en los próximos episodios: la aparente resurrección del General Ross transformado de nuevo en un monstruo gamma y la misteriosa y críptica escena dónde aparece un Bruce Banner físicamente  podrido siendo contactado por algún tipo de deidad o entidad cósmica, estando él aparentemente atrapado en medio del cosmos. ¿Qué significará esa escena? ¿A dónde nos quiere llevar Al Ewing con tantos nuevos misterios planteados al final de este arco argumental? ¡Sea lo que sea, debe ser una genialidad, estando quién está detrás!

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