Reseña de Marvel Premiere. El Inmortal Hulk 1: O es Ambos

Puesta al día

Hulk. Al Ewing. Joe Bennett. ¿Es necesario decir algo más?

Sí. Hace justo un año escribí una reseña de este primer volumen recopilatorio de El Inmortal Hulk; sin embargo, considero que aquel escrito no refleja para nada mi actual punto de vista respecto a la serie. En aquel momento no entendí muy bien hacia dónde iba la historia y me resultó bastante confusa, pero eso ha cambiado con la relectura. 

Ahora, un año después, es cuando he podido disfrutar de El Inmortal Hulk como es debido. No se si será por el bagaje lector o por la nueva perspectiva de la relectura, pero lo que está claro es que estamos ante una pedazo de serie. O, al menos, ante un pedazo de primer arco.

¡Vamos allá con la reseña!

Antecedentes

Todo empezó con el evento de Civil War II. En esa historia, por circunstancias que no vienen al caso, Bruce Banner le pidió a su viejo amigo Ojo de Halcón que le matara. Clint Barton accedió, y para ello disparó una flecha irradiada con rayos gamma directa al cráneo de su amigo, que, aparentemente, murió al instante. Dos años después, en 2018, Hulk volvió a la vida durante el arco de "Vengadores: sin rendición". Eso fue solo la punta del iceberg. Resulta que Hulk es un ser inmortal. Bruce Banner sí que puede morir, Hulk no. 

Con este planteamiento comienza la serie de El Inmortal Hulk. Un Bruce Banner constantemente arrastrado a la vida por su contraparte verde, vagando por el mundo, sobreviviendo, utilizando sus poderes para lo que considera correcto. Un regreso a las esencias en toda regla, a aquella época donde Banner era un fugitivo buscado por todo el país, con un barniz terrorífico y paranormal que hiela la sangre. 

Un vagabundo de gamma

Los tres primeros episodios de la serie (Del #1 al #3 USA) son una total declaración de intenciones, estableciendo el tono y, poco a poco, presentando la trama que se desarrollará en próximos capítulos de la colección. Son historias autoconclusivas que se pueden leer de manera individual, pero que, aun así, son esenciales para entender lo que Al Ewing pretende contarnos a largo plazo. En ellos vemos a Banner utilizando sus nuevas habilidades (derivadas, por cierto, de la herida en el cráneo que le provocó la flecha gamma) para resolver misterios en poblaciones apartadas en Estados Unidos. Pero, ¿de qué clase de habilidades estoy hablando? Veréis, resulta que Hulk ha adquirido algún tipo de "intuición mágica" que le permite guiar a Bruce mediante cosquilleos para resolver misterios o encontrar criminales. 

Eso es: durante los tres números iniciales vemos a un Bruce Banner vagando por allí y por allá, cazando criminales y resolviendo misterios, cada número representando una historieta independiente. El mejor ejemplo es el tercer número, en donde la periodista Jacqueline McGee (personaje inspirado en Jack McGee, aquel tipo que acompañaba al coloso esmeralda en esa teleserie de los años setenta) toma declaración a distintos testigos de una aparición del monstruo gamma en público, mientras vamos descubriendo qué ocurrió en el susodicho avistamiento.

La batalla contra "Sasquatch"

Al final del tercer número vimos a la Señorita McGee siendo contactada por Walter Langwoski, el veterano miembro de Alpha Flight que, al igual que Bruce Banner y su alter ego, posee la capacidad de transformarse en un monstruo conocido como Sasquatch. Él la contactó al enterarse de que está buscando a Banner para así ofrecerle su colaboración en el caso. Obviamente, las cosas se salen de control para los dos perseguidores del coloso verde; Langwoski es apuñalado por la espalda para morir más tarde en el hospital, lo que más tarde causaría una verdadera pesadilla en el lugar... 


Si Bruce Banner muere y cae la noche, resucita al transformarse en Hulk. Así que lo mismo ocurre en el caso de Langwoski: si él muere, Sasquatch le trae de vuelta. Eso mismo ocurre en el hospital. Aunque, con una fatídica diferencia: algo se ha apoderado de Sasquatch. Algo de otro mundo. Algo por debajo de todo...

Misterios aparte, todo lleva a un épico y encarnizado combate por todo el hospital, con la plantilla y los pacientes huyendo como pueden del caos provocado por los dos monstruos gamma. Un combate reminiscente de aquel anual especial que dibujó Sal Buscema en los años ochenta. Un combate que, además, rememora la trama de Brian Banner, el padre de nuestro querido Bruce. 


Joe Bennet, experto en lo tétrico 

Nadie puede negar que El Inmortal Hulk posee un apartado artístico sumamente llamativo. Joe Bennet sabe jugar con la expresividad de los personajes, sabe jugar con las perspectivas y sabe jugar con lo grotesco (en ocasiones) de las escenas. Para muestra, un botón:


Conclusión, un año después...

Quizás en su momento acabe decepcionado por no ser el tipo de cómic que yo esperaba: me lo vendieron como un cómic de terror y misterio, pero eso no fue lo que yo encontré; tan solo encontré una historia aburrida y confusa. Eso fue así, sí, pero como he dicho, las cosas han cambiado. Ahora sí que soy capaz de comprender los horrores que se presentan en la colección, ahora sí que soy capaz de ver qué es lo que hace misterioso, intrigante y terrorífico a esta serie. El Inmortal Hulk es un tebeo que, cuanto más veces lees, más lo disfrutas. Es un cuento con moraleja, una historia con varias capas de comprensión  que merece varias relecturas para desentrañar todo lo que la obra de Ewing tiene por ofrecer. 

Y, oye, que es un Marvel Premiere. El primer tomo cuesta diez pavos, que para cómo está el mercado hoy en día, no es nada.

¡Muchas gracias por leer este post! Si te ha gustado puedes dejar tu comentario y, si quieres, compartir este artículo por las redes. También puedes invitarme a un café.

Comentarios