Reseña de El Asombroso Spiderman 2 y 3 de Zeb Wells y John Romita Jr.



La nueva etapa del trepamuros continúa sorprendiendo a los lectores con el fin de su primer arco, aunque todavía faltan muchas incógnitas por desvelar de las muchas que se nos quedaron al leer el número 1 de la colección. 

Zeb Wells ha logrado una verdadera hazaña con estos 4 números: no solo ha conseguido mantener el interés que tenía por la serie desde su primer capítulo, sino que lo ha aumentado gradualmente a medida que avanza la historia. De momento el escritor se está reservando para más adelante las grandes revelaciones sobre aquello que ocurrió en la vida de Peter hace seis meses, pero vamos viendo alguna pincelada de lo que ocurrió gracias a la llegada  de un reformado Norman Osborn a la colección, que al parecer tiene una cuenta pendiente con nuestra araña. 


Eso es algo que yo, por lo menos, estoy disfrutando muchísimo de la serie: no solo la vuelta de muchos personajes con mucho potencial para las tramas, sino que cada uno tiene su papel único dentro de las mismas. Lápida, Randy, Enterrador, Felicia Hardy, el propio Norman... Todos ellos (y los que dejo sin mencionar) han tenido un momento destacable dentro de la serie, por muy breves que sean. 

Es decir, las tramas no giran alrededor de un único acontecimiento, sino que se van moviendo y desarrollando más allá de la influencia del protagonista, siendo este nada más que un elemento como cualquier otro y no el centro de toda la atención de la historia.


Quién se ha llevado la palma como mejor secundario ha sido el villano conocido como Lápida. Yo no conocía al personaje, pero puedo afirmar con seguridad que el trato que le ha dado Zeb Wells ha sido verdaderamente notable en todo lo que ha durado su participación en la colección. Tanto es así que ha conseguido que tenga total interés en investigar por mi cuenta los orígenes del villano. Al principio parecía que iba a ser el típico villano reformado que acaba recayendo una y otra vez, pero aparentemente no es así. Por ahora. 

Prácticamente todo el arco gira alrededor de Lápida y del mundillo callejero de la editorial, con sus bandas callejeras y sus supervillanos como capos de la mafia. 


El momento en las vías del metro ha sido uno de mis favoritos, cuando Lápida le da una "lección" a un Spiderman derrotado e inmóvil. No voy a destriparos más del momento porque de verdad que vale la pena leerlo por uno mismo, pero sí que os diré que lo que ocurre a continuación tiene algunas de las mejores secuencias visuales que yo haya visto nunca en un tebeo del trepamuros. Es en el cuarto número de la edición USA donde podremos ver viñetas tan espectaculares como la que os dejo más abajo, en el que Spiderman es representado como un borrón rojo machacando enemigos a toda velocidad. De verdad, por este tipo de páginas es que yo considero a John Romita Jr. como (quizás) el mejor artista que Spiderman pueda tener.

Las dos grapas en general considero que valen muchísimo la pena. Aún con eso, no todo es positivo con su contenido. El último número contiene un one-shot que originalmente fue publicado en el Free Comic Book Day de 2022, pero Panini ha decidido incluirlo dentro de la serie regular. No es que eso sea algo malo en sí, no que el contenido del mismo es bastante irrelevante si tenemos en cuenta la línea que llevan siguiendo Romita Jr. y Wells con el arácnido durante los últimos números, ya que se trata del avance de un evento que no me interesa lo más mínimo. Será un evento llamado Red Oscura que tratará (aparentemente) sobre los clones malvados o algo así. Al menos puede resultar interesante ver a Madelyne Pryor y a Ben Reilly trabajar juntos como dueto de villanos. Supongo.

El siguiente número sí que se saldrá un poco de lo habitual, ya me voy mentalizando para cuando llegue la hora de leerlo. Digo, será un one-shot especial que poco tendrá que ver con la serie regular, pero eh,  es el especial #900 USA. Hay que darle un tiento.

Comentarios