Hulk: ¡Aplastanauta! de Donny Cates y Ryan Ottley - Reseña

                      

No se puede decir que Hulk esté pasando una mala época en cuanto a tebeos. El Inmortal Hulk de Al Ewing ha dado la vuelta al mundo y se ha convertido en el punto de entrada ideal para empezar a leer sobre el 'Hulkverso' con una historia moderna e interesante. Esa fue una serie que le dio una vuelta de tuerca a muchos de los conceptos que creíamos conocer del Piel Verde, pero ¿Qué toca a continuación? ¿Cómo hará la casa de las ideas para mantener el nivel después de la despedida de Ewing? 

No hay que ser muy listo para darse cuenta de que Marvel, como editorial, necesitaba mantener el listón alto con Hulk. Es algo bastante obvio después de cosechar tanto éxito con El Inmortal Hulk. Es por eso que se recurrió ir a lo seguro: poner al mando de la colección a un equipo creativo lleno de estrellas de los últimos años, un equipo aún más llamativo que el que protagonizaron Al Ewing y Joe Bennet en la anterior etapa del personaje... Así es, Marvel se decantó por, nada más y nada menos, que la dupla de Ryan Ottley y Donny Cates, el primero a los lápices y el segundo al guion. Con esos nombres en portada... ¿Quién no se sentiría tentado a leer la nueva etapa?

Dicho y hecho, porque justo ayer le pegué un repaso a todo el primer arco de la serie en grapa (de momento no ha salido en tomo), un arco argumental completo que abarca los 6 primeros números de la etapa. Con esta reseña vengo a discernir si la serie está al nivel o no de lo que se podría esperar de un equipo creativo de este nivel, discernir si vale la pena hacerse la colección en grapa a estas alturas. Creedme: yo creo que sí. 

El despegue de la Nave Estelar Hulk


Las cosas como son: Donny Cates ha demostrado tener bastante imaginación con este primer arco. A poca gente se le ocurriría convertir a Hulk en una suerte de Nave Espacial, con un Bruce Banner convertido a capitán estelar. Es una idea bastante atípica dentro del cómic de superhéroes, un concepto que encuentro muy parecido al género de los mechas tan popular en tierras niponas, pero aplicado al personaje de Hulk.

El cuerpo del piel verde ha sido mejorado con implantes de IMA robados. Bruce Banner controla "la nave" desde el puente de mando. Pero, ¿Dónde se encuentra la psique de Hulk, siendo Banner quien controla su cuerpo? Pues veréis... Se encuentra en la sala de motores de la nave. Sí, el pobre gigantón ha sido condenado por su alter ego a vivir  atrapado en un rincón apartado de la Nave, mientras se ve obligado a combatir eternamente contra enemigos  imaginarios, y todo para que su cuerpo se haga más poderoso cada vez que Bruce aumenta el nivel de intensidad de los motores. 

Es un concepto un poco extraño para Hulk, ¿No creéis? Lo importante, sin embargo, es que de alguna manera funciona. No os podéis esperar algo como El Inmortal Hulk, eso sí. Está claro que esto es algo contrario a lo que fue esa etapa: la nueva etapa es algo más visceral, no tan compleja. Está centrada en mostrar grandes dosis de acción al más puro estilo de obras como 'Invencible'.

Todo el mundo tiene un Hulk


"Todo el mundo tiene un Hulk". Este es un concepto que se empieza a explorar dentro de este primer arco. Es algo que hemos visto mucho a lo largo de la trayectoria de Hulk: Jennifer Walter, Rick Jones, Amadeus Cho, e incluso Trueno Ross... Todos han tenido un Hulk. Siendo esto así... Si Bruce Banner tiene un Hulk, ¿Por qué Hulk no puede tener uno? Julián Clemente lo califica de redundante en el Spot On del sexto número de la colección, y no puedo estar más de acuerdo con él. Es una idea algo absurda, pero, ¿Qué idea no es absurda en el universo Marvel? ¿Acaso la dupla de Donny Cates y Ryan Ottley no es la más indicada para hacer algo de este calibre? Si hasta salen cosas como un Lobezno Gigante con su diseño más clásico o Galactus Hulkilizado. No es lo más absurdo de la serie, ni de lejos. Cosas más locas habrá en el inminente futuro de la cabecera, de eso estoy seguro.


De viaje por el multiverso

El multiverso está de moda, eso es así. Lo hemos estado viendo a lo largo de todo el año en medios narrativos, como el cine, por poner un ejemplo. Sin embargo, no es una idea nueva. En los tebeos de Marvel, de hecho, es un recurso que se lleva utilizando desde hace décadas. Es por eso que era de esperar que en un tebeo tan mainstream como lo es este Hulk se recurriera a dicho concepto convertido en algo fundamental para este primer arco.

La Nave Hulk es atraída a una tierra distante, mientras Banner trataba de buscar refugio en una dimensión de bolsillo. Esa es la Tierra-122 (llamada así por la fecha de publicación que aparece en la portada USA del primer número), y en ella encontramos un panorama interesante: un Bruce Banner que jamás llegó a convertirse en Hulk (gracias a que el experimento con la Bomba G fue un éxito en su tierra), pero... ¿Eso significa que este Banner vive una vida feliz y apaciguada? Dejaré que lo descubráis por vosotros mismos al leer este cómic... (Si queréis leerlo, claro está).


Lo importante: el espectáculo visual   

             

Los mamporros, los aplastamientos y las verdaderas carnicerías son el plato fuerte de la obra. Donny Cates eligió bien a su dibujante, ya que Ryan Ottley es el hombre perfecto para ilustrar un tebeo de estas características: superhéroes en combates realmente gore, sin dejar de lado el estilo caricaturizado de los diseños y el precioso coloreado en las viñetas. No sé qué pensáis vosotros, pero está bastante claro que Marvel ha querido hacer su propio 'Invencible'. No por nada han contratado, precisamente, al dibujante principal de aquella obra.  

Las partes de acción que conforman la gran mayoría del cómic sirven para que Ottley se luzca: pocas veces he visto viñetas de violencia desenfrenada con tanta intensidad en sus dibujos como las que he visto al leer esto. Ottley consigue sacar a relucir sus años de experiencia con Invencible y nos enseña cómo se secuencian los paneles de forma correcta mientras narra una buena batalla campal, sin descuidar la intensidad y potencia que debe transmitir. Hay que destacar el uso del color, ya que dentro de la Nave de Hulk todo adquiere un tono rojizo queDe verdad, es un espectáculo para los ojos el poder leer esto en formato físico. 

Pero, ¿Sirve para empezar a leer los cómics de Hulk? 

Esa es la pregunta que más de uno se estará haciendo. Yo digo que sí, sirve para empezar a leer cómics de Hulk. Es introductorio, simplón y divertido: todo lo contrario a El Inmortal Hulk en este aspecto, al cual noto un poquito más metida en continuidad que el Hulk de Cates. 


Donny Cates y Ryan Ottley han conseguido crear el Hulk más palomitero de los últimos años. Al contrario de lo que podrían creer algunos, eso no es algo necesariamente malo. De hecho, creo que se puede considerar a este tebeo como la definición más pura de diversión superheroica: tiene combates espectaculares,  una trama fácil de seguir y una premisa de enganche muy llamativa. ¿Qué os llaman la atención ese tipo de historias? Pues venga, ya estáis tardando en pillarla. 

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