Reseña de X-Factor #4 de Mark Rusell y Robert Quinn

Tenía ganas de leer el cuarto número de X-Factor, la actual etapa escrita por Mark Rusell y dibujada por Robert Quinn. Una serie que debo reconocer que me está gustando bastante. A continuación, comparto mis impresiones sobre este cómic. 

Puntuación: 6.5/10

¡DEBAJO DE LA SUPERFICIE! ¡Havok y el equipo corren para recuperar la tripulación de una expedición subterránea debajo del Valle de la Muerte! Pero, ¿quién o qué está esperando debajo de las arenas del desierto? ¡Y qué tiene que ver todo esto con Cecilia Reyes?!

Me sorprende lo mucho que estoy durando con el X-Factor de Mark Rusell y Robert Quinn. Más que nada, porque es una serie que a priori no me llama mucho la atención, y por varios motivos. El principal es que me da la sensación de que es un cómic "de relleno" publicado única y exclusivamente para engordar el catálogo de la iniciativa From The Ashes, un relanzamiento que dicho sea de paso me parece un error gigante. No obstante, y dentro de lo malo que tiene, creo que el guionista Mark Rusell está realizando un trabajo bastante notable dentro de esta cabecera, hasta el punto de que estoy dispuesto a pasar por alto todos esos "fallos" con tal de seguir disfrutándola. 

Este cuarto número es un ejemplo más de por qué estoy disfrutando de esta nueva iteración de X-Factor: una historia autoconclusiva, cargada de humor y sátira en cada número; con unos personajes que, si bien no son especialmente memorables, consiguen cumplir a la perfección su función cómica. Es cierto que falla un poco a nivel de dibujo, porque Robert Quinn no es que me parezca el más indicado para una serie como esta, pero aun así sigue siendo disfrutable. Eso sí, reconozco que no me ha gustado nada el hecho de que Pyro se esté borrando el tatuaje facial que se hizo en la primera etapa de Marauders. ¿Es necesario mearse así tan abiertamente en el legado de Krakoa? Yo creo que no, pero allá Marvel con sus decisiones. 

Pero volviendo a las cosas que SÍ me han gustado en este cómic, debo hacer especial hincapié en la subtrama entre Cecilia Reyes y el tal Oskar. No me esperaba una mini-historia de esta índole tan ¿dramática? ¿romántica? dentro de una serie tan marcadamente paródica, pero reconozco que me ha gustado el contraste con el tono habitual de estos cómics. Le da cierto toque tierno y memorable que personalmente agradezco. 

En general, creo que para este punto ya puedo afirmar con rotundidad que vale la pena darle una oportunidad a este X-Factor de Mark Rusell y Robert Quinn. No es ni de lejos una maravilla de colección, puesto que tiene bastantes carencias -especialmente a nivel artístico-, pero en general me parece un cómic bastante notable que vale la pena.

Puntuación: 6.5/10

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