Reseña de Biblioteca Marvel: El Poderoso Thor 3 (1964)


Llega el tercer volumen de la Biblioteca Marvel del Poderoso Thor y con él la consagración total de Stan Lee y Jack Kirby como autores completos de la colección. Han acabado ya los tiempos en los que la serie no gozaba de un equipo creativo propiamente dicho, y cuando sí lo tenía, simplemente no daba el nivel requerido. Por otra parte, continúan los Relatos de Asgard, el complemento de tan solo cinco páginas por episodio dedicado a explorar los entresijos de la mitología nórdica. ¡Además de un cómic, es una máquina del tiempo!


Hasta ahora, cada número de la Biblioteca de Thor ha traído a la palestra una cantidad importante de novedades. El primero de ellos supuso el origen de las historietas del personaje dentro de la cabecera de Journey Into Mystery, mientras que el segundo presentaba por vez primera la ya mencionada sección de los Relatos de Asgard de la dupla de Lee y Kirby. Para el tercero, la novedad más importante ha resultado ser la "absorción" de la mencionada cabecera por parte de Thor; esto supone que, entre otras cosas, el título de mayor tamaño en cada episodio es el de The Mighty Thor. ¿Qué por qué eso es importante? Pues porque ahora cada historia del personaje ocupa un número completo (sin contar las cinco páginas del complemento) de Journey Into Mystery. Y claro, a mayor cantidad de páginas, mayor complejidad y variedad en las historias, lo que se traduce en mejores cómics.


Lo primero que se puede destacar del contenido de este volumen es la confirmación oficial de que Thor está imbricado dentro del naciente universo Marvel al aparecer junto a él otros miembros fundadores de los Vengadores. A día de hoy destacar esto puede parecer una tontería, pero resulta que en los anteriores episodios no se hizo ninguna referencia directa a que todos estos personajes habitasen en el mismo mundo. Que ahora se acuerden de mostrarlos tiene mucho sentido, pues justo fue durante este periodo de tiempo -el abarcado dentro de este tomo- que se publicaron los primeros capítulos de The Avengers, sirviendo estas apariciones como publicidad encubierta del nuevo cómic. 


Pero volviendo al aumento de complejidad en las historias, este se hace notar ya no solo con el típico cómic dividido en dos episodios; también con un sub argumento común entre todos los números, que dotaba de más inri a las historias. Estoy hablando del romance no resuelto entre Donald Blake (la identidad civil de Thor) y Jane Foster. Este argumento es una constante durante todo el volumen, y tiene la función de darle un toque dramático a las historias de una manera muy similar a lo que Stan Lee escribía para el Asombroso Spiderman, por poner un ejemplo concreto. Y oye, comparado a lo que teníamos en episodios anteriores del mismo Thor, debo decir que verdaderamente es una trama que engancha, pese a sentirse en ocasiones que no va a ningún lado. Es cierto que puede tornarse un pelín repetitiva, pero eso es algo común en los albores de Marvel Comics y no creo que deba hacerse sangre por ello. Es un enfoque fresco y modernizado que se aleja del tono más naif y sin continuidad de anteriores números. Cierto es que se trata de un estilo de telenovela, pero por eso mismo engancha igualmente. 

Algo que sí me ha sacado de la historia relacionado con esto último es el papel de Odín como mentor del dios del trueno, al negarse rotundamente a que su hijo pueda casarse con una mortal como Jane Foster. Y si bien eso es razonable al tratarse de un dios mitológico, lo que no logro entender es que llegue a pedirle consejo al propio Loki y le deje activamente colaborar con él. No encaja para nada con lo visto en anteriores episodios. ¿No confía en Thor ni en Jane para que sean pareja, pero sí que confía en Loki pese a haber demostrado ser un dios puramente maligno? En ese sentido, la idea de continuidad respecto a anteriores capítulos flaquea bastante y no parece estar del todo cuidada por Lee. Y es algo extraño, pues sí que se nota un esfuerzo por mantenerla a flote en otros asuntos.


Me refiero a la cantidad de villanos que vuelven para enfrentarse de nuevo al dios del trueno. Stan Lee plantea varios regresos de enemigos pasados de la colección, tales como Zarrko "El Hombre del Mañana", así como Mister Hyde y Cobra. Estos dos últimos regresan de hecho haciendo equipo, siendo esta una de las primeras ocasiones dentro de Marvel en la que dos villanos de un superhéroe unen fuerzas para intentar vencerlo. Y más allá de mantener una continuidad fija -antes impensable con los enemigos genéricos de la primera etapa- se intentaba dotar a Thor de una galería de villanos más o menos destacable y sólida, tal y como ya poseían otros superhéroes de la editorial. Esto no se logra tan solo con la vuelta de los mencionados enemigos: también con la inclusión de algunos nuevos. 

Gárgola Gris, la Encantadora, el Verdugo, Surtur y Skagg forman parte de este nuevo plantel de villanos. Varios de ellos, de hecho, están relacionados con la mitología nórdica, de una forma u otra. Concretamente el demonio de fuego Surtur y el gigante Skagg ya habían aparecido dentro de los Relatos de Asgard de Kirby y Lee, por lo que esto supone la primera conexión directa entre la serie principal y su complemento, significando por tanto que es del todo necesario leer ambas para comprender en su plenitud el trasfondo de Asgard y sus habitantes. Y eso es algo que todavía está por explotar de verdad, como veremos en posteriores números. Sea como fuere, la serie se ve muy favorecida con todo este desfile de villanos, tanto por los viejos como por (especialmente) los nuevos. Se agradece haber dejado atrás los tiempos de enemigos genéricos y amenazas chorras, en favor de incluir unos supervillanos con más chicha en cuanto a personalidad propia y mucha más carisma como personajes. 


Un punto negativo que la serie lleva arrastrando desde los primeros números es la inconsistencia presente en los poderes del Dios del Trueno. No estoy hablando de su capacidad de crear lluvias y tormenta (aunque también se podría hablar de eso) sino de su dualidad con Don Blake. Como bien sabréis los clásicos del lugar, en ningún momento queda claro que Blake y Thor sean dos entidades separadas; en algunos momentos se refieren entre sí como personas diferentes, pero en otros, como en lo relativo al romance con Jane Foster, hablan como si fueran el mismo ser, como si fueran una misma persona. Y no es algo que parezca hecho de forma intencional. Simplemente, Stan no le daba la importancia necesaria para no ahondar en ello. Es algo que espero se arregle en posteriores números, pues es realmente confuso para mí que no se aclare este punto. Es básico en un superhéroe, el aclarar como funciona exactamente su identidad secreta, y es una lástima que lo estén dejando tan al tuntún incluso después de estar varios años publicando sus historietas. 

Pero en lo que no puedo tener ninguna queja es en el apartado gráfico de Jack Kirby, pues se trataba del dibujante estrella de la editorial en aquellos años y eso se hace notar en estas páginas. Dota de un dinamismo sin precedentes a las historias de Thor, sobre todo en las escenas de combates contra supervillanos; entintado por grandes como Chic Stone, Don Heck y Vince Colletta, consigue un atractivo visual que está a años de luz de cualquier otro artista que se haya pasado por los cómics del Dios del Trueno. Estoy encantado de que haya llegado para quedarse de forma definitiva a lo largo de los siguientes tomos de Biblioteca Marvel; más cuando se nota que siente verdadera pasión por la mitología nórdica


Esa pasión se hace notar en Los Relatos de Asgard, que continúan muy en la línea de anteriores entregas aunque con una importante novedad en su particular enfoque: ahora se le dedican varias entregas a la historia de algunos dioses. El primero -como no podría ser de otra manera- es el jovencísimo Thor, continuando con otros como el vigilante Heimdall o el bondadoso Balder. Lo que sacamos en claro de todo esto, más allá de la libertad creativa que se toma con las adaptaciones de los mencionados mitos, es que Jack Kirby es un auténtico forofo de la mitología asgardiana y que es el autor indicado para encargarse de esta cabecera. ¿Acaso se os ocurre algún artista más indicado que él? Pues eso. 
 
Más relacionado con la edición está el hecho de que nos incluyan estos relatos al final de cada episodio, de manera idéntica a la edición original de estos cómics. De esta manera, al final de cada aventura superheroica ambientada en el presente del universo Marvel, se incluyen pequeñas píldoras de mitología nórdica ambientadas en el pasado, que a su vez sirven para darle trasfondo extra al reino de Asgard, elemento importantísimo para el futuro próximo de la colección. 


Ya concluyendo con este repaso al tercer volumen de la Biblioteca Marvel del Poderoso Thor, me gustaría aclarar que he disfrutado mucho con estos primeros cómics del personaje. Ni mucho menos soy gran lector suyo, pero quizás por eso mismo es que voy con menos prejuicios a la hora de disfrutar de estos clásicos. En lo que concierne al presente volumen, queda claro que se trata de un punto de inflexión vital para la colección y para el personaje en sí, al quedar establecidos como principales creativos de la serie las estrellas de la editorial Stan y Jack, y al mismo tiempo aumentar el número de páginas por historia. 

También es meritorio el enfoque llevado a cabo para establecer una galería de villanos con personalidad propia y largo recorrido a futuro. En definitiva, y como ya está siendo habitual con esta Biblioteca, cada tomo es mejor que el anterior, y este ha sido el mismo caso. ¿Hasta dónde llegará en cuanto a calidad? Solamente el tiempo (y la historia) lo dictará.

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