Reseña de Superman: El Hombre de Acero de John Byrne 2

La llegada de John Byrne supuso un gran soplo de aire fresco para el personaje de Superman a mediados de los ochenta. Después de las Crisis en Tierras Infinitas, DC le encargó al canadiense reiniciar y renovar el personaje para los años venideros, eliminando de esta forma años y años de continuidad para que cualquier lector pudiera introducirse sin miedo alguno. Es así como John Byrne consiguió no solo refrescar a Superman, sino que también consolidó su carrera como uno de los más grandes dibujantes de tebeos americanos de la historia. 

Esta colección de tochales que edita ECC Ediciones en España recopila la etapa de Byrne al completo, en cuatro volúmenes de más de 500 páginas cada uno. Además, también se incluye la cabecera de The Adventures of Superman que guionizaba Marv Wolfman (Nuevos Titanes) durante aquellos años, así como varias miniseries esenciales en la trayectoria de Byrne. 

En este segundo tomo, sin embargo, apenas nos encontramos miniseries "satélite"; la gran mayoría del tomo lo ocupan las propias historias de Wolfman y Byrne en sus series regulares. En su lugar, tenemos números de otras colecciones que poco tienen que ver con el Hombre de Acero, pues vemos algunas sagas cruzadas con otras colecciones de la editorial. Por poner un ejemplo, Superman se cruza con personajes como Hawkman y Hawkgirl, así como con la Legión de Superhéroes de Paul Levitz. Esta última saga es, de forma muy acertada, la que se utiliza como portada en este segundo volumen recopilatorio, pues se trata de una de las más largas y densas de lo que llevamos de etapa. 

La Legión de Superhéroes nació en 1958 en la cabecera clásica de Adventure Comics. Se trata de un grupo de héroes adolescentes del futuro que, inspirados por las hazañas del joven Superboy -una versión de Clark Kent que empezó sus andanzas como héroe desde la infancia-, deciden seguir sus pasos. Tras las Crisis, todo lo relacionado con Superboy quedó totalmente fuera de canon, pues el Superman de Byrne ignoraba totalmente esas historias, por lo que se hizo necesario aplicar algún parche argumental para solucionar el entuerto. ¿Cómo iba a existir la Legión si, según el nuevo canon, Superboy jamás existió? 

Esa es la razón de que las colecciones de Superman y la de la Legión se junten en esta macrosaga creada únicamente para enmendar la incoherencia argumental. Finalmente, todo resulta en una conspiración de un ser llamado Amo del Tiempo. Cuando la Legión de Superhéroes iba a visitar el pasado de Superboy, en realidad estaban viajando a un universo de bolsillo creado por dicho villano, formando así una paradoja temporal realmente interesante de leer. La historia de Superboy tiene su fin en esta saga, sacrificándose para salvar toda su dimensión. Es, sin duda, un cierre emotivo que queda para el recuerdo de todos los fanáticos.

Al margen de esto, John Byrne desarrolla historias que resultan más interesantes que las presentadas al inicio de sus andanzas como guionista de la(s) colección(es). Tanto Action Comics como la serie regular del personaje han mantenido el nivel de calidad, aunque yo no puedo evitar sentir que se ha vuelto más entretenido todavía; el enfrentamiento contra el mayor criminal de Gotham City, el Joker, así cómo el episodio de corte más cósmico en el que Superman se alía con los Greens Lanterns para lidiar con una antigua amenaza de los principios de la serie. Desde luego, es cierto que Byrne es un guionista con buenas ideas y con una gran habilidad para enganchar al lector a pesar de las sagas inconexas y los episodios autoconclusivos.

No ocurre así con la etapa de Marv Wolfman y Jerry Ordway en The Adventures of Superman. En este caso sí que ha pegado un subidón de calidad realmente palpable, pues se han dejado de lado las tramas aburridas para dar paso una historia de corte callejero centrada sobre todo en los secundarios de la franquicia, tales como Catherine Grant, Jimmy Olsen, Perry White o (aunque en menor medida) Lois Lane. José Delgado es un nuevo personaje secundario presentado en esta misma colección que funge como vigilante en las calles más pobres de Metrópolis. Es un personaje que sirve para tocar temas de relevancia social como lo son la problemática de las bandas juveniles, en una de las mejores sagas de esta recopilación. Paradójicamente, Byrne ni guioniza ni dibuja en esa serie; es un logro de Wolfman y Ordway. 

Los primeros anuales tanto de Action Comics como de Superman aparecen por fin en este volumen, y al contrario que en anuales de otras colecciones, hablamos de dos de las mejores historias escritas por John Byrne hasta el momento. El Annual de Superman lo dibuja Rom Frenz (Thor), y trata sobre la falta de ética en los laboratorios que experimentan con animales. Titano es un chimpancé víctima de una tortura inhumana que le acaba convirtiendo en un monstruo gigante que Superman debe derrotar, culminando en un trágico final para el pobre monete.

El Annual de Action Comics es menos trágico, en cambio, pues nos traslada a un pequeño pueblo maldito de Estados Unidos dominado por vampiros. Superman hace equipo con Batman para terminar de una vez con la amenaza, siendo uno de los cómics clave para la relación de ambos héroes. Dibuja, por cierto, Arthur Adams, conocido dibujante por series como X-Men o Longshot.

Pasado todo esto, el volumen cierra con dos historias sumamente extrañas pero creativas, que puede que sean las dos historias más divertidas que dibuja John Byrne: Hablo de la presentación de Mr. Mxyzptlk y la saga que involucra a Big Barda y Miracleman. Ambas historias son raras pero extrañamente divertidas. Quién las haya leído entenderá el porqué, aunque con solo ver las portadas te puedes hacer a la idea...

Con todo, queda demostrado que John Byrne (ni el resto del equipo) no tienen ni la más mínima intención de bajar el ritmo y calidad de sus series, pues al contrario que en otras muchas, hay un esfuerzo real por hacerlo lo mejor posible. Varios episodios memorables y varias sagas para el recuerdo se juntan en estas casi 600 páginas de puro Superman y de puro John Byrne. Un auténtico clásico que espero que siga mantendiendo el tipo con el resto de números.

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