Reseña de One Piece: Saga del East Blue, de Eiichiro Oda

No es ningún secreto para nadie lo mucho que me gusta el manga de One Piece. Empezado a publicar en 1997 para la revista Shonen Jump de la mano de Eiichiro Oda, One Piece ha sido uno de los mangas más importantes e influyentes, ya no solo en su país de origen, sino que también para el resto del mundo. Las aventuras de Luffy y compañía para convertirse en el Rey de los Piratas no han podido trascender más de lo que ya lo han hecho. One Piece trata sobre un joven llamado Luffy que sueña con ser un pirata y viajar por todo el mundo con su propia tripulación. Únicamente con un bote endeble, el aspirante a pirata pone rumbo a alta mar para forjar toda una tripulación hecha y derecha. Viajará a islas, reclutará a compañeros y se enfrentará con otros piratas que se interponen en su camino, labrándose así una reputación en los mares. 

Esta serie es muy querida entre todo el público mundial, como bien sabréis la mayoría. Año con año se han ido uniendo nuevos lectores de todos los lugares y edades, forjándose así una comunidad férrea que ha devorado por completo los más de mil episodios que narran las aventuras de los piratas del Sombrero de Paja. La saga del East Blue representa los orígenes, el albor de la aventura, la historia de como un chico con poderes de goma se embarca en una epopeya sin más herramientas que un sueño y una férrea determinación. Publicados entre los años 1997 y 1999, esta saga abarca los episodios 1-100 del manga original y sirve como la cimentación de todo lo que es la serie hoy en día, con la presentación de los personajes principales y de muchos de los conceptos básicos que incluso a día de hoy siguen siendo de relevancia.

Se suele decir que la saga del East Blue es aburrida y ortopédica, que poco tiene que ver con lo que se ve en episodios posteriores. Yo no podría estar más en desacuerdo: puede que sí que sea la más simple y básica de todas, pero no es excusa para quitarle el mérito de introducir todos los conceptos básicos de la serie de una forma realmente fácil de entender. La Marina, el Gobierno Mundial, el sistema de recompensas, la división de los mares y el Grand Line, la gran cantidad de personajes que se aprovecharán de alguna forma en el futuro. Es un todo que, al menos por mi parte, se debería considerar en  mayor estima.

Lo cierto es que en los más de cuatro arcos argumentales que conforman esta gran saga se reutiliza en gran medida la misma estructura narrativa de  "Luffy llega a un lugar nuevo, conoce a algún personaje que quiere reclutar, aparecen cuatro flashbacks para dar peso al personaje nuevo, derrotan al villano y, finalmente, se une el nuevo personaje al equipo". Este esquema se repite en cuantiosas ocasiones dentro de la serie, pero es en East Blue cuando más evidente se hace por la sencillez de las historias y el aún reducido plantel de personajes. A más de uno se le podrá hacer pesada esta estructura narrativa y el ritmo que conlleva, de eso no me cabe duda, Yo considero que es muy divertido de leer, aun teniendo esos fallos. 

Yo considero que gran parte del éxito de One Piece es su dibujo, tan caricaturesco y extraño a partes iguales. No es un estilo artístico común en las páginas niponas, por lo que a simple vista se nota un gran contraste con otras obras de la misma revista. Lo cierto es que este dibujo permite crear una buena cantidad de entornos fantasiosos e irreales, destacando especialmente bien la fauna animal que se ve de fondo en algunas páginas. Digo, una vaca marina o una serpiente conejo no son conceptos que puedan encajar fácilmente en una obra; sin embargo, en la obra de Eiichiro Oda se consigue. 

Evidentemente, parte de esta fantasía se traslada al diseño de los variados y diferentes personajes que pueblan las páginas de la colección. Al principio no veíamos esa creatividad ni esa brillantez en el diseño de los personajes, pues los diseños eran más básicos y simplones. Es a medida que Oda va adquiriendo experiencia que comienza a ofrecer diseños de personajes que fácilmente podrías reconocer viendo únicamente su silueta. A mí, de esta saga, me gusta mucho el diseño del hombre que tiene un molinillo en la cabeza, el de la aldea de Nami. ¡Es una genialidad!

Ojo, que esto es solo el principio. One Piece no dejará de crecer arco con arco, y los del East Blue son solo los cuatro primeros. Queda la entrada al Grand Line, el mar cuya isla final contiene el secreto del Rey de los Piratas; por ahora, el Going Merry zarpará hasta el reino de Arabasta, lugar donde se desarrollará la próxima saga. Yo quiero seguir disfrutado de las locas y divertidas aventuras de Monkey D. Luffy. ¿Y tú?

¡Muchas gracias por leer este post! Si te ha gustado puedes dejar tu comentario y, si quieres, compartir este artículo por las redes. También puedes invitarme a un café.

Comentarios