Micro-Reseña de Los 4 Fantásticos #4, de Ryan North e Iban Coello

El misterio sobre aquello que ocurrió con los Cuatro Fantásticos se ha resuelto en este cuarto episodio (¿Será casualidad el número?) de la etapa de Ryan North al frente de la colección. Al principio parecía un golpe de efecto facilón sobre el que centrar todo el peso narrativo de la serie, pero lo cierto es que no ha sido así; hasta ahora hemos tenido historias autoconclusivas de los miembros separados del grupo y apenas nos daban pinceladas de lo ocurrido.

La explicación me ha gustado bastante, aunque no por las consecuencias directas de ello, sino por lo que puede conllevar para la etapa de North. Lo de sumir en un viaje temporal a un barrio entero de Nueva York pone en aprietos a nuestros héroes, sí, pero no olvidemos que el Edificio Baxter, la famosa sede de los 4F también se ha esfumado, por lo que los más pequeños de la familia no estarán presentes durante unos cuantos meses hasta que termine el viaje temporal. Sé que es confuso y difícil de entender si no has leído este número, pero quédate con esto: ahora la Primera Familia está sola, sin niños y sin relación con otros personajes que no sean Alicia Masters. Es un punto ideal para arrancar la serie, pues presentar un núcleo de personajes tan reducido facilita la tarea de introducir al nuevo lector sin temor a la continuidad. De verdad, creo que es una decisión muy inteligente.

Ah, sí: Reconozco que me he equivocado con Iban Coello. Nunca ha sido un dibujante que me haya entusiasmado demasiado, ni siquiera al inicio de esta etapa; sin embargo, poco a poco me ha ido molando más y más el trabajo de este señor hasta el punto que me gustaría verle a él como dibujante regular de la serie de ahora en adelante. Es una pena que, al menos por el siguiente episodio, será sustituido por Ivan Fiorelli como dibujante. 

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