Reseña de Marvel Premiere. El Inmortal Hulk 3. Hulk en el Infierno

Continúa la edición en tapa blanda de El Inmortal Hulk con su tercer tomo recopilatorio, en lo que promete ser una culminación (por el momento) de algunas de las tramas presentadas en los dos tomos anteriores. En el anterior volumen, la trama quedó así: Hulk, McGee, Creel, Puck, Langwoski y Burbank son transportados al infierno mediante la puerta verde que se quedó abierta tras la explosión de la bomba de Banner que dio origen al personaje. Ahora, deben encontrar la forma de escapar de ese lugar.

¿Qué es la pura maldad? 

Al Ewing, aprovechando ese nuevo escenario, introduce una gran cantidad de conceptos novedosos para la colección del personaje: desde nuevos enfoques en la psicología de Banner, pasando por filosofía, misticismo e incluso algo de mitología que sienta de fábula a un personaje así. Digamos que Ewing dedica los tres números del tomo a desarrollar una buena cantidad de ideas complejas sobre las diferencias entre el bien y el mal, la humanidad frente a lo monstruoso, o, dicho de mejor manera, "¿Hulk es un hombre, un monstruo... O es ambos?"

Aprovechando ese acercamiento a la psicología de Bruce Banner, el escritor introduce escenas ambientadas en la infancia del personaje. Brian Banner, el padre de Bruce, es el gran protagonista de dichas escenas: se nos muestra su pasado, así como el origen de la frustración que le llevó a maltratar a su esposa e hijo durante años, mientras se nos cuenta la estrecha relación que tiene Brian con el que está por debajo de todo.  Este ser es el villano a batir, además de la clave para escapar del infierno.


Bruce Banner se encuentra verdaderamente afectado después de lo acontecido en el infierno, lo que le genera algún tipo de trauma: el reencuentro con su padre, entre otras cosas, termina rompiendo al doctor, que nada más escapar de ahí se dispone a pedir ayuda a su antigua esposa Betty Ross, que por su parte está recién llegada del funeral de su padre. Cabe destacar que ella aún no sabe del "renacimiento" de su esposo, así que debió ser una verdadera sorpresa recibir una llamada a medianoche de su marido fallecido. El reencuentro entre ambos termina de forma abruptua por culpa del ataque del agente Burbank, que elimina a la Sra. Banner mientras trata de ejecutar a Hulk. Hulk termina por perder el control, pero por suerte aparece alguien para solucionar la situación: Doc Samson. Quién fuera el psiquiatra de Banner consigue calmar y volver en sí al gigantón esmeralda, dando pie a uno de los diálogos más interesantes en lo que llevamos de etapa.

¿A qué me refiero exactamente, pensaréis algunos? Hablo del propio protagonista explicando a Samson su nueva personalidad, aquella que todos conocemos como Hulk diabólico. Resulta que no es tan malvada como antaño se creía, únicamente sus palabras eran malinterpretadas por el propio Bruce. Él quiere eliminar el mundo humano tal y como lo conocemos, pero con un fin comprensible, ya que él desea salvar de una muerte segura al planeta, y para ello debe acabar con centrales nucleares, energéticas y todo tipo de contaminantes. Es un mensaje ecologista bastante bien llevado, en mi opinión, y que da lugar a otra posible idea a explorar en una futura trama


En este volumen no encontramos tanto baile de dibujantes (únicamente el número #14 no está dibujado por Bennett). El brasileño, de todos modos, sigue luciéndose a lo largo de todo el tomo; especialmente en las escenas relacionadas con el infierno, en las que tuerce y retuerce las viñetas a medida que la tensión crece. 

En fin. ¿Cuál es mi valoración final sobre este tomo? Me da la sensación de que Al Ewing pretende cerrar un ciclo dentro de la serie con estos últimos números, algo así como un fin de saga que da pie a algo nuevo, cómo si la serie necesitara tomarse un respiro después de la explosión de datos que supuso la llegada de Hulk al infierno. Muchos escritores suelen perder el hilo en este tipo de situaciones, haciendo que los lectores pierdan interés en continuar la colección, pero el inglés logra justo lo contrario; renueva el interés al tomarse un respiro y plantear, poco a poco, nuevas tramas que se desarrollarán en los siguientes números. 

Os comparto las primeras páginas del cómic:


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